viernes, 22 de julio de 2011

AVANCE PROGRAMACIÓN PALAU DE LES ARTS 2011-2012

Con un indecente e incomprensible retraso respecto a lo que es común en los principales teatros serios de ópera nacionales e internacionales, en lo que viene siendo ya una lamentable norma de la casa pero que en esta ocasión ha batido todos sus récords, esta mañana se ha hecho oficial el avance de los espectáculos que podrán verse en el Palau de les Arts de Valencia la próxima temporada 2011-2012, primera sin Lorin Maazel y con Omer Meir Wellber ya instalado oficialmente como director musical del recinto valenciano.

El pasado día 29 de junio se reunió el Patronato de la Fundación Palau de les Arts para aprobar esa programación y no se encuentra mucha explicación a que se hayan tardado 23 días más en darla a conocer al público. Desde luego no parece que la causa del retraso haya sido la resaca del fiestón que se montaron en esa reunión, porque, como puede verse en el siguiente video, aquello no fue precisamente la juerga padre. (El señor con traje que está en la cabecera de la mesa es un ex presidente de la Generalitat):


video de pressvalencia

El anuncio de la programación operística se ha hecho hoy en una rueda de prensa que ha ofrecido la Intendente de Les Arts Helga Schmidt, en la que ésta ha aprovechado para manifestar que siente una "gran tristeza en el alma" por la dimisión del ex molt honorable señor Camps. Igual es que se ha acordado que un buen día dijo vincular su futuro a la continuidad de ese señor.

Como también viene siendo habitual año tras año, falta de momento muchísima información sobre fechas concretas, intérpretes, directores y otros detalles que, visto como funciona Casa Schmidt, me atrevo a asegurar que ni ellos lo tienen claro todavía.

Por lo que ha trascendido, no parece que haya habido ningún anuncio especialmente sorprendente respecto a los rumores que ya circulaban y la crisis económica vuelve a marcar claramente el rumbo de la programación. No habrá ni una sola nueva producción propia en Les Arts este año, pese a que aumenta notablemente el número de obras que se representarán, pasando de las 6 de esta temporada a las 11 que se han anunciado, pero 3 de ellas serán reposiciones de producciones ya vistas en este teatro, y otras 4 son en versión concierto y, aunque no carecen de interés, su representación no escenificada, al menos a mí, me motiva más bien poco.

La temporada se inaugurará el 5 de noviembre, tal y como estaba previsto, con una de las propuestas más interesantes de la misma a priori, una coproducción de Les Arts con el Teatro Regio de Turín y la Fondazione Lirico Sinfonica Petruzzelli e Teatri di Bari, de “Boris Godunov” de Modest Mussorgski, con dirección escénica del director de cine ruso Andrei Konchalovsky y musical de Omer Wellber, y con el bajo búlgaro Orlin Anastassov en el papel protagonista.

Otro de los platos fuertes será “Thaïs”, de Jules Massenet, con Patrick Fournillier como director musical y la presencia estelar del veterano Plácido Domingo, aunque no en el papel de Nicias escrito para tenor, sino como barítono, en el rol de Athanaël. No se ha dicho nada acerca de quienes acompañarán al madrileño en el reparto, aunque los rumores apuntan a que parece segura la presencia del estupendo cantante canario Celso Albelo y que se está negociando para que el papel femenino protagonista lo asuma la soprano norteamericana Renée Fleming.

Igualmente interesante, aunque en versión concierto, y también de Jules Massenet, veremos “Le Cid”, una ópera poco habitual en los circuitos operísticos, que cerrará la temporada en Les Arts a finales de abril, con el protagonismo del tenor Jorge de León y dirección musical de Plácido Domingo.

De nuevo el bel canto tendrá presencia en Les Arts a finales de noviembre, en esta ocasión con uno de sus títulos más representativos, “La Cenerentola” de Gioachino Rossini, en una producción procedente del Festival de Pésaro, con dirección musical de Michele Mariotti.

