viernes, 19 de noviembre de 2010

LA GESTION DE LES ARTS, CADA VEZ PEOR


Lamentablemente el chapucerismo, la improvisación, la falta de profesionalidad, la desidia, el trato inadecuado y el comportamiento caciquil siguen siendo la seña de identidad de la gestión administrativa del Palau de les Arts.

Esta misma semana se han producido diversos hechos que, aunque cada vez nos sorprenden menos, ponen de manifiesto que no sólo no cambia nada en Casa Helga, sino que en algunos aspectos se va a peor.

Ya hemos ido comentando el goteo de cambios que se está produciendo en la programación anunciada para esta temporada, y eso que acaba de comenzar. Y como he dicho otras veces, no estoy hablando aquí de las posibles sustituciones que pueden producirse en cualquier teatro del mundo por circunstancias sobrevenidas de última hora, sino de modificaciones respecto a espectáculos que ya han vendido gran parte de sus entradas y para los que faltan todavía meses. Cantantes que aparecen y desaparecen de los programas sin previo aviso (Terfel, Carlos Álvarez, María José Montiel, Anita Rachvelishvili, Michael Rice, Ildar Abdrazakov, Lance Ryan), fechas de funciones que se modifican sin explicación alguna ("Fidelio", Concierto de Zubin Mehta), espectáculos que surgen de la nada sin que sepamos en qué consisten y que no publicitan pese a incluir nombres de mucho peso (“concierto-espectáculo” de Georges Prêtre y La Fura dels Baus), siguen siendo el pan nuestro de cada día. Si alguien quiere saber realmente lo que va a ver en Les Arts, tendrá que esperar al mismo día de la función, y ni aún así. Todo eso lo único que indica es que se sigue trabajando a golpe de improvisación y se venden los espectáculos antes de tener cerrados los contratos.

El pasado día 13, coincidiendo con la inauguración de la temporada, se repartía junto al programa de mano un desplegable donde se recogía toda la programación. Creo que ya es la tercera o cuarta versión que hacen (en papel del caro, que les sobra el dinero), y ahí es donde vimos las múltiples discordancias de este folleto con el que nos repartieron hace apenas dos meses cuando se renovaron los abonos, y otras cuantas más respecto al que sacaron en julio. Y además, para que no quede en mal lugar su fama de Pepe Gotera y Otilio, como se ve que lo han tenido que hacer a la carrera, nos encontramos con que, por ejemplo, han identificado el plano del Auditori como Aula Magistral y viceversa. Son de traca.

Peor ha sido lo ocurrido con el envío por email a los abonados de información sobre el estreno de “Aida”. Tal y como publicaba Las Provincias, a Helga Gotera se ve que se le olvidó ocultar los destinatarios y todos los receptores hemos podido ver las direcciones de correo del resto de abonados. Políticos, famosillos, ilustres blogueros, todos aparecemos allí, e igual a partir de ahora nos empezamos a mandar correos comentando lo bien que lo pasamos con Helga. La normativa de protección de datos se la han pasado por la faja-pantalón y como respuesta se han limitado a decir que ha sido un fallo humano y que es la primera vez que les pasa. Hombre, sólo faltaba.

Aún más grave ha sido el comportamiento de Frau Kommandant Schmidt respecto a la dirección artística de “Aida”. Como ya os comenté en mi post anterior, y confirmaba Gonzalo Alonso en La Razón (aunque dándole la idem a Helga, con un par), nuestra Intendente favorita (después del Superintendente Vicente de la TIA) se ha permitido el lujo de censurar directamente la puesta en escena de David McVicar ordenando la supresión de determinados aspectos de la producción, alegando que eran demasiado impactantes para el público valenciano. Y no se estaba refiriendo a la gente que se sienta junto a ella en el palco, no, sino a jugueteos pseudo-lésbicos y fingidos cadáveres momificados colgando del techo. Como ya he venido repitiendo, lo malo no es si lo que se ha suprimido era feo, prescindible o de mal gusto, sino que está ejerciendo una censura inadmisible, y además por propia ineficacia. Si se hubiese preocupado por ver cómo era la propuesta de McVicar antes de coproducirla, podría haber optado por no traerla, pero, una vez contrata, está completamente fuera de sus atribuciones censurar a la carta.

