miércoles, 9 de diciembre de 2009

"CARMEN" ABRE TEMPORADA EN LA SCALA


El día de San Ambrosio (7 de diciembre) es una cita obligada para todo amante de la ópera, pues supone el inicio de la temporada en el templo por excelencia del género, el Teatro alla Scala de Milán. Tradicionalmente, el día de San Ambrosio, patrón de la ciudad, ha supuesto un antes y un después para muchos músicos y cantantes, pues la apertura de la temporada milanesa (la prima della Scala) podía encumbrarte o hundirte definitivamente, en el tiempo que dura una representación operística.

Hay que reconocer que hace ya algunos años que la prima no es lo que era, tanto por el nivel de la propuesta artística que se escoge para abrir la temporada, como por haberse convertido en un acontecimiento casi más social que musical, donde se aprovecha para exhibir todo el glamour y la decadencia de los que son capaces los milaneses cuando se ponen a ello. Pero la magnitud mediática del evento sigue siendo importantísima, como se aprecia en el hecho de que la función del lunes fuese retransmitida en directo en cines de 25 países y por televisión, en “falso directo”, por el canal Arte.

La obra escogida en esta ocasión para abrir la temporada ha sido “Carmen” de
Georges Bizet, una ópera que no inauguraba la sesión milanista desde 1984, presentándose ahora una producción con dirección artística de Emma Dante y musical del maestro Barenboim, y la presencia protagonista del tenor alemán Jonas Kaufmann, como Don José, y una desconocida georgiana procedente de la "Academia de Perfeccionamiento de La Scala", Anita Rachvelishvili, como Carmen.

La dirección artística, como decía, corrió a cargo de la siciliana Emma Dante, una,
presuntamente, innovadora directora de teatro que tiene su propia compañía teatral en Palermo, y que recientemente se jactó en una entrevista de no haber pisado jamás La Scala hasta que fue contratada para esta “Carmen” y no haber asistido nunca a una representación en un teatro de ópera. En los días previos al estreno, la propia regista se dedicó a difundir que se trataba de una puesta en escena completamente provocadora con monjas, violaciones, féretros en escena y majaderías por el estilo. Pues bien, de eso casi nada. Finalmente la propuesta de la Sra. Dante no fue tan osada, aunque sí tan estúpida o más de lo que se esperaba, pero precisamente por quedarse a medio camino en todo, sin aportar absolutamente nada nuevo.
En realidad fue una puesta en escena muy tradicional, que recordaba en muchos momentos a
otras producciones clásicas, dando a la obra, eso sí, un aire más siciliano que andaluz y adornándolo todo con elementos esporádicos claramente buscados para provocar, pero que lo único que motivaban era risa y vergüenza ajena. Se ve que la señora Dante pensó: “¿cómo puedo provocar al respetable?, pues con religión, sexo y violencia. Así que les voy a dar un poco de todo esto, pero no demasiado no se vayan a molestar”. Y le salió muy mal la jugada.
La violencia aparecía esporádicamente, pero sin un planteamiento de fondo que diese coherencia al discurso. La escena de la pelea de las cigarreras comenzó con algunas con la boca abierta como si estuviesen gritando,
mientras eran sujetadas por los pelos, y culminó con uno de los soldados pateando en el suelo a una de ellas que acababa sangrando por la boca. Otro de los momentos de exposición gratuita de violencia fue en la canción del toreador, donde, mientras Escamillo cantaba sus hazañas taurinas, se desplegaban tras él dos fotografías de toros muertos y ensangrentados, desviando claramente la atención de donde tenía que estar que era en el cantante. Y por último, culminó el acto cuarto con una presunta violación deprisa y corriendo, metida con calzador, de Don José a Carmen, antes de matarla, carente de nuevo de toda coherencia con el resto de la propuesta.
Con el tema religioso, más de lo mismo, presencia de curas y monaguillos con enormes cruces y Cristos en escena sin sentido ni coherencia alguna.
Otra estupidez king size fue que Escamillo tuviese que salir siempre a
escena acompañado por unos personajes disfrazados que parecían la Moma del Corpus. Especialmente ridículo resultó el desfile de las cuadrillas del acto cuarto, con botafumeiro sevillano, mozos de San Fermín, exposición de exvotos, las Momas de Escamillo al frente del cortejo y un cura con teja comandando, cruz en alto, a los toreros, banderilleros y picadores, que eran siempre los mismos cuatro boys, con pecho descubierto y pantalón de luces, y desfilando de rodillas… Pabernosmatao.
En definitiva una puesta en escena pretenciosa y ridícula que obtuvo su justo pago en un sonorosísimo abucheo final, principalmente proveniente del Loggione, que dejo a la Dante con cara de circunstancias y al borde de la lágrima.