Entre las reposiciones, nos encontramos con la misma producción de “Tosca”, de Puccini, que pudo verse hace poco más de un mes dentro del Festival del Mediterrani, con dirección escénica de Jean-Louis Grinda. La principal diferencia estará en la batuta, siendo Plácido Domingo el encargado de dirigir a la Orquestra de la Comunitat Valenciana y parece que Marcelo Álvarez y Jorge de León se alternarán nuevamente en el rol de Cavaradossi. No se entiende muy bien, pese al tirón popular que pueda tener el título, que se repita otra vez en menos de un año.

Otra reposición más tendrá lugar en enero con el mozartiano “Don Giovanni”, con dirección musical de Zubin Mehta y el bajo italiano Nicola Ulivieri como protagonista, en la producción con dirección escénica de Jonathan Miller que pudo medio-verse en 2007, ya que en aquella ocasión la inundación sufrida por el monstruo calatravil limitó enormemente su puesta en escena.

Y otra más, la de la producción de “La Vida Breve”, de Manuel de Falla, que se representó en 2010, con dirección de escena de Giancarlo del Monaco y la soprano chilena Cristina Gallardo-Domâs como protagonista. En aquella ocasión se pudo ver en un programa doble con “Cavallería Rusticana” y esta vez será otra obra de Falla, “El Amor Brujo” la que complete el programa.

Entre las óperas en versión concierto previstas, aparte de la ya mencionada “Le Cid”, destaca “Ariadne auf Naxos” de Richard Strauss, que podrá escucharse en diciembre bajo la dirección musical de Riccardo Chailly, con la participación de la soprano canadiense Adrianne Pieczonka.

También en diciembre se anuncia en versión concierto “Romeo y Julieta”, no la de Gounod, sino la de Héctor Berlioz, que contará con dirección musical de Valery Gergiev, y presumiblemente con Ekaterina Gubanova, Antonio Poli y Mikhail Pretenko en los papeles protagonistas.

Y también en versión concierto tendremos en febrero “Iolanta” de Tchaikovsky, con el Coro y Orquesta del Teatro Real de Madrid, dirección musical de Teodor Currentzis, Ekaterina Scherbachenko, Willard White y Dmitry Ulianov como principales intérpretes si se repite el reparto que actuará en el Teatro Real.

En cuanto al Festival del Mediterrani del próximo año, parece que incluirá “Il Trovatore” de Verdi con el tinerfeño Jorge de León debutando como Manrico; "L'Arbore di Diana" de Martín y Soler; y nada menos que "Tristán e Isolda" de Richard Wagner, aunque ésta me temo que será en versión concierto.

Estas son las previsiones. Habrá que esperar a conocer con más detalle la programación. No es una temporada para echar cohetes, pero en comparación con otros teatros nacionales la verdad es que no está mal y podría haber sido mucho peor dadas las circunstancias. Y todavía puede serlo, pues, como ya sabemos, Helga siempre nos reserva sorpresas de última hora.

ACTUALIZACIÓN (23/07/11): La página web de Les Arts ya anuncia detalles de la programación de la temporada 2011-2012. Podéis verlo AQUÍ. Hay varias cosas que llaman la atención:

Es curioso, por ejemplo, que en la primera temporada de Wellber como director musical de la casa, sólamente dirija "Boris Godunov", "El amor brujo", "La vida breve" y comparta con Plácido Domingo la de "Tosca". Es decir, de 11 espectáculos programados, el nuevo director musical de Les Arts dirige 3 y medio.

Definitivamente parece que Renée Fleming no cantará "Thaïs", a no ser que Helga la traiga a hacer un cameo sorpresa como hizo con Jonas Kaufmann. De momento en la web de Les Arts se anuncia a la sueca Malin Byström, una joven soprano francamente interesante.

En "Tosca" se repite el reparto de las funciones del mes pasado, con una horrorosa salvedad. Scarpia no será Bryn Terfel, sino el infame Marco Vratogna... Igualico, igualico...