Y en esas estábamos cuando ayer se conoció una intervención en el Foro de My Auditions de alguien relacionado con Les Arts o la Orquesta, en el que se comentan cosas que, de ser ciertas, serían gravísimas. Se dice que Helga Shmidt se dirigió a la Orquesta, en una reunión mantenida esta semana, anunciando que las próximas audiciones, que se esperaban llevar a cabo en 2 semanas, habían sido canceladas por motivos financieros, pero no se informó de esa cancelación a ninguno de los candidatos que pensaban participar, muchos de los cuales habían tramitado ya sus viajes y es posible que no puedan reclamar el reembolso. También se comenta el caso de 2 violinistas que vinieron desde Madrid para su primer ensayo, dejando la posibilidad de actuar en el Teatro Real, y se les dijo que ya no eran necesarios porque la orquesta no se podía permitir pagarles. Y que no sólo no se les pagó, sino que no se les reembolsó el viaje.

Los problemas económicos, se dice, llevarán a que los músicos actualmente a prueba o con contratos temporales no permanezcan la próxima temporada y no se contraten sustitutos o más músicos a menos que sea absolutamente necesario.

Lo peor viene cuando se afirma que Helga Schmidt ha hecho una lista negra con las mujeres de la percusión porque no cree que sea apropiado para las mujeres tocar este tipo de instrumentos y que el año pasado amenazó verbalmente al representante de la orquesta. Esto me parece tan disparatado que me cuesta creer que sea cierto.

El caso es que el descontento de los músicos y el personal de Les Arts es cada vez mayor. Y como se dice en esa intervención que comentaba “cuando los músicos se empiezan a marchar en manada independientemente de si tienen trabajo en otro sitio, algo debe estar haciéndose muy mal”.

Mientras tanto, esta muy bien que los aficionados nos congratulemos de contar con un teatro de ópera que está ofreciendo un nivel artístico que hace bien pocos años no podríamos ni imaginar. Está muy bien que aplaudamos a rabiar a la magnífica Orquesta que logra emocionarnos noche tras noche, pero ya que los medios de prensa, no sé si por desconocimiento o por agradecimiento estomacal, no parecen demasiado motivados a denunciar las negligencias, los abusos y los comportamientos inadecuados de la dirección del Palau de les Arts, los aficionados no sólo tenemos el derecho, sino el deber de protestar y hacer público nuestro descontento ante una gestión que es manifiestamente mejorable y debemos exigir, antes que nada, respeto e información veraz. Podemos entender los recortes, las dificultades económicas y asumir las vacas flacas, pero nunca la desinformación, el secretismo y el comportamiento dictatorial.

Como complemento de lo dicho, os recomiendo pasar por el blog de FLV-M y leer el post que ha dedicado a los desatinos de doña Helga.

19 comentarios:

  1. Lo de la censura no es nuevo. La temporada pasada ordenó quitar una parte del decorado en la que aparecía en grande la hoz y el martillo en la ópera "La novia vendida".

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  2. Suscribo tus palabras punto por punto. Atticus. Me parece lamentable lo que está pasando en el Palau. Y debería emprenderse inmediatamente una investigación para comprobar si en Les Arts hay discriminación de índole sexual (¿por cierto, sabrá Doña Helga quién es Evelyn Glennie?), porque de confirmarse habría que depurar responsabilidades ante lo que es un gravísimo atentado a nuestra Constitución.

