miércoles, 25 de abril de 2012

"LE CID" (Jules Massenet) - Palau de les Arts - 24/04/12


Anoche tuvo lugar el estreno de la ópera "Le Cid", de Jules Massenet, en versión concierto, la última de las programadas en la temporada oficial 2011-2012 del Palau de les Arts. Ya sólo nos quedarán las funciones del Festival del Mediterrani y los "espectáculos sorpresa" que de vez en cuando aparecen anunciados en la web del teatro valenciano, como ese "Dido y Eneas" de Purcell que se ha programado sin previo aviso para el próximo mes de mayo a cargo de los alumnos del Centre de Perfeccionament Plácido Domingo.

Precisamente Plácido Domingo volvió a ser ayer el encargado de portar la batuta al frente de la Orquestra de la Comunitat Valenciana, mientras sigue pensándose si acepta el ofrecimiento de Helga Schmidt, ya comentado en este blog, para ser el director musical titular de Les Arts a partir de 2014. Está claro, y no vale la pena insistir sobre ello, que la dirección de orquesta no es el fuerte del señor Domingo, pese a lo cual, con esta orquesta, los resultados obtenidos no son peores de los que hemos podido tener con algunos directores de más renombre. Y es que la verdad es que esta extraordinaria orquesta puede tocar sola. Aunque si recordamos las prestaciones que han sacado de estos músicos recientemente Fournillier, Davies o Mariotti, la diferencia sí es más apreciable.

En la parte positiva del trabajo de Domingo ayer, destacaría el exquisito cuidado y atención que prestó en todo momento a los cantantes y el acento lírico que supo imprimir en algunos momentos como el dúo entre Rodrigo y Jimena o alguna de las danzas. Menos me gustó un exceso de chimpunismo, cierto descontrol en los vientos o las excesivas paradas que se produjeron buscando el aplauso y haciendo saludar a la orquesta (tras la obertura o el aria de Jimena, por ejemplo). Pero, en conjunto, la valoración que hago de su dirección es positiva y no deslució en absoluto el trabajo de los solistas.

Escuchar a la Orquestra de la Comunitat Valenciana sigue siendo un lujo y el sonido de sus violines y violonchelos me continúa enamorando, estos últimos ayer encabezados por Guiorgui Anichenko y Arne Neckelmann en una actuación fantástica. También destacaron las trompas, oboes y clarinetes y el maravilloso sonido que siempre extrae de la flauta Álvaro Octavio.

El Cor de la Generalitat, dirigido por Francesc Perales, estuvo también inspiradísimo (impresionante ese Réquiem que se marcaron) y contribuyó de forma decisiva a dotar a la obra del aliento épico que subyace a lo largo de la partitura.

El tenor Jorge de León fue el encargado de encarnar el exigente papel protagonista del héroe castellano y pasó la prueba con nota. De León se ha convertido ya en un habitual de Les Arts y tengo que confesar que estoy encantado de que así sea. Poco más puedo decir de lo que ya he comentado en otras ocasiones sobre las virtudes y defectos vocales de este cantante. Sus agudos siguen siendo esplendorosos y se va apreciando una evolución a mejor en cuanto a su fraseo o matices. Ayer nos obsequió con un elegante falsetillo al final del dúo con Jimena del tercer acto, y en su aria "Ô souverain, ô juge, ô pere" ofreció las mejores prestaciones de la noche haciendo vibrar la sala de emoción y obteniendo una larga ovación. A mi juicio, consiguió dotar al personaje del carácter heroico que precisa y, en cuanto ruede un poco más el papel y se encuentre más suelto, mejorarán todavía más sus resultados.