Otra malísima ocurrencia de Helga es que se lleva las 4 óperas en versión concierto y los 9 conciertos sinfónicos al, también infame, Auditorio. Es un disparate injustificado que deja infrautilizada la sala principal, de excelente acústica, en beneficio de ese impresentable almacén de patatas, eso sí, de diseño. Las cabezas pensantes de Les Arts, si es que las hubiera, deberían replantearse esta decisión, no ya por respeto al espectador, cosa que como sabemos les importa una chufa, sino porque como den protagonismo a estas versiones-concierto en el abono, presumo que se van a encontrar con numerosas solicitudes de baja, empezando por la mía. 

jueves, 21 de julio de 2011

"LA ISLA DE LOS MUERTOS". BÖCKLIN Y RACHMANINOV

“La Isla de los Muertos” - Arnold Böcklin – 1883 - Alte Nationalgalerie - Berlín

El pintor suizo Arnold Böcklin (1827-1901) es uno de los principales representantes de la corriente simbolista y se le considera uno de los precursores del surrealismo. Entre sus creaciones más conocidas se encuentra sin duda el cuadro “La Isla de los Muertos”.

En esta obra, en la que se pueden apreciar importantes influencias románticas y es casi imposible no acordarse del alemán Caspar David Friedrich, Böcklin nos presenta una barca que es guiada por una figura, se supone que Caronte, junto a la que vemos un personaje vestido de blanco, posiblemente el alma del difunto, y un ataúd, surcando unas tenebrosas aguas mientras se acercan a una isla formada por altos acantilados que rodean un bosque de cipreses.

Böcklin llegó a realizar en su vida al menos cinco versiones distintas de este cuadro con pequeñas variaciones. La primera de ellas se encuentra actualmente en el Kunstmuseum de Basilea y data de 1880, aunque curiosamente no fue la primera en finalizarse, ya que cuando se encontraba a medio ejecutar, llegó al estudio del pintor una viuda acaudalada, Marie Berna, quien impresionada por el lienzo inacabado pidió al pintor que le hiciese una copia del mismo, sugiriéndole que añadiese las figuras, en alegoría a la muerte de su esposo unos años antes. Esta segunda versión se puede contemplar en el Metropolitan Museum de Nueva York.

La tercera de las versiones, que es la que encabeza este post, es de 1883 y acabó siendo adquirida cincuenta años después por un tal Adolf Hitler, quien adornó con ella las paredes de la Cancillería del Reich en Berlín, ciudad en la que se conserva actualmente en su Alte Nationalgalerie. La cuarta versión perteneció al barón Von Thyssen y se supone que fue pasto de las llamas durante la Segunda Guerra Mundial; y la última de las variaciones conocidas del cuadro, de 1886, se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Leipzig.

Muchas han sido las interpretaciones que se han intentado dar de esta sugerente pintura, aunque su autor jamás dio explicación alguna acerca de lo allí representado. Lo que sí está claro es que la obra ha servido de inspiración a numerosos artistas en múltiples disciplinas. Desde pintores (Dalí) a arquitectos (Garnier), escritores (Strindberg), o cineastas, como el productor Val Lewton que encargó una de sus célebres películas de terror de serie B de la RKO al director Mark Robson, dando lugar a “La isla de los muertos” (1945), con Boris Karloff como protagonista en unos escenarios claramente tomados de la pintura de Böcklin.

Pero sí he traído hoy este tema al blog ha sido para comentar la influencia que tuvo también en el mundo de la música y, en concreto, en el poema sinfónico “La Isla de los Muertos” compuesto en 1908 por el ruso Sergei Rachmaninov (1873-1943).

Se cuenta que, un año antes, Rachmaninov había visto en París una reproducción en blanco y negro de “La Isla de los Muertos”, quedando sobrecogido por la escena representada por Böcklin, lo que le llevó a comenzar a escribir de inmediato una partitura que pudiese convertir en música las sensaciones que le había provocado la visión de la pintura. Años más tarde el compositor contemplaría en Leipzig una de las versiones originales del cuadro y comentó que al verlo con todos sus colores ya no le impresionó tanto como cuando lo hizo en blanco y negro.