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  3. respetado Atticus, no se el por qué ésta semana me encuentro muy cabreado, y por lo tanto prefiero omitir lo que siento, péro déjame que por lo menos diga a los molts honorables de la generalitat que supongo que tendrán algo ver con la gestión del palaú de les arts, QUE LOS QUIERO UN HUEVO,.......disculpa mi descortesia,..............saludos .......paco

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  4. Bueno, señores, esto se acaba. Fue bonito mientras duró, pero si la orquesta se desmonta, habrá que ir despidiéndose de la ópera de calidad. A pesar de que a Helga le siguen lloviendo críticas laudatorias de estómagos agradecidos (ya mencionas tú ejemplos en tu entrada, yo ayer ví otro en una reseña de Aida en el ABC)o de personas de buena voluntad que durante estos años insistían en creer que vivían en los mundos de Yupi y que sentían hacia Helga una devoción sorprendente, casi como si Helga hubiese inventado la ópera, lo cierto es que los que veíamos el futuro negro hemos acabado acertando. Y no me alegro, al contrario, estaría encantado de haber errado y de que la ópera en Valencia tuviese un gran futuro. Espero que, al menos, el ejemplo sirva para que los gestores de los teatros de ópera del mundo sepan como NO se hacen las cosas.

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  5. Fernando: Si fuera cierto, sería muy gordo, pero de verdad que yo me resisto a creerlo. Es tan ridículo que una persona formada musicalmente pueda discriminar percusionistas por ser mujeres, que yo no creo que sea tal como se cuenta.
    En cualquier caso, para que se hiciese algo al respecto lo primero que debería haber sería la denuncia de la persona discriminada o de alguno de sus compañeros. A base de comentarios anónimos no hacemos nada.

    Querido Paco: No tengo nada que disculparte. Tú aquí puedes decir lo que quieras. Además tu reacción es completamente natural cuando te encuentras con amiguitos del alma.

    Titus: Me encantaría decirte que eres un pesimista irremediable, pero en este caso, una vez más, eres realista. Siempre hemos comentado que el gran peligro de todo esto estribaba en que con la marcha de Maazel la orquesta se fuese desmontando, y así parece que está ocurriendo. Y lo que es más triste, no sólo por la marcha del maestro, sino por la gestión tercermundista de Helga y su nula capacidad de diálogo.
    Pero como los cenizos de siempre hemos ido anunciando, cual Casandras incomprendidas, cuando las casas se empiezan por el tejado acaban por caerse.
    Y mi deseo mayor del mundo sería estar completamente equivocado y que dentro de 5 o 10 años tuviéramos una programación de ópera en Valencia de buena calidad y unos cuerpos estables aceptables.
    Pero a este paso nos vamos a tener que conformar con Francisco cantando el Himne.

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  6. Estoy completamente de acuerdo con vosotros. La gestión del Palau de les Arts es un completo desastre. No obstante, no seamos agoreros, de momento ha sobrevivido a una avería en el aparato escénico, a una inundación inmediatamente anterior a la inauguración de la temporada, los problemas con la orquesta no son nuevos ni tampoco únicos de esta orquesta, sino comunes en todo tipo de formación. Ahora, bien el trato que revela la entrada de el foro es de juzgado de guardia, exige una explicación.
    Es una pena que la falta de cuidado en la organización se pudiera llevar al traste el proyecto artístico que estamos disfrutando.
    Gracias Atticus por poner todo esto de manifiesto. Creo que es lo único que podemos hacer la sociedad civil, además de sostenerlo todo con nuestros impuestos por supuesto, cosa que casi siempre los políticos olvidan.
    En fin sólo quiero aportar un granito de optimismo al panorama desolador.

