Antes de que
comience la temporada (y pretemporada) operística 2017/2018 en el Palau de les
Arts y a pesar de que, lamentablemente, tengo bastante poco tiempo para
dedicarle al blog, no quisiera dejar de insistir en esa tontería que me inventé
allá por 2009 (chúpate esa… maemía…
vamos a morir todos, cómo pasa el tiempo), los ficticios premios Helga de Oro, con los que los lectores del
blog, mediante votación, designan lo que más les ha gustado de entre lo que se
ha visto y escuchado en Les Arts la temporada anterior.
Al igual que siempre,
yo soy el único culpable de los tres candidatos preseleccionados en cada una de
las diferentes categorías. Sé que posiblemente sea discutible alguna presencia
o ausencia, ya que sólo mi personal criterio es el que ha motivado la
selección, aunque estoy convencido de que los mejores de todas las categorías
sí están presentes.
Las encuestas
para que podáis votar y elegir a los premiados de la temporada 2016/2017, se
encontrarán disponibles en la columna de la derecha del blog hasta las 18:00
horas del próximo domingo 17 de septiembre. Si accedéis desde dispositivos
móviles, para ver las encuestas posiblemente tengáis que pinchar primero al
final de la página la opción “ver versión web”.
Como siempre
digo, podéis votar en todas o sólo en alguna de las categorías y, dentro de ellas,
hacerlo a uno o varios candidatos, aunque es preferible que se vote tan sólo a uno.
El sistema de voto no tiene complicación alguna, pero, como repito también todos
los años, las encuestas de blogger
son una porquería y normalmente hay que insistir varias veces en el voto hasta
que queda contabilizado. Fijaos bien en que vuestro voto quede sumado al total.
Bueno, pues
este año los finalistas a los premios Helga de Oro 2017 son:
Mejor dirección escénica
En este
apartado la cosecha no ha sido precisamente prolífica y me ha sido realmente
difícil decidir una terna de candidatos, pero, aunque supongo que habrá quien
discrepe, os tocará elegir entre: el eficaz trabajo de Emilio Sagi para la
producción propia del Palau de les Arts de Lucrezia
Borgia, que fue objeto de una puesta en escena abstracta que funcionó
bastante bien, dejando fluir la acción sin interferirla con demasiadas
imbecilidades; la original concepción del polifacético Intendente Davide Livermore para otra producción propia
del Palau de les Arts que vimos en junio, la estupenda The turn of the screw, donde se supo reflejar la fuerza dramática
de la obra con un impecable trabajo de dirección de actores; y de nuevo Emilio
Sagi por su propuesta para la producción que cerró la pasada temporada, Tancredi, donde el director asturiano
ofreció un trabajo de gran fuerza visual, impactante escenografía y dejando que
los cantantes fuesen los protagonistas del escenario.
Mejor dirección musical
Los tres directores
que, al menos a mí, más me han convencido esta temporada han sido: Ramón Tebar, por la intensidad,
sensibilidad y sentido dramático que nos brindó en La Traviata, constituyendo posiblemente lo mejor de esa mediática cita;
el ya habitual en este apartado Henrik
Nánási, que volvió a brindarnos un excelente trabajo de batuta en Werther, potenciando la bellísima
partitura con un sonido orquestal espectacular, lleno de detalles y matices; y la
labor del codirector titular de la casa, el italiano Roberto Abbado, con su magnífica dirección de Tancredi, ofreciendo transparencia, nervio y sentido rossiniano,
pese a tener que dirigir con un brazo en cabestrillo.
Mejor Tenor
En este apartado
no hemos andado muy sobrados este año. El habitual Gregory Kunde creo que merece volver a participar en la categoría por
haber superado con nota alta el complicado papel de Arrigo en las decepcionantes Vespri
siciliani que inauguraron la temporada; también creo que, aunque yo
personalmente me esperaba más de él, el francés Jean-François Borras puede estar entre los tres finalistas, por un Werther al que dotó de gran elegancia y
muy ajustado en estilo; y, por último, una de las sorpresas de la temporada, el
tenor chino Yijie Shi que en Tancredi nos ofreció un estupendo Argirio, papel diabólico donde los haya,
y aunque su timbre es ingrato mostró conocimiento del canto rossiniano y un
poderío en el agudo incontestable.