La dirección musical de Daniel Barenboim fue a mi juicio muy notable, pese a abusar un tanto de los tempi lentos, pero logrando una perfecta conjunción de la orquesta y siempre pendiente de los cantantes, mostrando una sutileza y musicalidad enormes en todo momento.

Excelente fue también el rendimiento de los Coros, luciendo especialmente el masculino.

Jonas Kaufmann es, sin ninguna duda, una de las voces más interesantes del panorama actual
y el mejor Don José que puede subirse ahora mismo a un escenario. De auténtica referencia es su “Carmen”, junto a Anna Caterina Antonacci, del ROH londinense en 2006, y el lunes en La Scala volvió a demostrar su dominio del personaje. A punto estuvo de no hacerlo, pues su ausencia en el pase para jóvenes por una indisposición, desató todas las alarmas y se especuló con su presencia o no en tan esperado estreno, pero al final el tenor alemán actuó y lo hizo, como suele ser ya habitual en él, con absoluta brillantez. Llevó a cabo una interpretación vocal y actoral extraordinaria. Derrochando expresividad, matizando cada frase con un gusto exquisito, con unos pianissimi y medias voces antológicos, transmitiendo emoción en todo momento por los cuatro costados. No hay otro Don José como Kaufmann.

Anita Rachvelishvili, a sus escasos 25 años, fue la gran triunfadora de la noche. De entrada hay que destacar la seguridad y desparpajo con que afrontó el reto de protagonizar una prima della Scala retransmitida internacionalmente, sin que flaquease en ningún momento. Anita (de apellido imposible) lució una voz de bello timbre y equilibrada, con un buen registro agudo, un centro poderoso, y los graves quizás algo faltos de redondez, pero hay que pensar que está comenzando su carrera y creo que con el tiempo puede llegar a ser una cantante muy destacable. Su actuación dramática estuvo a la altura de Kaufmann en muchos momentos, con fuerza escénica y expresividad, aunque mostró algunas carencias en sus movimientos, abusando del levantamiento de falda y golpe de melena, y en las escenas de baile estuvo torpona. Pero en conjunto, una destacable Carmen que puede tener un futuro importante por delante.

Erwin Schrott como Escamillo fue de menos a más. En la canción del toreador perdió varias veces la impostación y llegó a desafinar, no sé si sería debido al espanto que le produciría verse la pinta que tenía con esa ridícula montera que le colocaron. Sin embargo su comportamiento en el tercer acto fue espléndido. Dotó al personaje de un aire chulesco y donjuanesco, y demostró una vez más ser un muy buen actor.

Adriana Damato, como Micaela, en lugar de una inocente adolescente parecía una vieja resabiada. Presentó una voz oscilante, brusca, chillona y sin matices, absolutamente inapropiada para el personaje.

El resto de reparto, bastante aceptable, especialmente la Frasquita de Michéle Losier.

Al final, enormes ovaciones para Barenboim, Kaufmann y Anita Comosellame, viéndose a
ésta enormemente emocionada. Fuertes aplausos para el resto del elenco y Coros, salvo para Damato que recibió algunos tímidos abucheos. Para la directora artística Emma Dante, tremendo abucheo que no gustó nada a Barenboim, quien salió abrazado a ella posiblemente para intentar, inútilmente, aplacar la ira del Loggione milanista.

Y mientras todo eso ocurría en el interior del teatro, en el exterior, bajo la lluvia, un centenar de trabajadores protestaba por las consecuencias de la crisis económica, lanzando huevos al público que acudía de etiqueta a la representación del coliseo milanés, mientras gritaban: "La presa della bastiglia è vicina!! Lasciamo all'aristocrazia gli ultimi istanti di fama....prima del patibolo! Il popolo ha fame:.....dategli brioches" ("La toma de la Bastilla está cercana, dejemos a la aristocracia los últimos instantes de fama antes del patíbulo. El pueblo tiene hambre...dadles brioches"). Casi ná, y eso que no vieron las chorriocurrencias de Mariemma.

Para finalizar os dejo con el video de Kaufmann y Anita en la escena final, con pseudoviolación y procesión incluidas:

15 comentarios:

  1. ¿Sabes lo que he pensado esta mañana? Que para tragarse la Carmen de Saura más vale la empanada quattro stagioni de la Sra. Dante, que, por cierto, me cayó muy bien al ver la dignidad y la elegancia con la que sobrellevó el abucheo, y además, me dio mucha pena.