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  7. Es malo, muy malo vivir por encima de las posibilidades reales, però mucho peor es la "censura artística". No digo que el montaje de Aida sea bueno ni malo, però un profesional contrata en función de lo que ve, lo que no puede hacer es contratar "sin saber, ni ver" y luego censurar. Si a la falta de realismo se suma la falta de profesionalidad, llegamos donde hemos llegado. Realmente lamentable.
    Un abrazo

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  8. De ser ciertas algunas cosas que te han comentado (cuesta creerlo) es tan grave que exigiría la dimensión en pleno (solamente ella supongo) de la dirección de Les Arts.
    Ya he comentado alguna vez a raíz de "ataques" similares a la Sra. Schmidt, que ella ha sido la primera engañada, lo que no entiendo es porqué no se ha ido ya, aireando el engaño o encerrona que le hicieron, cuando le prometieron el proyecto artístico menos viable de la historia.
    Eso no le exculpa de nada, aunque gracias a ella y solamente por ella (su gestión y prestigio internacional), habéis disfrutado de cosas que sin ella, seguro que continuarían siendo the impossible dream.
    Vosotros sabréis si hubiera sido mejor empezar con menos y no haber vivido lo vivido o ahora adaptarse de manera abrupta y traumática a la realidad de una situación gravísima para todos los teatros, aunque los demás si han hecho los deberes, podremos aguantarlo de otra manera.

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  9. Pues yo no tengo tan claro eso de que sólo gracias a Helga hemos tenido ópera de calidad, y me extraña la facilidad con la que tanta gente lo afirma. Quién sabe si con otro gestor no habríamos tenido lo mismo o puede que más, al menos en aspectos de trato al cliente, comunicación y gestión interna. ¿Es que sólo Helga Schmidt sabe poner un teatro en marcha en todo el mundo? Pues estamos apañados, porque con Les Arts se ha lucido.

    En el mundo hay muchos teatros de ópera que funcionan estupendamente sin Helga Schmidt, ¿por qué esa insistencia en que la ópera en Valencia tenga que pasar a la fuerza por el control de esta señora? Al fin y al cabo, por mucho que Maazel y Mehta juren que vinieron aquí por su amistad con Helga, lo cierto es que en su trayectoria han dejado claro que lo que de verdad les atrae es un buen fajo de billetes, no vamos a ser tan tontos de creernos eso de que han venido aquí porque son supercoleguitas de Helga.

    Entendería tanta devoción hacia Helga si tuviésemos con quién compararla, si hubiese habido otros gestores peores que ella, pero es que ha sido la única. Y en los teatros por los que ha pasado, donde sí tienen con quién compararla, dudo que le concedan la exclusividad de la calidad operística.

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  10. Puede ser Titus, aunque yo creo que no.
    Si no tienes, a parte de un saco de pasta para gastarte, los contactos y el prestigio que esta Sra. tenía antes de aterrar en Les Arts, es difícil hacer, sin previsión previa a largo plazo, lo que se ha hecho en València a corto.
    Maazel y Mehta así lo manifestaron y corregidme si me equivoco, que vinieron a València por ella y el proyecto que ella representaba. Si a ella le prometieron (los políticos) el oro y el moro y luego se ha encontrado con otra cosa, seguramente ha tenido que improvisar más de lo que ella mismo hubiera querido. Yo hablo sólo de la parte artística. Como gestora y por lo que contáis y sobretodo lo que tenéis que soportar, su gestión es penosa.
    Saber si con otro/a Director General se hubieran alcanzado momentos de altísimo nivel, como ha sido con ella, es ficción.

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  11. Nibelungo: Gracias por tu granito de optimismo. Pero realmente creo que la situación de Les Arts no es comparable con la de otros teatros, fundamentalmente porque este proyecto no ha tenido una evolución natural, sino que nació a golpe de talonario para pasar de cero a 100 en 1 segundo, y en cuanto vienen las vacas flacas el castillo se derrumba.

    Josep: Tienes toda la razón. Falta de realismo y poca profesionalidad sólo pueden conducir al fracaso.