Mejor Bajo/Barítono
En esta
categoría posiblemente haya quien nuevamente me cuestione que no esté optando
al premio Plácido Domingo por su
interpretación de Germont, pero,
independientemente de que lo merezca o no, sigo resistiéndome a clasificar como
barítono a quien no lo es. Mis finalistas son: el barítono Juan Jesús
Rodríguez, en mi opinión lo mejor de I
vespri siciliani, quien nos brindó una solemne lección de fraseo verdiano; también
en esa ópera que inauguró temporada destacó la profundidad, gravedad y peso de
la voz del bajo ruso Alexánder Vinogradov; y otra de las sorpresas del pasado año fue el bajo croata Marko Mimica, que nos ofreció un Alfonso d’Este de voz imponente, de auténtico bajo, en Lucrezia Borgia.
Mejor soprano
Sin ninguna
duda el apartado estrella de los premios de este año será la categoría de mejor
soprano, donde tenemos una terna finalista de primer orden que creo que no
admitirá discusión. La soprano letona Marina
Rebeka es una Violetta
internacionalmente reconocida que nos sedujo con su rica, potente y timbrada
voz en aquella Traviata valentinesca
de glamour y alfombra roja; un año más hemos tenido la suerte de poder
disfrutar de la maravillosa voz y sublime lección estilística y técnica de la
gran Mariella Devia, quien en Lucrezia Borgia volvió a poner la platea
de Les Arts patas arriba; y la temporada finalizó con otra exhibición de
técnica belcantista a cargo esta vez de la soprano Jessica Pratt, quien deslumbro en Tancredi como Amenaide,
obteniendo algunas de las ovaciones más largas que yo he escuchado en este
teatro desde su inauguración.
Mejor mezzosoprano
En esta categoría
no hemos tenido este año tanta competencia como en la de mejor soprano, pero ha
habido interpretaciones relevantes que creo justo destacar. La valenciana Silvia Tro, en Lucrezia Borgia, fue un excelente Orsini, luciendo una vez más su bello timbre, depurado fraseo y exquisita
musicalidad; la Charlotte de Anna Caterina Antonacci dejó en
evidencia que la voz de la cantante italiana se encuentra lejos de sus mejores
años, pero sin embargo la traigo aquí por la grandeza dramática y expresiva que
supo imprimir al personaje; el papel protagonista de Tancredi lo lleva ya impreso en su ADN Daniela Barcellona, y en la ópera que cerró temporada volvió a
mostrar su autoridad con un fraseo intenso e incisivo y una expresividad
mayúscula.
Mejor espectáculo de la temporada
En este apartado,
como repito siempre, se trata de premiar aquella producción que, valorada en su
conjunto (dirección escénica, musical y solistas), nos haya parecido la ópera
más redonda y equilibrada de las que pasaron por Les Arts. Mis candidatas de
2017 a esta Helga de Oro son: La Traviata, Lucrezia Borgia y
Tancredi. Posiblemente sea esta
la categoría en la que yo creo que la victoria está más clara, pero como hay
gente pá tó, vosotros decidís.
Hasta aquí las
candidaturas que he seleccionado este año. Ahora os toca a vosotros ir a la
columna de la derecha y votar. Gracias por vuestra participación.
Hola Atticus
ResponderEliminarYa estaba echando de menos la votación de todos los años
Yo ya he votado
De que andas muy liado pero hecho de menos tus comentarios
A ver si nos vemos esta próxima temporada
Saludos
Pues seguro que nos vemos esta temporada. Cosa distinta será que nos identifiquemos porque entre Atticus y Anónimo... complicado estará... ;-)
EliminarYa está. Dificilillo como casi siempre (creo que, excepto con la Barcellona, si votara mañana igual votaría diferente) pero no me lo he pensado y he votado según el primer impulso que me ha venido. Saludos y força para esta temporada que ya llega.
ResponderEliminarLa verdad es que hay alguna categoría en la que está la cosa complicada de decidir.
EliminarYa va habiendo ganas de que empiece el tomate que el mono aprieta.
Un abrazo
Una pena que el apartado de mezzos no incluya a Vivica Genaux. Estuvo fantástica en Píramo y Tisbe. Un saludo.
ResponderEliminarHola Diego, estamos de acuerdo. Genaux compuso un soberbio Píramo y podría haber estado entre las seleccionadas.
EliminarLo que ocurre es que no suelo incluir las versiones en concierto en estos premios, donde suele estar ausente la parte escénica (esta vez fue semiescenificada) y especialmente si tienen lugar en esa cosa infame que llaman Auditorio y que dificulta tanto la adecuada escucha de las voces.
Pero tienes razón, quizás Genaux hubiera debido estar ahí.
Un saludo y gracias por tu comentario.