Últimamente no tengo el tiempo que yo quisiera dedicar al blog y no me prodigo mucho por aquí, pero el caso es que si la última entrada que hice la dedicaba a una despedida (la del maestro Mehta, que finalizaba su temporada en Valencia), hoy vuelvo a escribir para dar otro adiós, aunque éste definitivo y mucho más triste. Y es que me ha causado una profunda conmoción enterarme hace unas horas de la lamentable noticia del fallecimiento del músico y periodista Fernando Argenta (1945-2013).
Desde hace tiempo estoy bastante desconectado también de los informativos y de toda su catarata de deprimentes y manipuladas informaciones, así que no tenía ni idea de que Fernando Argenta estuviese gravemente enfermo, con lo que el impacto ha sido mayor.
Además de las influencias familiares o el ambiente educativo en el que nos hayamos podido desenvolver cada uno, estoy seguro de que, igual que ocurre en mi caso, hay muchísimas personas que le deben una parte muy importante de su amor a la música clásica al trabajo que este hombre hizo junto a su equipo durante muchísimos años al frente del programa Clásicos Populares. Los pocos conocimientos que pueda tener yo hoy y mi ilusión por compartir con los demás a través de este blog mi pasión por la música, se lo tengo que agradecer en gran medida a Fernando Argenta.
Han sido innumerables las horas que, día tras día, mientras estudiaba, he pasado junto a esos objetos de anticuario llamados transistor o radiocasete, disfrutando de mi cita diaria con Clásicos Populares y grabando toneladas de cintas vírgenes, que sólo Wotan sabe dónde pararán hoy, con los fragmentos musicales que más me gustaban, acercándome a obras y compositores de los que no había oído hablar hasta entonces, pero que, gracias al buen hacer de Argenta, pasaban desde ese instante a tener un lugar importante en mi discoteca y a ser objeto de búsqueda e investigación para saber más sobre ellos.
Él fue quien me convirtió, por ejemplo, en un apasionado incondicional de Gustav Mahler, a quien hasta aquellos momentos yo consideraba poco menos que un plasta incomprensible con momentos cursis como el de Muerte en Venecia. Precisamente, gracias a un fragmento de la 4ª Sinfonía de Gustav Mahler, su tercer movimiento (Ruhevoll, poco Adagio), gané en una ocasión un concurso en el programa y me llegó a casa un vinilo de música de Gluck que todavía conservo como un tesoro.
video de Peter Calvache
video de Peter Calvache
Siempre me maravilló de Fernando su capacidad para transmitir el mensaje al radioyente de forma sencilla, comprensible y divertida, con lo que lograba que la información se te quedase grabada y tuvieses más interés por conocer y averiguar nuevas cosas. Me encantaba ver su programa televisivo El Conciertazo y fijarme en los rostros concentrados y emocionados de los niños y niñas a los que acercaba a la música clásica con una habilidad envidiable.
Nunca tuve la suerte de conocer personalmente a Fernando Argenta, pero estoy convencido de que era tan buen tipo como parecía ser. Él también padeció en los últimos años la ignorancia, la injusticia y el maltrato, siendo apartado de RTVE junto con otro puñado de ilustres viejos y desapareciendo para siempre el programa Clásicos Populares, y lo peor que salió de su boca era que tenía “sentimientos contrapuestos”.
Espero que estos días se oiga mucho más sobre toda su trayectoria vital y profesional. Yo, simplemente, quería dedicarle un humilde, emocionado y sentido recuerdo agradecido.
Buen viaje, Fernando. Gracias por haberme dado tantos momentos de felicidad y haber consolidado mi amor por la música clásica que, estoy convencido, me ha ayudado a ser mejor persona. Te vamos a echar mucho de menos por aquí, pero tu recuerdo seguirá siendo un ejemplo para todos nosotros.
Eso sí, no quiero ni pensar la que vas a liar por ahí arriba en compañía del cura pelirrojo, el sordo genial o el viejo peluca… De este último, por ejemplo, siempre recordaré que contabas que cada vez que escuchabas el “Erbarme dich, mein Gott”, de La Pasión según San Mateo, no podías evitar que se te saltasen las lágrimas. Hoy has sido tú quien ha hecho que brotasen las mías. Hasta siempre, maestro.
video de thehappymonkey
video de thehappymonkey
Y yo me acabo de enterar al leer tu blog, tampoco sabía que estuviera enfermo. Precisamente en RNE están hablando estos días de su padre. Gracias por el youtube del Erbarme dich, es glorioso.
ResponderEliminarPobre hombre... yo miraba sus programas desde Buenos Aires y aprendi bastantes cosas de el.
ResponderEliminarMe sumo con el mismo sentimiento a todas tus palabras. Anoche, volviendo de un feliz Fígaro, fue como un puñetazo enterarse del callado fallecimiento de esta persona que tanto se hizo querer. Escuché en la radio el programa en el que se despedía (cuando indecentemente le despidieron) de la radio. Escogió el segundo movimiento de la séptima como su pieza preferida. Al final del programa hubo un fallo y no apareció la música prevista, y lo último que dijo después de tantos años de Clásicos Populares fue algo así como "Vaya, hombre, hasta el final pasan estas cosas". El consuelo que nos queda es pensar que una persona así tuvo que saber lo mucho que tanta gente le quería.
ResponderEliminarDesde aquí, con mucho pesar, doy las gracias a la familia Argenta por compartir la música más bella del mundo
ResponderEliminarMe uno a vosotros ( mientras escucho Erbarme dich...)para lamentar la perdida de Fernando Argenta, también lo recuerdo junto a Araceli en el programa "Clásicos Populares" que transmitieron tan fantásticamente bien, el Conciertazo donde regalaban Batutas. Gran comunicador y gran amante de la Música Clásica, ha sido una gran perdida
EliminarSin duda el mejor DIVULGADOR MUSICAL que hemos disfrutado. El agradecimiento es infinito, Fernando donde estés mereces tener la compañía de todos los grandes de la música.
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