    Joaquim: Yo no sé si Helga es la primera engañada, pero desde luego no ha dicho ni mu. Mientras le paguen el sueldo y continuen las prebendas que hoy tiene, difícilmente va a cargar contra el Honorable and cia.
    A mi, personalmente, me ha compensado lo vivido estos años, aunque preferiría, por supuesto, que hubiera sido fruto de una gestión seria con un proyecto de base y no sólo de cheques en blanco, porque ahora no irían las cosas tan mal.

    Titus: Pienso que Helga es la principal artífice del éxito artístico de este teatro. Es verdad que otros disponiendo del mismo presupuesto podrían haber obtenido también un gran resultado artístico, pero tener la orquesta que tenemos y lograr implicar a Maazel y a Mehta, a pesar de que les gusten los billetes más que a un tonto un lápiz, es mérito fundamental de Helga.
    Otra cosa es si compensa el éxito artístico con el descontrol en la gestión y el maltrato al público. Desde luego, no.

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  12. Sigo creyendo, sin quitar méritos a la gestión artística de Helga (artística sólo, en otros aspectos no se le pueden quitar méritos porque directamente no los hay), que quizá otros directores habrían conseguido algo similar, o distinto pero con igual calidad. Aquí se hizo un anillo, que estuvo muy bien y aplaudo a Helga por ello. En Bilbao, con otro gestor cuyo nombre desconozco y que seguro que en otros aspectos de la gestión supera a Helga ampliamente se está haciendo un Tutto Verdi, que también está muy bien y además se lo pueden permitir. Hay vida en otros mundos.

    ¿Acaso Maazel y Mehta sólo trabajan con Helga? Y de ser así, que no lo es, ¿acaso no hay por el mundo directores tan buenos como ellos dos que podrían haber venido con otro gestor? Seguro que el susodicho gestor de Bilbao, sea quien sea, si le dan un buen presupuesto es capaz de traer un nombre de primera división para hacerse cargo de la orquesta.

    Estoy de acuerdo en que no habría sido buena idea poner a un novato sin experiencia ni contactos para empezar la andadura de Les Arts, que es mejor alguien con veteranía; pero gestores con veteranía hay unos cuantos, no está sólo ella, y de haber rechazado Helga la oferta, como según dice cada dos por tres estuvo tentada de hacer (supongo que lo dirá para que los pelotas de turno le den las gracias por haberla aceptado), habría venido otro y quién sabe cómo lo habría hecho. Puede que peor, pero también puede que mejor. Ambas posibilidades son ficción, pero la primera nos la encontramos hasta en la sopa y a todo el mundo le parece bien, no sé por qué.

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  13. ipsolirica22/11/10 13:27

    "prestigio que esta Sra. tenía antes de aterrar en Les Arts"

    Me provoca risa el enorme desconocimiento de los españoles y en especial de los valencianos que creen que Frau Schmidt pueda tener algún "prestigio" en esta profesión. Incluso la prensa airea que esta señora ha sido directora artística del Covent Garden. Falacia pura y dura. Infórmense, busquen en google o en cualquier hemeroteca del mundo y no encontraréis nada. Otro bulo más que alguien ha lanzado y que algunos tontos se lo han tomado como verdad.
    Además, esta señora en el medio operístico mundial simplemente no existe. Preguntad, preguntad!
    Lo raro es que nadie habla de la mano del sr. Plácido Domingo que pesa (y mucho)sobre el Palau de les Arts. Para reflexionar.

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  14. No sé si es gracias a Helga o a pesar de ella, lo que sé es que estoy disfrutando (no sé por cuanto tiempo) de una gran orquesta y coro, de dos grandes directores como Mehta y Maazel (que ya se va), he visto dos magníficos anillos, unos Troyanos que siempre recordaré, he escuchado a Waltraud Meier, Matti Salminen, Francesco Meli, Maria Guleghina, Daniela Barcellona, Peter Seiffert, Carlos Álvarez . . .
    Es evidente que la gestión administrativa ha sido un puro desastre, que la señora en cuestión no es precisamente simpática, que el abonado y el público general hemos sido absolutamente ninguneados, Turandot tuvo tres príncipes ignotos en la web hasta que decidieron dejar el hueco libre, Gallardo Domás estuvo anunciada como Cio Cio San mientras ella en su web afirmaba con nunca más iba a cantar ese papel y mil cosas más que en su momento hemos ido comentando pero si hay que tirarla a la pira (dejadme que haga de Manrico) también sería justo recordar que hace cuatro años no teníamos nada. Alguna "culpa" habrá tenido también de las cosas buenas.

