jueves, 18 de junio de 2009

DIE WALKÜRE (Richard Wagner). Palau de Les Arts 16/06/09


A pesar de tener entradas para el segundo ciclo de la tetralogía del “Anillo del Nibelungo”, que empezará a representarse la próxima semana, el martes decidí asistir a la función de “Die Walküre” (La Valquiria) correspondiente al primer ciclo. Mi motivación principal era el interés en escuchar al tenor alemán Torsten Kerl en el papel de Siegmund, rol que desempeñará Plácido Domingo el próximo día 24.

Las perspectivas eran muy buenas, con un elenco de cantantes de gran nivel a priori. Yo no había visto en directo ni a Torsten Kerl ni a Eva-Maria Westbroek, pero tanto las grabaciones que había escuchado de ellos como las referencias obtenidas, hacían presagiar una gran velada de ópera con la maravillosa música compuesta por Richard Wagner.

Al final el resultado no fue el esperado.
Fue muchísimo mejor. Una grandiosa noche, llena de intensas emociones. Una función donde todos los dioses del Walhalla parecían haberse conjurado para que los allí presentes no olvidásemos nunca la fecha del 16 de junio de 2009. De hecho, cuando esto escribo, sigo profundamente conmovido por el espectáculo musical vivido el martes. Hacía muchísimo tiempo (por no decir nunca) que no asistía en directo a una representación con todos los cantantes a un nivel tan alto. Realmente aquello parecía una competición a ver quién lo hacía mejor y, según discurría la obra, en lugar de ir a menos, se seguían superando.

Este impacto emocional me llevó en principio a pensar que no iba a escribir sobre la representación. Simplemente porque me sentía incapaz de encontrar adjetivos apropiados. Sabía que, escribiese lo que escribiese, me quedaría muy lejos de poder transmitir todo lo que merecerían los tremendos artistas que nos obsequiaron con su infinito talento.
Pero aún así me parecía injusto dejar sin reseña un espectáculo como el vivido el martes. Sólo pido benevolencia ante mi pobreza expresiva si no soy capaz de analizar todo lo ocurrido ni trasladar toda la emoción sentida.

Sobre la puesta en escena de Carlus Padrissa y La Fura dels Baus, poco hay que decir. Más de lo mismo. Sin que suene peyorativo. Ya conocíamos su propuesta y la llevamos viendo estos últimos años. Siempre he dicho que me parece positiva y especialmente adecuada a las dos primeras entregas de la Tetralogía. Los defectos, los de siempre. Demasiada distracción visual y poca dirección escénica de actores. Pero hoy no es día de hablar de defectos.

La Orquesta de la Comunitat Valenciana, cuya calidad creciente nunca me canso de alabar, con Zubin Mehta al frente, funcionó mucho mejor que en el reciente “Götterdämmerung”. Volvió el director indio a abusar un poco del volumen, lo que se notó especialmente en la escena de las Valquirias que quedaban un tanto tapadas cuando no se movían por el registro agudo. Su sección de cuerda volvió a maravillar y ofreció algunos momentos excelsos, como el preludio y la escena final del primer acto, con cuyo último acorde el teatro no sólo prorrumpió en aplausos, como suele ser habitual, sino en un auténtico estallido de bravos, un grito unánime, apasionado, sin que el público pareciese querer descanso alguno.

La pareja Siegmund (Torsten Kerl) – Sieglinde (Eva-María Westbroek), estuvo inmensa. Perfecta. Su rendimiento es casi imposible de superar.
Torsten Kerl compuso un Siegmund impecable. Con más expresividad de la que suele hacer gala habitualmente. Mostró su conocida facilidad para el agudo, y lo que más me sorprendió de él fue su increíble dominio del registro grave, donde se movió con una autoridad y nitidez extremas.

Eva-Maria Westbroek merece, desde ya, un altarcito en Les Arts y sentida veneración. Su Sieglinde fue excelsa. Para mí, sin duda, la gran sorpresa de la noche. Me conquistó totalmente. Su atractivo timbre oscuro refulgió esplendoroso a pleno volumen en esas proyecciones sobrehumanas que exhibió la holandesa. La expresividad de su canto y su derroche actoral contribuyeron a que saliéramos convencidos de que ella ERA Sieglinde. Mostró cierta tirantez en el agudo, marca de la casa, pero su canto es un puro hechizo.

Os recomiendo visitar aqui la entrada que ha hecho Maac sobre la Westbroek, donde podéis escuchar como canta, entre otros papeles, el de Sieglinde.

Jennifer Wilson, no sé si motivada por la calidad de la pareja del primer acto, estuvo también deslumbrante. Sus agudos fueron limpios y seguros, y la entrada en escena de Brünhilde fue apabullante, con unos “¡Hojotoho!” perfectos. Pero es que además la valquiria-palo de otras ocasiones se movió en escena con soltura y derrrochó expresividad en su canto, con un fraseo impoluto, elegante, bellísimo.