Ya desde los primeros compases de la obra, Rachmaninov nos presenta un tema principal, en progresivo crescendo, que nos evoca la cadencia del remero y el vaivén de las aguas. Un nuevo tema de tintes más líricos aparecerá más tarde apuntado por las cuerdas, como añorando los días vividos, y se enfrentará con la fuerza de los metales, como si la vida y la muerte compitiesen en frenética batalla, alcanzando una explosión orquestal tras la que la victoria de la muerte se anunciará con la irrupción del tema del Dies Irae, retornando nuevamente al final de la composición el implacable sonido del remo contra las aguas anunciando así nuestro inexorable destino.

Siempre me ha gustado esta obra de Rachmaninov, incluso mucho antes de tener noticia alguna sobre su origen pictórico, y ya entonces me parecía una composición enormemente sugerente, misteriosa y desasosegante que te va envolviendo mágicamente. A veces pienso que si la pintura no hubiese existido y Böcklin hubiese tenido la oportunidad de escuchar la creación de Rachmaninov, quizás le hubiese inspirado un lienzo que me pregunto si sería muy diferente del que pintó.

Si os apetece y disponéis de unos veinte minutos, os aconsejo disfrutar de la inspiración melódica de Rachmaninov en este poema sinfónico que he querido traer en una versión presentada en el Festival de Salzburgo de 2005, con la Filarmónica de Viena dirigida por Valeri Gergiev. Quizás no sea la mejor de las versiones que existen, pero ver dirigir esta música a este hombre, con su palillico y melena al viento, también tiene su aquél:






videos de olaig100

viernes, 15 de julio de 2011

"THE TELEPHONE" y "AMELIA AL BALLO" (Gian Carlo Menotti) - Teatro Martín i Soler - Palau de les Arts - 13/07/11


Ahora sí que se acabó. Tras las representaciones ofrecidas los días 13 y 14 de julio de las óperas de Gian Carlo Menotti “The Telephone” y “Amelia al Ballo” en su sala Martín i Soler, el Palau de les Arts echa el cierre, en cuanto a representaciones operísticas, hasta el comienzo de la próxima temporada 2011-2012, cuyo calendario y contenido sigue, incomprensiblemente, sin anunciarse, pero que no se prevé que inicie antes de finales de octubre.

Una vez más, la actividad musical y operística de la capital valenciana queda completamente muerta durante unos meses en que se concita una importante afluencia de turistas. Pero ellos sabrán lo que hacen.

Reconozco que nunca antes había escuchado ni “The Telephone” ni “Amelia al Ballo” y acudí el pasado miércoles 13 a Les Arts con bastante poca convicción, pero he de reconocer que salí bastante satisfecho.

Las obras no son, a mi juicio, ninguna maravilla. Demasiada tendencia a incluir pasajes que suenen a Puccini, con tímidos toques de “modernidad” e inevitables ecos de Broadway. Los libretos son un puro sainete disparatado, pero el conjunto acaba por resultar entretenido y agradable de escuchar, a lo que también ayuda que su duración sea breve.

La dirección de escena corrió a cargo de Jean-Louis Grinda, de quien no me gustó su reciente “Tosca”, pero que creo que en esta ocasión, sobre todo en “Amelia al Ballo”, ha llevado a cabo una propuesta sencilla pero muy funcional y ajustada al contenido y carácter de las obras, destacando una dirección de actores ágil y estudiada que mantiene en todo momento el pulso de la comedia y permite el seguimiento de la acción con interés. Me pareció muy positivo que se decidiera efectuar el cambio de decorados entre una y otra obra al comienzo de “Amelia al Ballo”, con la música ya sonando y dando así un carácter de unidad a toda la representación.

También es justo destacar el excelente trabajo de iluminación de Antonio Castro, una de las principales bazas de esta puesta en escena.