Gran interés tenía por escuchar en directo a la soprano ucraniana Ludmila Monastirska, de quien no pocos aficionados me habían hablado especialmente bien y lo cierto es que no me defraudó en absoluto. Tiene una voz enorme, potentísima, carnosa y muy homogénea en todos los registros que además sabe domar con tremenda sabiduría, regulando cuando es necesario, con medias voces y notas apianadas de gran belleza. En la zona aguda se movió con autoridad y sin que recurriese al chillido o a sonidos abiertos, y también apuntó algunos graves de peso. En su aria “Pleurez, pleurez mes yeux” estuvo excelsa. Una auténtica gozada, a la que tan sólo le pondría el pero de una pésima dicción francesa y cierta frialdad expresiva y poca implicación interpretativa, que en principio yo achaco a un rol poco trabajado, como quedaba en evidencia con su permanente fijación en la partitura. Me encantaría ver a este huracán de mujer en escena encarnando una Lady Macbeth o una Aida (¿oído, Helga?).

La soprano Micaëla Oeste fue una buena Infanta, que mostró una agradable voz lírico ligera con algunos detalles de mucho gusto, como el pianísimo que se marcó al final del dúo con Jimena del primer acto o la delicadeza que aportó al personaje, aunque la poca envergadura de su instrumento quedaba demasiado en evidencia al lado de los decibelios de Monastirska o De León.

Me gustó bastante también el veterano bajo chino Hao Jiang Tian como don Diego, con una voz que, aunque presenta algunas señales de natural desgaste, proyectó con suficiencia y poderío, aportando además unas enormes dosis de expresividad.

Muy correctos estuvieron también Felipe Bou, como Conde, y Josep Miquel Ramón, Mario Cerdá, Leonard Bernad e Isaac Galán en sus pequeños papeles. Menos me gustó el Rey de James Rutheford.


Al finalizar, hubo grandes ovaciones para todos, que fueron especialmente intensas para la pareja protagonista, por parte de un público que no llegó a llenar el Auditorio y donde, como suele ser cada vez más habitual, se vio una numerosa presencia de visitantes extranjeros.

Y precisamente no quisiera finalizar sin hacer una referencia al maldito Auditorio superior de Les Arts. Lamentablemente, una vez más se ha elegido para la representación de una ópera en versión concierto este infame recinto. Y como ellos insisten, pues yo también: señora Schmidt, es impresentable que teniendo disponible la sala principal se programen espectáculos de ópera o música clásica en un Auditorio que no cumple las mínimas condiciones acústicas ni para un concurso de pregoneros. Es vergonzoso tener que escuchar a espectadores que se han desplazado hasta esta ciudad ilusionados por el programa ofrecido e impactados con la estética del recinto, que salen jurando en arameo y echando pestes del sonido de la sala y asegurando que no vuelven.

Como broma ya está bien. Es un insulto a los espectadores, e indigno para los profesionales que allí actúan, ofrecer funciones de ópera en esta cueva. Lleve allí si quiere esos conciertos de música ligera con amplificación, con los que parece que se va a completar la actividad del Palau para sacar unas perrillas, pero deje a la ópera y la música clásica en paz en la sala principal. Lo contrario, a lo único que va a conducir, viendo que las estrecheces económicas pueden apuntar a un mayor número de óperas en concierto, será a la pérdida de abonados, especialmente de aquellos que en la sala principal se ubican en los pisos superiores y que en el auditorio son relegados a unas alturas donde el aire acondicionado o las flatulencias de los acomodadores se oyen mejor que las voces de los cantantes.

Para finalizar, os dejo con un video que han colgado en la web de Les Arts con imágenes de los ensayos de “Le Cid”, con Plácido Domingo y los miembros de la Orquestra de la Comunitat Valenciana:


video de PalaudelesartsRS

Os recomiendo leer aquí la estupenda crónica de Maac.

17 comentarios:

  1. Fantástica crónica!!! La suscribo aunque a mí la dirección del Maestrissimo Domingo me gustó algo más, jejeje... Eso sí, su mejor virtud sigue siendo la atención y mimo a los cantantes, algo que se ve tampoco en los directores actuales.
    Impresionante Jorge en el aspecto vocal, canoro y dramático, espectacular la voz de Jimena y en general un reparto de lujo, en sintonía con la orquesta y el coro.

    Un placer compartir la función con vosotros :)

    Un beso grande!

