Ya está en el mercado el segundo disco de Piotr Beczala. Si en 2007 su primer trabajo, “Salut!”, estaba dedicado a arias de ópera francesa e italiana, en esta ocasión nos ofrece una interesante selección de arias de ópera eslava, acompañado por la Orquesta Sinfónica de la Radio Polaca bajo la dirección del jovencísimo Lukasz Borowicz.
Junto a fragmentos de obras más conocidas (“Eugene Onegin”, “Rusalka”, “Iolanta”, “La Dama de Picas”, “El Príncipe Igor” o “Sadko”) el mayor aliciente del disco, aparte de disfrutar de la siempre interesante voz de Beczala, está en descubrir algunas atractivas piezas del demasiado desconocido repertorio polaco, de autores como Zelenski, Nowowiejski o Moniuszko, a quien quería hoy traer al blog.
Stanislaw Moniuszko (1819-1872) es un compositor polaco cuya fama ha trascendido escasamente fuera de sus fronteras, pero que está altamente valorado en su país, casi al mismo nivel que Chopin. Está considerado como el padre de la ópera polaca, aunque anteriormente a él otros compositores, como Kamienski o Stefani, ya habían hecho sus pinitos en este campo. Sin embargo, las óperas de Moniuszko, claro ejemplo de nacionalismo romántico, están profundamente impregnadas del folklore tradicional polaco y fueron las primeras en obtener una importante repercusión popular en su país.
Su primera ópera es también su composición más conocida. Se trata de “Halka”, una obra con libreto de Wlodzimierz Wolski, autor del poema del mismo nombre. En ella se cuenta la historia de Halka, una joven campesina enamorada de un hombre de clase alta de quien queda embarazada y que termina engañándola al comprometerse con la hija de un alto funcionario real, para conservar su riqueza, ante lo cual Halka se suicida.
Es una obra cargada de lirismo, que se ha venido considerando un símbolo del sufrimiento del pueblo polaco por su libertad. Inicialmente compuesta en 1847 como ópera en dos actos, no fue estrenada en Varsovia hasta 1858, tras ser reescrita en una versión revisada en cuatro actos, alcanzando un enorme éxito.
Aquí podemos escuchar a Piotr Beczala en el aria del acto IV “Nieszesna Halka!”, en la que el campesino Jontek, enamorado de Halka desde la infancia, se lamenta de su amor no correspondido:
“Straszny Dwór” (“La Mansión Encantada”) fue estrenada el 28 de septiembre de 1865 en el Teatro Wielki de Varsovia, donde tan sólo se llevaron a cabo dos funciones, ya que, a la tercera, la censura de la Rusia zarista que controlaba el país prohibió que se siguiera representando, no volviéndose a poner en escena en vida del compositor. Realmente no tiene un trasfondo político, como sí lo tenía “Halka”, tratándose de una trama amorosa con toques humorísticos en el seno de la aristocracia, pero no sentó nada bien a la censura zarista.
Narra cómo Stefan y su hermano regresan de servir como soldados en la guerra y juran permanecer célibes para servir mejor a su país, pero, como no podía ser de otra forma, caen enamorados de dos hermanas y para comprobar su valor son invitados a pasar una noche en una casa que se dice encantada. Actualmente es una obra fundamental en el repertorio operístico de su país y en ella Moniuszko alcanza su mayor refinamiento, destacando especialmente por el inteligente tratamiento de los fragmentos corales.
Seguidamente podemos escuchar a Beczala interpretando el aria “Cisza Dokola” (algo así como “el silencio que me rodea”) también conocida como aria del reloj, del acto III de “La Mansión Encantada”, un fragmento que rebosa melancolía, en el que Stefan, rememora su infancia mientras contempla la luna y el sonido del reloj acompaña sus pensamientos:
“Flis”, estrenada en 1858 tras el enorme éxito cosechado por "Halka", fue la segunda ópera estrenada del compositor polaco, pese a ser la cuarta que compuso. Si “La Mansión Encantada” apenas ha trascendido fuera de las fronteras polacas, “Flis” lo ha hecho aún menos, y apenas es conocida por alguna escasa grabación discográfica. Es una ópera en un acto que describe una historia de amor ambientada en los paisajes rurales del río Vistula y también se encuentra fuertemente impregnada de las tradiciones populares polacas.
Para finalizar, escuchamos de nuevo a Beczala, esta vez en el aria de Franek “Plyna tratwy po Wisle”, perteneciente a la ópera de Moniuszko “Flis”:
Si estáis interesados en escuchar el disco completo de Piotr Beczala dedicado a arias de óperas eslavas, hacedme llegar vuestro email y veremos qué se puede hacer…
Junto a fragmentos de obras más conocidas (“Eugene Onegin”, “Rusalka”, “Iolanta”, “La Dama de Picas”, “El Príncipe Igor” o “Sadko”) el mayor aliciente del disco, aparte de disfrutar de la siempre interesante voz de Beczala, está en descubrir algunas atractivas piezas del demasiado desconocido repertorio polaco, de autores como Zelenski, Nowowiejski o Moniuszko, a quien quería hoy traer al blog.