En lo musical, el mayor interés radicaba en la presencia al frente de la Orquestra de la Comunitat Valenciana del polifacético Plácido Domingo, quien dirigió con corrección y sin que se pueda destacar ningún aspecto especialmente negativo, pero que siempre te deja con la impresión de que, afortunadamente, se gana la vida holgadamente con su voz, y su batuta no deja de ser un capricho que está en todo su derecho, a estas alturas de su carrera, de poderse permitir.

Puso gran énfasis Domingo en los pasajes más líricos de las partituras y estuvo muy atento a las indicaciones a los cantantes, pero la orquesta en muchas ocasiones parecía ir un poco a su aire, ajustada pero sin que se apreciara una aparente coordinación entre el foso y la batuta.

El mayor pero que se le puede poner a su dirección es un exceso de volumen que no supo controlar para desgracia de algunos solistas que no conseguían hacerse oír, pese a la reducida composición de una Orquesta de la Comunitat Valenciana en la que se hace necesario volver a destacar las intervenciones solistas del oboe de Pierre Antoine Escoffier, magistral en “The Telephone”, y de Álvaro Octavio a la flauta.

El elenco vocal, incluido el Coro, estaba compuesto íntegramente por alumnos del valenciano Centre de Perfeccionament Plácido Domingo, del Domingo-Cafritz Young Artist Program de la Ópera de Washington y algún participante de Operalia. El nivel general fue bastante aceptable, sobre todo en su faceta de actores, donde tuvieron una entrega irreprochable. Entre las voces hubo un poco de todo, destacando claramente del resto el impresionante volumen y penetrante timbre de la norteamericana Jennifer Lynn Waters en su papel de Amelia.

Mención especial, para mal, vuelve a merecer la subtitulación de los textos en Les Arts, donde siguen empeñados en actualizar ridículamente las expresiones del libreto, y al final más que una ópera acaba pareciendo aquello un capítulo de “Física o Química”.

Al finalizar, fuertes aplausos para todos los artistas, dirección de escena incluida, de un público que llenaba casi por completo la sala Martín i Soler, con presencia de Consellera, Concejala y una Helga Schmidt que se sentó en primera fila dejando un asiento libre entre ella y Marta Ornelas (esposa de Domingo) a quien no se dignó saludar.

Supongo que estaría demasiado concentrada pensando cuántos contratos sin cerrar se atreve a incluir en la programación de la próxima temporada de Les Arts o cuánto más puede retrasar su anuncio, de forma que cuando mande las cartas a los abonados para la renovación pille al mayor número de vacaciones y sin tiempo para solicitar la baja en el abono. Pues no es lista ni .

Os recomiendo leer la crónica de la función que ha hecho Maac.

viernes, 8 de julio de 2011

BIRGIT NILSSON CANTA SIBELIUS

"Lago Keitele" - Akseli Gallen-Kallela - 1905 - National Gallery - Londres

Con estos calores que corren me ha dado por acordarme de Finlandia y he decidido volver a traer al blog a su compositor más célebre, Jean Sibelius (1865-1957), para que nos refrescara un poquillo con algunas de las más de cien canciones (sången) que podemos encontrar en su prolífica producción.

Como ya conté en el post que dediqué a una de estas canciones, “Var det en dröm?” (¿Fue un sueño?), la inmensa mayoría de ellas no están escritas en finés sino en sueco, idioma de la burguesía de la época en Finlandia y lengua materna del compositor, lo que motivó que fuese la elegida para aquellas obras a las que quería dotar de unas connotaciones más íntimas, como las canciones.

Por eso he querido que todas las piezas de este post estuviesen interpretadas por una soprano sueca, no tanto para conseguir una proximidad idiomática que, no nos engañemos, pocos vamos a apreciar, sino sobre todo buscando una cercanía emocional. Y, ya puestos, pocas opciones se me ocurren mejores que elegir a la inolvidable Birgit Nilsson, a quien podremos escuchar en esta ocasión en cinco interesantes versiones orquestales de otras tantas canciones de Jean Sibelius, acompañada por la Orquesta de la Ópera de Viena dirigida por otro sueco, el recientemente fallecido Bertil Bokstedt.