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  2. Estupenda crónica con la que coincido aunque a mí De León no me acaba, pero dado el panorama tenoril se agradece la presencia de tenores así.
    Estaba especulando yo solito sobre varias cuestiones hace un momento y pensé en la historia de Domingo. A ver qué te parece, es pura especulación:
    1º) Helga ofrece el puesto de director musical a Domingo.
    2º) Domingo se ilusiona pero decide esperar a 2014 para aceptar.
    Entoces se abren dos posibilidades:
    a) Helga Schmidt, que goza de la antipatía de todos los grupos políticos (que con la que está cayendo más les valiera dedicarse a defender otras cosas más importantes como la sanidad o la educación) y parece que pierde apoyos en la cúpula del PP valenciano, no es renovada, con lo cual Domingo no acepta el cargo.
    b) Helga es renovada en 2013 y Domingo acepta el cargo para 2014.

    Ya sabes que estoy totalmente de acuerdo con que el Aditorio Superior se clausure para siempre, es un petardo, de paso se eliman cuatro ascensores y la sala de los toros que no encuentra restaurador, aumentando la capacidad de almacenaje de Les Arts.

    Saludos.

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  3. Papagena: Entre Jorge que está aquí abonado y Domingo que cada vez viene más y le ofrecen quedarse en 2014, espero que tú seas el siguiente fichaje y te tengamos por aquí con más asiduidad. Siempre es un gustazo compartir funciones y charlas contigo.
    Vuelve pronto, y espero tu crónica, seguro que apasionada.

    Maac: Tenores valientes como De León son necesarios y lo principal creo que es que podemos confirmar en estos pocos años ha ido evolucionando a mejor. Ya sé que a veces hay voces que no le llegan a uno, pero creo que Jorge tiene mimbres como para poder llegar a gustar a cualquier buen aficionado.

    Respecto a tus especulaciones, creo que si Helga se queda hay más posibilidades de que venga Domingo. Sin ella no creo que viniese.
    Pero es evidente que desde la GV se la quieren zumbar, con lo que existe el riesgo de que ni Helga ni Domingo. Y, lamentablemente, es la opción a la que le veo más posibilidades de materializarse.

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  4. Estuve anoche en la representación de "Le Cid", una preciosa ópera de Massenet, rescatada del baúl del olvido por Plácido Domingo y prácticamente fuera de repertorio. Tiene una música preciosa y momentos bellísimos. La noche mantuvo el nivel de calidad de esta temporada. Prescindiendo de la ya reiteradamente comentada mala acústica del Auditorio, la noche tuvo cosas muy positivas y otras no tanto. Lo más flojo fue, sin duda, la dirección musical de Plácido Domingo, que nos obsequió con innumerables desajustes llevando toda la noche de cabeza a orquesta, coro y cantantes. La orquesta no sonó como otras noches (recordad la maravillosa "Thais" con Patrick Fournillier) y sólo en algunos momentos ofreció un buen nivel. Y es que, por mucho que se empeñe, Plácido Domingo ni es ni será un buen Director, por muy loable que sea su empeño, dedicación y actitud. Como dice el refrán: "Zapatero a tus zapatos". Lo mismo pasó con el Coro, que sufrió con los constantes desajustes de Domingo, aunque sea un Coro excepcional. Me encantó la soprano ucraniana Liudmila Monastirska, tan inexpresiva como excelente cantante, en un papel el de Chimene, muy difícil y que en su tesitura roza muchas veces con la voz de mezzo-soprano. Estuvo extraordinaria. Tiene una voz inmensa, preciosa, homogénea en todo el registro. Fue bellísimo su tercer acto junto a un Jorge de León pletórico en el agudo y mejorable en el centro. Fenomenal el Don Diego de Hao Jiang Tian. Y es que quien tuvo, retuvo. Muy correcto el resto del reparto. Una gran noche de ópera que recomiendo a todos aquellos aficionados que les apetezca oír una preciosa ópera, no habitual, bien cantada. No se arrepentirán.
    Un aficionado a la ópera.