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  15. Como tú dices, Titus, es hacer ficción pensar lo que habría sido hoy Les Arts con otro Intendente. Así que pienso que lo único que toca es analizar lo que se ha hecho y enjuiciarlo, y desde ese punto de vista creo que todos estamos de acuerdo en que la gestión artística ha sido buena y la administrativa un horror.
    Luego ya vendrá la discrepancia entre quienes, aun habiendo disfrutado en lo musical enormemente, pensamos que eso no da carta blanca para maltratar al público, a los artistas y a los trabajadores; y quienes todo se lo consienten no vaya a ser que nos quiten el juguetín.

    Álvaro, independientemente de que tenga o no que ver Helga con los éxitos artísticos, eso no justificaría que la gente se calle y trague con todo lo que a la buena señora se le pase por los pantys. Y si se la tira a la pira, no será culpa de los crueles e ignorantes blogueros antivalencianos que sólo queremos acabar con Les Arts, sino de su ineptitud para gestionar un teatro de ópera.

    Ipsolirica: El desconocimiento de los españoles del auténtico curriculum de Helga Schmidt, en todo caso no será achacable a lo burros que somos, sino a la desinformación interesada que se haya podido facilitar.
    Yo lo único que sé es que cuando llegó a Valencia la prensa la anunciaba como asesora musical del Covent Garden, y luego se empezó a decir que había sido directora artística del teatro londinense.
    Yo no lo sé, pero también te digo que no me importa demasiado. Para juzgar su labor aquí me importarán sus resultados no su curriculum.

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  16. Cuando querais os contamos todo lo que pasa al otro lado de la cortina en el Palau.
    ¿Qué ocurre en la planta -3 donde toda la maquinaria interna del Palau sigue rindiendo pleitesía a la intendente?
    ¿por qué si la Schmidt censura una ópera (ya van más de una) la orden se cumple?
    ¿qué opinan la dirección de producción,la dirección técnica y la dirección musical al respecto?

    PLEITESÍA PLEBEYA

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  17. Pues nada, cuando quieras nos lo cuentas.

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  18. Todo apunta a que Doña Helga es justamente el tipo de jefe que NO hay que ser. Es decir, en lugar de rodearse de un equipo en el que poner toda su confianza y darle a éste la libertad suficiente para que se haga cargo de sus responsabilidades, quiere hacerse cargo de todo-todo-todo y elimina a todo aquel que venga con ideas distintas. Ese fue, precisamente, el error que cometió Felipe II, el que condujo a España al inicio de su decadencia, dicho sea de paso.

    Por descontado el caso de la Schmidt no es único. He conocido a algún otro gestor musical así y los resultados han sido desastrosos. Ya se sabe que algunos siguen confundiendo desempeñar un cargo importante, esto es, ser un gran líder, con mandar mucho y tener aterrorizado al personal. Quien no rinde pleitesía y le dice sí a todo, o quien se atreve a poner en duda las decisiones de la autoridad, a la puta calle. Y no estoy pensando en Doña Helga, que supongo que por ahí irán también los tiros, a tenor de lo que cuenta Anónimo, sino en un señor andaluz que ha sometido a cierto teatro a una terrible dictarura estalinista. En todas partes cuecen habas...

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  19. El mito Palau, como todos los demás mitos de la aznarita España de las maravillas, se derrumba implacablemente. Lástima que en su caída esté arrastrando a todos los españoles

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