En primer lugar quería traer una de las primeras sången compuestas por Sibelius, se trata de "Våren flyktar hastigt" (algo así como: La primavera pasa deprisa), la cuarta de las siete que se agrupan dentro de su opus 13. Está escrita alrededor de 1891, con texto, como todas las del ciclo, de uno de los más relevantes poetas finlandeses, Johan Ludvig Runeberg. En ella todavía no encontramos en todo su apogeo el rebosante romanticismo que caracterizará sus posteriores composiciones de principios del siglo XX, prevaleciendo aquí la sencillez y delicadeza, pero dejándonos una breve página de indudable belleza:


video de operazaile

En los últimos años del siglo XIX y primeros del XX, Sibelius entra en una fase de creación compulsiva, y en el terreno vocal compuso las más célebres canciones de su producción dentro de lo que se ha denominado su periodo romántico. Entre ellas se encuentran las pertenecientes a su opus 36, donde Sibelius escoge unos textos en los que la naturaleza escandinava juega, como fue habitual en el repertorio del compositor, un papel muy importante, sirviendo de permanente metáfora a los sentimientos y sensaciones que se quieren transmitir.

La primera de las seis canciones de esta opus 36 es también una de las más conocidas, se trata de “Svarta Rosor” (Rosas Negras), con texto del poeta y pintor sueco Ernst Josephson, donde ya se puede atisbar al Sibelius más romántico en esta pequeña pieza que nos habla del rosal, con flores y espinas, que se apodera del corazón de los amantes:


video de operazaile

La cuarta de las sången de la opus 36 es esta “Säv, säv, susa” (Suspirad, juncos, suspirad), donde la música de Sibelius nos transmite todo el espíritu de los versos del poeta sueco Gustaf Fröding, en los que se pide a los juncos de la ribera que recuerden a Ingalill, una muchacha a la que los celos de sus vecinos llevaron a suicidarse ahogándose en el río:


video de operazaile

Y también pertenece a su opus 36 "Demanten På Marssnön" (El diamante en la nieve de marzo), escrita sobre un texto de Josef Julius Wecksell, una grácil melodía con toques de vals que constituye la última de las canciones del ciclo y es posiblemente la más interpretada del compositor finlandés:


video de operazaile

Y finalizo con la impresionante Höstkväll (Tarde de Otoño), compuesta en agosto de 1903 sobre un texto del poeta sueco Viktor Rydberg, y que es la primera de las cinco sången que integran su opus 38. El propio compositor la definió como un “intenso lamento otoñal” y, en la interpretación que podemos escuchar a continuación, esta intensidad tiene claro reflejo en los apasionados pentagramas de Jean Sibelius inmejorablemente acompañados por la exuberante voz de Birgit Nilsson, quien nos ofrece, una vez más, una magistral exhibición de poderío, brillo vocal y fuerza expresiva:


video de operazaile

viernes, 1 de julio de 2011

EL PALAU DE LA MÚSICA DE VALENCIA ANUNCIA SU PROGRAMACIÓN 2011-2012


En rueda de prensa celebrada ayer por la Presidenta del Palau de la Música de Valencia, Mayrén Beneyto, el subdirector de Música, Ramón Almazán, y el director titular de la Orquesta de Valencia, Yaron Traub, se anunciaron las líneas principales de la programación del auditorio valenciano para la próxima temporada 2011-2012.

La crisis económica que, desgraciadamente, está incidiendo también de forma singular en el ámbito de la cultura, vuelve a dar otra vuelta de tuerca, reduciéndose el presupuesto del Palau casi un 10% más respecto a la temporada anterior, en la que ya hubo serios recortes. Esto se traducirá en cuatro conciertos menos que este año y quizás en que un menor número de artistas relevantes se dejarán ver y escuchar junto a los Jardines del Turia, aunque con todo el nivel es más que digno.