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  5. Para evitar esa acústica tan traicionera del Auditori, tengo fila 1, así que me pueden pitar los oídos más de una vez.

    Gracias por la crónica, le tengo muchas ganas a esta ópera y a Monastyrska.

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  6. Arian: Te aconsejo que te abroches el cinturón de seguridad porque el hipogrito huracanado de Monastyrska te puede llevar a la fila 35...
    Si vas el viernes igual nos vemos.

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  7. Hola, me encanta leeros a todos. Siempre espero ansiosa vuestros comentarios. En cuanto a la ubicación para escuchar, sugiero la mitad superior del auditorio para mejor acústica (allá por donde se suele sentar Doña Acelga). La mitad inferior es nefasta. No es que le superior sea la bomba, pero se escucha todo más equilibrado. Es increible lo que cambia la acústica de una butaca a otra. En cuanto a la sala principal. Se escucha mucho mejor desde la parte alta de la platea que desde la media o la baja, y también mejor el primer piso que la platea. Es lamentable...
    Por cierto, ¿alguien asistió anoche al concierto conmemorativo del 25 aniversario del Palau de la Música?
    Un saludo

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  8. Gretel: Gracias por tu comentario, aunque no comparto exactamente tus apreciaciones sobre la acústica de las salas de Les Arts.
    En la sala principal es mejor la acústica de los pisos altos. El 4º para mí el mejor.
    En el Auditorio, todo él digno de arder como una falla, desde mi punto de vista es mucho mejor la mitad más cercana al escenario que la mitad superior. Eso sí, siempre que se trate de la parte central, porque en los extremos la acústica es pésima.

    Yo no pude ir al concierto del palau.

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  9. Yo en el Auditori estuve en una fila 10 más o menos centrada y oía de vez en cuando. Volví al cabo de los meses a escuchar la 3ª de Mahler, en fila 6 lateral (la más lateral de todas) y oí bastante bien. En la sala principal me suelo sentar en el 4º piso o en el 3º lateral. De todas formas, es uno de los teatros que mejor acústica tienen, de todos los que conozco, que son unos cuantos.

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  10. Bueno, pues ayer aparecimos por la ciudad del Turia, con bastante calor, por cierto. Más o menos de acuerdo con lo descrito por Atticus, con quien siempre es un placer hablar. Los que saben, saben.

    Me gustó la Monastirska por proyección, metal, seguridad, impostación. De León, tras un comienzo titubeante y algún ascenso muscular ayudado de un golpe de glotis, destapó el tarro de las esencias en el dúo con Jimena (que culminó con un falsete bien apoyado, aunque no me entusiasmen en exceso esos mecanismos) y sobre todo, en su escena, gloriosa, pegando arriba, con squillo y metal por arrobas. Ese agudo final en "oh père" (recordemos que Alagna culminó en Marsella con "vainqueur", que le iba mejor al agudo y le comprometía menos) mantenido y mantenido y más mantenido, me puede hacer una idea de como le puede salir "la pira" del Trovador. En un mes lo comprobaremos.

    Por lo demás, un horror los bajos y muy interesante la hermosa voz del tenor ligero Mario Cerdá e Isaac Galán (que desde que está en el Centre de perfeccionament ha mejorado mucho).

    Domingo supo respirar con los cantantes y estuvo atento. Me gustó en las danzas del segundo acto, el dúo Jimena/Infanta (bien cuidado, porque Oeste tiene voz de jilguerito) y la escena de Rodrigue.

    Un operón "Le Cid" y estupenda la exposición sobre cantantes valencianos del Palau de la Música.

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  11. Gracias por dejarnos tus impresiones, Arian.
    Jorge en la primera parte me gustó menos que el día del estreno, pero en su aria estuvo fantástico y acabó la noche pletórico. Como dices, ahora a esperar con ilusión su Manrico.
    Un placer compartir velada.