Stanislaw Moniuszko (1819-1872) es un compositor polaco cuya fama ha trascendido escasamente fuera de sus fronteras, pero que está altamente valorado en su país, casi al mismo nivel que Chopin. Está considerado como el padre de la ópera polaca, aunque anteriormente a él otros compositores, como Kamienski o Stefani, ya habían hecho sus pinitos en este campo. Sin embargo, las óperas de Moniuszko, claro ejemplo de nacionalismo romántico, están profundamente impregnadas del folklore tradicional polaco y fueron las primeras en obtener una importante repercusión popular en su país.
Su primera ópera es también su composición más conocida. Se trata de “Halka”, una obra con libreto de Wlodzimierz Wolski, autor del poema del mismo nombre. En ella se cuenta la historia de Halka, una joven campesina enamorada de un hombre de clase alta de quien queda embarazada y que termina engañándola al comprometerse con la hija de un alto funcionario real, para conservar su riqueza, ante lo cual Halka se suicida.
Es una obra cargada de lirismo, que se ha venido considerando un símbolo del sufrimiento del pueblo polaco por su libertad. Inicialmente compuesta en 1847 como ópera en dos actos, no fue estrenada en Varsovia hasta 1858, tras ser reescrita en una versión revisada en cuatro actos, alcanzando un enorme éxito.
Aquí podemos escuchar a Piotr Beczala en el aria del acto IV “Nieszesna Halka!”, en la que el campesino Jontek, enamorado de Halka desde la infancia, se lamenta de su amor no correspondido:
“Straszny Dwór” (“La Mansión Encantada”) fue estrenada el 28 de septiembre de 1865 en el Teatro Wielki de Varsovia, donde tan sólo se llevaron a cabo dos funciones, ya que, a la tercera, la censura de la Rusia zarista que controlaba el país prohibió que se siguiera representando, no volviéndose a poner en escena en vida del compositor. Realmente no tiene un trasfondo político, como sí lo tenía “Halka”, tratándose de una trama amorosa con toques humorísticos en el seno de la aristocracia, pero no sentó nada bien a la censura zarista.
Narra cómo Stefan y su hermano regresan de servir como soldados en la guerra y juran permanecer célibes para servir mejor a su país, pero, como no podía ser de otra forma, caen enamorados de dos hermanas y para comprobar su valor son invitados a pasar una noche en una casa que se dice encantada. Actualmente es una obra fundamental en el repertorio operístico de su país y en ella Moniuszko alcanza su mayor refinamiento, destacando especialmente por el inteligente tratamiento de los fragmentos corales.
Seguidamente podemos escuchar a Beczala interpretando el aria “Cisza Dokola” (algo así como “el silencio que me rodea”) también conocida como aria del reloj, del acto III de “La Mansión Encantada”, un fragmento que rebosa melancolía, en el que Stefan, rememora su infancia mientras contempla la luna y el sonido del reloj acompaña sus pensamientos:
“Flis”, estrenada en 1858 tras el enorme éxito cosechado por "Halka", fue la segunda ópera estrenada del compositor polaco, pese a ser la cuarta que compuso. Si “La Mansión Encantada” apenas ha trascendido fuera de las fronteras polacas, “Flis” lo ha hecho aún menos, y apenas es conocida por alguna escasa grabación discográfica. Es una ópera en un acto que describe una historia de amor ambientada en los paisajes rurales del río Vistula y también se encuentra fuertemente impregnada de las tradiciones populares polacas.
Para finalizar, escuchamos de nuevo a Beczala, esta vez en el aria de Franek “Plyna tratwy po Wisle”, perteneciente a la ópera de Moniuszko “Flis”:
Si estáis interesados en escuchar el disco completo de Piotr Beczala dedicado a arias de óperas eslavas, hacedme llegar vuestro email y veremos qué se puede hacer…
Estoy interesadísimo. Vaya si estoy interesado.(ahora pondría un emoticón de aquellos que silban mirando al cielo.
ResponderEliminarContigo contaba seguro, Joaquim. Sé que eres Beczaliano. Ya he mandado al "angelet" con un regalito.
ResponderEliminarInterrumpo momentaneamente mi retiro forzoso para silbar mirando al cielo yo también, ya sabes que me gusta mucho Beczala. Una pregunta: ¿pertenece a la ópera Halka la famosa aria "Mi Halka galopa y corta el viento"?
ResponderEliminarAtticus, por fin he podido ponerme al dia con tus interesantes entradas de septiembre. Me encantaron tus crónicas austríacas y celebro que asistieras a la espléndida Elektra que he escuchado ya. Incluso diría que su puesta en escena era brutal. Bauer me gustó mucho en el Parsifal del Liceu. Y hasta has conseguido que la Netrebko,(me cae gordita y la prefiero cantando los rusos)suba unos puntos en mi ranking.
ResponderEliminarPero los que de verdad me gustan son los artículos de "descubrimiento" como éste de los polacos. Ha sido un disfrute!
Titus, efectivamente el aria pertenece a la ópera y su intérprete más recordada era Beczalita Castro.
ResponderEliminarKalamar, la puesta en escena de Elektra fue impresionante y la ejecución musical brillante.
Y sobre Netrebko insisto en que en directo es una fuerza de la naturaleza, aunque a mi también me gusta más en unas facetas que en otras, sobre todo cuando se dedica a la ópera rusa.
Gracias por el post sobre este compositor tan poco conocido para nostros lo no polacos.
ResponderEliminarDe m'as est'a decir que estoy interesad'isimo en escuchar m'as de este disco de Beczala.
Saludos
carlosdonofrio@gmail.com