El veterano Matti Salminen, vestido a lo Chewbacca, fue un malvado Hunding que, una vez más, enamoró a la platea con su profunda y poderosa voz y su presencia escénica. La anécdota de la noche estuvo en el traspiés que dio al tropezar con una de las tibias que conformaban su hogar y a un pelo estuvo de darse tremendo morrón.

El Wotan de Juha Uusitalo en las anteriores ocasiones que le había visto, sin llegar a estar mal, no me había convencido del todo. Pues bien, Uusitalo también dio lo mejor de si mismo y fue un Wotan de grandísimo nivel. Mostró una voz consistente y bien proyectada que supo administrar inteligentemente. Sus larguísimos 20 minutos de monólogo del segundo acto fueron espléndidos, desbordantes de riqueza expresiva y capacidad de matización, culminando con un “Das Ende” estremecedor. Dotó por fin al personaje de todo el carácter que requería.

Anna Larsson como Fricka fue la que menos brilló de los solistas principales, pero cumplió dignamente, como también lo hicieron las 8 Valquirias pese al volumen orquestal y tener que cantar subidas en unas grúas que no cesaban de moverse arriba y abajo.

La ovación final fue auténticamente apoteósica, quizás la más intensa que he escuchado en Les Arts, con todo el público puesto en pie reconociendo la excelencia del espectáculo ofrecido.

Ante tanta emoción y descarga adrenalínica costaba luego conciliar el sueño, pero ¿para qué quería dormir si ya estaba soñando?. Soñando que en Valencia habíamos visto una “Die Walküre” digna de Bayreuth.

Para finalizar os dejo con un fragmento del comienzo del Acto III, la cabalgata de las valquirias, en el ensayo general de hace dos años en Les Arts:



video de iTubeVlc

11 comentarios:

  1. Fantástica crónica, coincido en todo todo todo. Resaltar el monólogo de Usitalo, es el momento que más miedo me da de la Primera Jornada porque puede ser soporífero, nada de eso, me supo a poco, subrayar también que aquí Mehta estuvo variadísimo, lo que me sorprendió gratamente por inesperado. La Walkyria es la Jornada que mejor le sienta al de Bombay.
    Usitalo, que ya me gustaba como Wotan, ha mejorado muchísimo desde que lo escuché hace dos años, hoy es mucho más expresivo y ha aprendido a dosificar el esfuerzo para llegar al final en buen estado vocal. Para mi gusto tiene un timbre a medio camino entre lo humano -su parte baritonal- y lo divino -su parte de bajo- ideal para Wotan.

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  2. Gracias Atticus por hacernos revolotear de envidia, a todos aquellos que no pudimos gozarla.

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  3. Se me ha vuelto a poner el nudo en la garganta tras leer tu crónica. Así que no es momento de comentar. Tras el Sigfrido de esta noche volveré por aquí, espero que con el ánimo más calmado. Gracias por la crónica: has conseguido superar el shock inicial y transmitirnos con palabras lo que sentimos todos.

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  4. No, si ya decía yo que me tenía que haber sacado entradas también para el primer ciclo. Brrrr.

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  5. Una emocionante crónica para un emocionado día.
    Yo iré el 24. Espero que tengamos también una noche de gran nivel. Has conseguido emocionarme y que me entren aun más ganas de que llegue el 24...
    Gracias por hacernos vivir estos momentos

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  6. Gracias a todos por vuestros comentarios.
    Coincido con Maac en que el monólogo se hizo corto (y mira que es raro que eso ocurra). Además de Westbroek, la otra sorpresa agradable para mí fue un Uusitalo fabuloso, imponente. Un auténtico Wotan.

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  7. Gracias por tu estupenda crónica. Ya que no pude asistir, me hago una idea de la gran noche de ópera que vivísteis. Todo apuntaba a que iba a ser así, pero parece que la calidad acabó desbordando incluso las previsiones más optimistas.

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  8. Evidentemente, hubiera sido mejor estar allí, pero no siempre es posible, por eso tu descriptiva y detallada crónica se nos ha hecho agua de Junio en el paladar.

    Gracias

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  9. Gracias por la crónica Atticus, fue una Die Walküre extraordinaria que no olvidaré nunca.
    Y para mi fue el descubrimiento de Westbroek, menudo descubrimiento, me dejó absolutamente deslumbrada.

    Gracie mille!

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  10. ~~~ Hola~! Keenlyside ya ha cancelado casi oficialmente. Spagnoli anuncia en su pagina web q va a cantar el. Por cierto, coincidimos, yo tambien estare alli el 4 de julio ;)

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  11. Aunque el comentario esté fuera de sitio, agradezco tu información Parsifal. Lástima de cancelación. Nos vemos el día 4 en London

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