El próximo 2012 se cumplirán precisamente 25 años de la inauguración de este emblemático recinto musical de la capital valenciana y, para conmemorarlo, el 25 de abril se llevará a cabo un concierto, a cargo de la Orquesta de Valencia con Yaron Traub al frente, con el mismo programa con el que abrió sus puertas el 25 de abril de 1987: la «Marcha Burlesca» de Manuel Palau, el «Concierto de Aranjuez» del maestro Rodrigo, y la ópera en versión concierto «La Vida Breve», de Manuel de Falla, que contará en esta ocasión con la participación de la soprano chilena Cristina Gallardo-Domâs y el fantástico Cor de la Generalitat Valenciana.

Tras dedicar este último año a la conmemoración del centenario de la muerte de Gustav Mahler, la Orquesta de Valencia centrará la próxima temporada en compositores valencianos y la música de Johannes Brahms.

Se anuncia la presencia de directores invitados como Rafael Frühbeck de Burgos, Miguel Ángel Gómez-Martínez o Jesús López Cobos, y entre las agrupaciones más relevantes que pasarán por el Palau podemos destacar a: la Akademie für Alte Musik de Berlin, dirigida por René Jacobs, con obras de Haydn y Beethoven; Franz Welser-Möst dirigirá a la Cleveland Symphonie Orchestra el 23 de octubre interpretando la obertura de “Euryanthe” de Carl María von Weber, Doctor Atomic Symphony de John Adams y la Sinfonía nº 4 de Tchaikovski; Michael Tilson Thomas nos visitará el 29 de enero al frente de la London Symphony Orchestra, con un programa que incluirá Preludios de Claude Debussy y la Sinfonía Fantástica de Héctor Berlioz; La Orquesta Nacional de Francia, dirigida por Danielle Gatti, también tendrá su presencia el 26 de marzo con obras de Ravel, Fauré y Debussy; e Ivan Fischer, al frente de la Sinfónica de Budapest, ofrecerá el 11 de mayo el concierto para violín de Beethoven, con el legendario Pinchas Zuckerman como solista.

Entre los solistas, destaca también la presencia del pianista chino Lang Lang, en un concierto, el 19 de abril, donde interpretará obras de Bach, Chopin y Schubert.

En el terreno operístico, está prevista el 10 de marzo la representación en versión concierto de "Roger de Flor", de Ruperto Chapí, que hace dos años vio suspendido su estreno tras la rocambolesca y pueblerina decisión de que se sustituyesen en la letra las referencias a “pueblo catalán” por “pueblo valenciano”. Igualmente, se anuncia para el 18 de febrero “Norma”, de Vincenzo Bellini, también en versión concierto, a cargo de Fabio Biondi al frente de Europa Galante y la Coral Catedralicia; y sendos recitales de Diana Damrau (11 de enero) y Ainhoa Arteta (14 de enero). Lamentablemente, nada se ha dicho de que Waltraud Meier nos obsequie en esta ocasión con su visita anual, en lo que se había convertido ya en una muy agradable tradición.

Otras citas habituales que sí tendrán lugar serán: “El Mesías” de G.F. Haendel, el 18 de diciembre de 2011, con La Risonanza; y una “Pasión según San Mateo”, de J.S.Bach, el 25 de marzo de 2012, con Marc Minkowski y Les Musiciens du Louvre.

El mini-abono de la Orquesta de Valencia parece que se mantendrá e incluirá 6 de sus conciertos repartidos en otros tantos jueves del año bajo el título “Los Jueves de la Orquesta”.

Y mientras tanto, doña Helga Schmidt sigue jugando a un absurdo secretismo respecto a los espectáculos que podrán verse la próxima temporada en el Palau de les Arts, pese a que el Patronato de la institución ya aprobó la programación en su reunión del pasado 29 de junio. Esperemos (aunque sin mucha confianza, no nos engañemos) que el retraso al menos sirva para que la programación de los dos principales recintos musicales de la capital se coordine y no nos sigan castigando con impresentables coincidencias de fechas en las que se restan mutuamente público potencial.