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  2. Sr. Finch

    Estupenda crónica, coincido absolutamente contigo en la apreciación musical, quizás con algún matiz; Barenboim, me encantó, su versión de Carmen es de reclinatorio, a pesar de los tempi, o quizás gracias a ellos, desplegó toda la musicalidad, colorido y sensualidad de la obra.

    Respecto a la puesta en escena; cómo sois, tan mal tan mal...a mi me pareció desproporcionado el abucheo. Como dije en el blog de Don Joaquim es una suma de desatinos y unida a esa especie de enfermedad de "horror vacui" que padecen algunos directores por la cual empiezan a llenarse la escena de imagenes absurdas, pretendidamente originales. Pero bueno, al menos no los han colgado como salchichones, ni los han vestido de geyperman que de eso nosotros aquí sabemos y tenemos bastante ...Me cachis, cómo sois de exigentes.

    Enhorabuena por la crónica!

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  3. Por lo que cuentas fue un espectáculo "dantesco". Seguro que los que abuchearon eran cuatro hooligans afrancesados.

    Yo, sin haberla visto, también prefiero esta Carmen a la de Saura. Vamos, es que prefiero cualquier cosa a la de Saura, hasta una versión concierto.

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  4. Estupenda tu crónica, como siempre.

    Yo tuve la ocasión de verlo en el cine y coincido contigo en todo.
    La cara de la Dante al final fue tremenda. Estaba descompuesta. El mal gusto que nos ofreció en la obra no debía ser forzado, sino natural, pues el vestidito que llevaba la moza con enorme pajarraco brillante, era de nota.
    Pero ¿es que esta señora se esperaba salir triunfante de un estreno en La Scala con esas payasadas que se sacó de la manga?.

    Kaufmann el mejor tenor lírico de la actualidad. No entiendo a esa gente que anda por otros foros criticándole que si canta desde las rodillas, que si engola, que si no resuelve el pasaje... Cuando se canta con tanto sentimiento como él lo hace, todas esas tonterías sobran. Parece que se trate siempre de criticar al que triunfa.
    Y encima es guapo hasta doler.

    Besos

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  5. Pues yo tuve la ocasión de acudir a una Carmen de Saura en Les Arts hace un par de años y, dentro de mi ignorancia porque a mí me asombra todo, me pareció aceptable, muy aceptable la puesta en escena.

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  6. Maac: Entre Saura y Dante yo también me quedo con Dante, por lo menos nos hizo reir (impagable ese desfile de las cuadrillas).

    Assai: A mí también me gustó Barenboim, pese a que se le ha criticado por ahí. No te voy a decir que fuese una dirección referencial, pero me resultó interesante. Yo sí considero que fue merecido el abucheo a la propuesta de Dante, sobre todo tratándose de una prima scalígera. Fue una ridiculez y una tontunada de marca mayor. Sólo faltó, como dices, que hubiesen colgado por los pies a Kaufmann para cantar la fleur mientras una panda de fureros retiraban el mobiliario escénico con todo el ruido posible.

    Titus: Desde luego que fue "dantesco", ja, ja... Los abucheadores fijo que eran los mismos puristas afrancesados de Les Arts, o eso se cree Helga.

    Lidia: La Dante realmente se descompuso al ser abucheada. El vestidito es verdad que era horrendo. Adecuado complemento a sus onanismos mentales. Estoy totalmente de acuerdo en lo que dices de Kaufmann, aunque a mi no me duele lo guapo que sea.

    Leòne: Efectivamente ese es el montaje al que nos referimos. Y hay una absoluta coincidencia en que ha sido la peor puesta en escena de todas los que han pasado por Les Arts, pero bueno, si a ti te gustó, para gustos los colores... Puedes volver a verla porque amenaza con reponerse en el festival del mediterrani del junio próximo, eso sí, con Elina Garanca y Marcelo Alvarez cantando, que aliviarán un poco el castigo visual.

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  7. A mi también me dio pena la Dante..porque ella se come el marrón sola..pero casi nunca en estos casos la culpa es de uno solo...también de gente que nunca se subirá a un escenario y aguantará el tipo como ella.
    A mi no me gusta la producción, pero por lo menos , mala o buena, hay una idea que se puede comprender facilmente. Yo todavia estoy pensando que pintaban los fureros pasando la mopa en el Siegfried.
    No pude ver la Carmen de Les Arts cuando se estrenó, espero verla este verano pero siendo de Saura...estoy casi segura que me gustará menos aun :)))

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  8. Ya que no pude acudir a la llamada del cine, que bastante rabia me dio, me hago perfecta idea de lo sucedido, gracias por contárnoslo y a los demás por comentarlo y por el youtube en el que el guapísimo de Kaufmann luce una voz clara y preciosa. Respecto de Anita no tengo suficientes elementos de juicio. Me sumo a los que reniegan de la Carmen de Saura y cualquier danticidad me parece mejor. Los puristas afrancesados se están poniendo las botas este año, jejeje.