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  12. Anoche no pude ver a algun@s amigos que por lo visto acudieron al estreno :-( (el que puede, puede) pero me alegré de ver a otros que no esperaba :-)
    Antes que nada ¿cuando van a cerrar el auditorio? Me da vergüenza que venga gente de fuera a escuchar música y se encuentre con semejante acústica.
    La verdad es que Le Cid no es mi ópera, me aburrí bastante en la primera parte aunque en el último acto disfruté una barbaridad.
    Bravo Jorge, en Les Arts estamos encantados con tus frecuentes visitas, vuelve cuando quieras ;-)
    La Ludmila tiene una voz de metro y medio de ancho, es verdad que sacó adelante una partitura muy comprometida pero a mí no me pone nada, creo que le falta mucha expresividad. Además estaba pegadísima a la partitura (2ª función)
    Bravo orquesta: Oboes, clarinetes, flautas, trompas muy emocionante gracias!!
    El que se comía la partitura con los ojos era Plácido, le debe un par de cafés al concertino pero personalmente me gustaría que se quedara, está claro que no es ni Maazel ni Mehta (ni Fourniller ni Chailly ni . . .) pero creo que con los vientos tan inhóspitos que soplan por el antiguo cauce del Turia nos puede ayudar mucho. Por otra parte tampoco a mí me gustó tanto parón para provocar el aplauso pero es verdad que la obra tiene momentos muy chimpuneros y favorece esos parones.
    Menos mal que Rutherford "se cayó" del papel de Marke que en algún momento de la temporada tuvo asignado según la web de Les Arts.
    ;-)

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  13. Se me olvidaba, un texto de luz blanca sobre un fondo ocre claro en un entorno de muchísima luz queda muy fashion y muy megaguay de la muerte (lástima que no se lea)
    :-(

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  14. Ayer me quedé estupefacto con la Lady Macbeth de Monastirska. No sé si todo lo cantará a ese nivel, pero por lo que dices, como Doña Jimena, rol y estilo alejado del personaje verdiano, mis esperanzas de encontrar a otra gran verdiana aumentan con su llegada.
    Espero que cuando de León nos cante en el Liceu (Pinklerton la próxima temporada) haya mejorado y pulido su canto, a mi después del impacto inicial me desconecta con facilidad.
    En cuanto a Plácido director, habiendo tan buenos directores por contratar me parece que es un tributo excesivo a su espectacular carrera como cantante (no me atrevo a hablar de tenor). Esa patente de corso por ser vos quien sois no debería producirse y menos en los grandiosos teatros que dirige y ante las orquestas que lo hace.

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  15. Álvaro: Ya sabes que discrepamos respecto a la soprano, que a mí me gustó bastante más que a ti.
    Me alegra que menciones lo del concertino porque hubo un momento antológico en que las maderas parecían perderse, Domingo miraba la partitura y él, casi en la espalda de Domingo, enseñaba su violín a las maderas para que le siguiesen.
    En lo de la pantalla de sobretítulos, tienes toda la razón, con tanta luz en la sala se ven mal.

    Joaquim: La Ludmila me gustó mucho, pese a su frialdad en una versión concierto que además no se debía saber muy bien, pero con su voz hizo maravillas. Todos coincidimos en que puede ser una gran soprano verdiana. Esperemos que nos dure.
    De León ha pulido muchas cosas y está evolucionando a mejor claramente y con rapidez. El único problema que le sigo viendo es una excesiva voracidad en asumir papeles que a la larga podrían jugar en su contra.
    Y sobre Domingo, ¿qué quieres que te diga?, yo le perdono hasta que dirija orquestas, que ya es perdonar.

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  16. Suscribo al cien por cien el comentario del "Anónimo", al que por cierto no has respondido supongo que por su anonimato. Estuve con un amigo que es músico y me comentó lo mismo: la orquesta y el coro iban de culo con Domingo, con bastantes entradas a destiempo por parte de ambos grupos.
    Y a la Monastirska me gustaría verla de Tosca cabreada... lástima de inexpresividad.
    Saludos.

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