martes, 27 de abril de 2010

NAT KING COLE CANTA DVORAK


En 1887, el músico checo Antonín Dvořák compuso su Quinteto para piano y cuerdas en La mayor, opus 81, cuyo segundo movimiento comienza así:


video de MrRobuso

60 años después, en Estados Unidos, un pintoresco sujeto que se hacía llamar eden ahbez hacía llegar al manager de Nat King Cole, Mort Ruby, una canción que había compuesto titulada “Nature Boy”. El tema acabaría siendo interpretado por “The Nat King Cole trío”, alcanzando enseguida el número 1 de las listas norteamericanas, donde permaneció durante ocho semanas consecutivas en 1948, obteniendo un enorme éxito popular.

El verdadero nombre del autor de la canción era George Alexander Aberle, quien había nacido en Nueva York en 1908 y se había criado en un orfanato. Tras ser adoptado por una familia de Kansas, adoptó el nombre de ésta, pasando a llamarse George McGrew.

En 1941 se trasladó a Los Angeles, donde trabajó tocando el piano en un restaurante de alimentos naturistas que regentaba una pareja alemana seguidora del movimiento “wandervogel” (pájaro errante) que propugnaba el regreso del hombre a la naturaleza. En ese entorno conoció a un grupo de personas a los que se unió (siendo conocidos como los “nature boys”) para iniciar una forma de vida hippie, mucho antes de que el movimiento hippie existiera todavía como tal. Los nature boys vivían al aire libre, en cuevas o parques, alimentándose sólo de semillas, frutas y verduras crudas. Influidos por el misticismo oriental, llevaban los cabellos largos y barba, vestían túnicas blancas y caminaban descalzos o con rústicas sandalias. Entonces George volvió a cambiar su nombre por el de eden ahbez, con minúsculas, porque decía que las mayúsculas solo estaban destinadas a Dios.

Tras el éxito cosechado por la canción “Nature Boy”, eden ahbez se convirtió en toda una celebridad, apareciendo su imagen en la portada de las principales revistas americanas, y siendo llamado frecuentemente a participar en programas de televisión. Su fama de personaje exótico se vio acrecentada cuando se supo que vivía debajo de la primera L del letrero Hollywood que domina el parque Griffith en Los Angeles, y que cuando recibió los primeros 30.000 dólares por los derechos de la canción declaró no saber muy bien que hacer con ellos, ya que no necesitaba para vivir más que tres dólares a la semana.

Pese a que continuó componiendo canciones para diferentes intérpretes e incluso grabando sus propios discos, ninguno de los trabajos de ahbez consiguió alcanzar la popularidad de “Nature Boy”, que se ha convertido con el tiempo en uno de los temas versionado por mayor número de artistas, desde Sinatra, Sarah Vaughan o Bobby Darin, a John Coltrane, Mina o David Bowie.

Cuando escuchamos esta canción es inevitable que nos venga a la memoria el inicio del segundo movimiento del Quinteto para piano y cuerdas de Antonín Dvořák, con el que guarda una semejanza notable. No parece muy probable que ahbez plagiase la obra de Dvořák, resulta más razonable pensar que se trate de una mera coincidencia.

Curiosamente, ahbez sí que tuvo que hacer frente a una demanda por plagio, pero no de los herederos de Dvořák, sino de un compositor, actor, director y productor teatral judío de origen ruso, muy popular en Los Angeles, llamado Herman Yablokoff, quien le acusaba de haberse apropiado de una melodía de su obra teatral “Papirosn” (Cigarrillos). ahbez siempre declaró que compuso la canción tras haberla “escuchado” en la niebla de las montañas de California, y finalmente el asunto no llegó a resolverse en los tribunales, pero parece ser que acabó entregando una importante cantidad económica a Yablokoff.

Sea como fuere, lo cierto es que ahbez pasó a la historia como el peculiar compositor de uno de los temas más exitosos de la década de los 40 y que, aún hoy, sigue escuchándose en cualquiera de sus múltiples versiones.

Para finalizar, nada mejor que escuchar “Nature Boy” en la interpretación de “The Nat King Cole trío”:


video de matela01

NATURE BOY

There was a boy
A very strange enchanted boy
They say he wandered very far, very far
Over land and sea
A little shy
And sad of eye
But very wise was he

And then one day
A magic day he passed my way
And while we spoke of many things, fools and kings
This he said to me:
"The greatest thing
You'll ever learn
Is just to love
And be loved
In return"

5 comentarios:

  1. Sospechoso el parecido y la canción preciosa.

    ResponderEliminar
  2. Yo también creo que el parecido es sospechoso. No sería la primera vez que la música popular fusila una melodía de algún autor clásico.

    Anda que vaya personaje el tal eden ahbez. Mucho renunciar a las mayúsculas y luego vivía debajo de una L gigante.

    ResponderEliminar
  3. ¡Se la ha copiao, se la ha copiao el hippie comeplátanos pililón!

    ResponderEliminar
  4. Pues sí, el parecido es notable, pero también son muy pocas notas, con lo que no creo que hubiera copia intencionada.

    Muy bueno lo de la L, Titus, jajaja...
    Pues el colmo de este pionero perriflauti es que después de toda su vida de nature boy, murió... ¡atropellado por un coche!. Todo un símbolo.

    Anónimo: Plátanos supongo que comería, pero en cuanto a las dimensiones de su virilidad, no tengo datos que puedan confirmar tu calificativo.

    ResponderEliminar
  5. Es una canción preciosa de la que no sabía el título ni mucho menos la historia. Llevo años oyéndola de forma dispersa y nunca me había dedicado -y lo vale- a buscar su origen.
    Te doy mis afectuosas gracias. Creo que es una coincidencia el inicio de Dvorak y si no lo es, son tan pocas notas. Después de dicho inicio la canción tiene ya vida propia y es un clásico actual.
    Saludos a todos.

    ResponderEliminar