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  9. Os recuerdo que la Carmen de Saura sufrirá operaciones de cirugía estética, la anuncian retocada.
    Yo creo que lo que tendrían que hacer es una falla con ella y quemarla el 19 de marzo, para salir del paso pueden traer la escenografía de Il trovatore del Liceu, se adapta muy bien a Carmen y la pueden usar en Salome, de paso que la guarden porque presiento que es una puesta muy socorrida y que hará historia. Ahora mismo se me acaba de ocurrir que la podrían dejar fija, si hay que ahorrar, pues se ahorra. Es el nuevo concepto de puesta en escena, la prêt-à-porter, pero cuidado que esto ya lo había inventado Robert Wilson. Es también un poco lo que hacían los griegos en sus teatros, un decorado para todas las tragedias y todas las tragedias para un decorado. Espero que haya aprendido el Sr. Saura una cosa de la Sra. Dante, que las personas tenemos capacidades para él parece que desconocidas, si movemos las piernas nos desplazamos, nos podemos agachar, sentar, tumbar, dar volteretas, andar de rodillas... bueno... hasta podemos llevar la cama a cuestas y los arbustos de sombrero.

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  10. Kenderina: Está claro que la Dante no será la única responsable del despropósito, pero el chorreo que recibió es parte del precio que debe pagar por no haber gustado su propuesta, la cual, si hubiese sido un éxito, no te quepa duda que se hubiera vendido también como éxito debido sólo a su genialidad.
    Respecto a la Carmen de Saura ya te adelanto yo que, sin duda, te gustaría aun menos.

    Mimenor: Me alegra leerte. Este año, efectivamente, los puristas afrancesados, como nos denomina Helga a los abucheadores de sus Troyanos, nos estamos poniendo las botas.

    Maac: Me apunto a la cremá de la falla de Saura, sin ninot indultat que valga. La puesta en escena de Il Trovatore del Liceu se transporta rápido, cabe hasta en una bolsa de Mercadona.
    Tienes razón, esa vacuidad presuntamente genial ya hae tiempo que Wilson se la sacó de la manga, aunque cuidando mucho más el lenguaje, el movimiento y la iluminación. Efectivamente, Saura puede aprender hasta de la Dante, que ya es decir...

    Gracias a todos por vuestros comentarios

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  11. No vi la "peli" el pasado 7, y eso que iba camino de Kinepolis cuando sonó el móvil y ...

    pero he disfrutado con la crítica, el video y los comentarios.

    Me duele lo de Saura, porque hasta esa Carmen, lo adoraba, pero coincido con todos en que fue infumable, aunque creo que las he visto peores, por que La Boheme (antes de romperse la plataforma) no tenía desperdicio. (de mala)

    Insisto, Atticus, muy buena crítica.

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  12. Gracias Alfredo, por pasarte por aquí y encima disfrutar. Esto es lo que le compensa a uno.
    La Boheme yo no la vi, pero creo que tampoco fue moco de pavo.
    un abrazo

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  13. Atticus,
    Yo, como soy de donde soy lo pagaría todo o no pagaría nada y, créeme, tus crónicas están en el top ten del parqué más lujoso: Me he reído con tus geniales ocurrencias, he aprendido un poco más de música y coincido contigo en que la Carmen de Antonacci-Kaufmann es un referente. Su Don José es el Don José de estos años.
    Aúnque que corresponda al post anterior, gracias por corresponder a mi pequeña aportación sobre Hahn-Proust. Ya te lo habrán dicho miles de veces: You're a gentleman.

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  14. Totalmente de acuerdo con Glòria, me lo he pasado muy bien leyendo esta crónica y aunque seas un purista afrancesado sin remedio también hay que decir que todo un caballero, si señor.
    Disfruté bastante más de lo que pensaba viendo esta Carmen (ya que no es precisamente la ópera de mi vida) y aunque la vimos en cines distintos es como si la hubiéramos visto en el mismo ya que básicamente coincido con tus apreciaciones aunque el castigo para la escena me pareció demasiado dantesco, yo creo que no era para tanto. Por lo visto los loggionisti también deben ser una panda de puristas afrancesados, . . . están por todos lados oiga!!
    Yo tampoco ví aquella Boheme, creo que la mayoría teníamos el único turno de abono que se quedó sin verla.

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  15. Caramba, Glòria y Álvaro, me habéis hecho ruborizar. Muchas gracias por vuestros inmerecidos elogios y vuestros siempre inteligentes comentarios.
    Un abrazo. Bueno, dos, uno para cada uno.

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