En medio del aluvión de noticias que están
apareciendo en los últimos días informando sobre las huelgas, EREs,
subvenciones y negras perspectivas de futuro que afectan al Palau de les Arts,
ayer se publicaba una información que me costó creer que iba en serio y no era
un chiste de humor negro acerca de la situación que se vive actualmente en el
teatro de ópera valenciano. El titular decía: “El Manicomio de los Horrores frente al Palau de les Arts”.
Desde luego no podían haber encontrado
mejor emplazamiento. Es más, si se trasladasen al interior del edificio de Calatrava, se encontrarían en su salsa,
porque nuestra casa de ópera es cada día más una casa de locos que causa
horror.
La semana comenzaba con el anuncio de que el
62% de los trabajadores de Les Arts había aprobado el preacuerdo alcanzado
entre el Comité de Empresa y la dirección, por el que finalmente parece que
serán 40 trabajadores los que perderán sus empleos, en lugar de los 117 que
proponía la empresa. La noticia se vendió con una, a mi juicio, inapropiada
alegría que, supongo, a las 40 personas que se van a ir a la calle no les hará demasiada
gracia, por mucho que se haya evitado una masacre que sólo podía conducir al
cierre del teatro. Además, se obviaban el resto de condiciones implícitas en
ese acuerdo que van a conllevar unos severos ajustes laborales y económicos que
afectarán de forma indiscriminada al personal técnico, administrativo y
artístico.
Esto último ha motivado que los músicos de
la Orquesta de la Comunitat Valenciana
hayan manifestado su expresa oposición al acuerdo alcanzado y, lo que es peor,
advierten de que las fugas de intérpretes han comenzado y que, de seguir así,
está condenada a su progresivo deterioro y desaparición.
Por si fuera poco, el proyecto de
Presupuestos Generales del Estado vuelve a reflejar el agravio comparativo que
recibe la ópera en Valencia. Lejos quedan aquellas promesas de nuestros
indignos gobernantes autonómicos anunciando que la Administración Central se
incorporaría a los órganos de gobierno de la Fundación y que su aportación económica
se igualaría a la de los principales recintos operísticos del Estado. No sólo
nada de eso ha ocurrido, sino que ya el año pasado se bajó de los 846.450 euros
de 2012, a 423.230 euros, y para 2014 se anuncia una aportación de 397.000
euros, 25.000 menos; mientras que el Teatro Real mantendrá sus 8.700.000 euros
y el Liceu los 6 millones y medio de euros. La Maestranza sevillana recibirá
más de un millón, y otros como la ABAO o el Festival de Música y Danza de
Granada se beneficiarán también de aportaciones superiores a la de Les Arts. Y eso
por no mencionar otras vertientes culturales, como el milloncejo de euros que
se va a llevar una entidad privada como la Hermandad de la Macarena sevillana.
Mientras tanto, la gestión del teatro
valenciano, en cuanto a los cambios sin previo aviso de intérpretes y
espectáculos, vuelve a ser un auténtico desastre que causa indignación y
vergüenza ajena. Cuando ya se ha culminado la renovación de abonos y ha
comenzado la venta general de localidades, estando apenas a dos semanas
para inaugurarse la temporada que se anunció a finales de julio, ya tenemos algunos
cambios importantes.
También se ha cambiado de fecha, con las entradas
vendidas, una de las dos representaciones previstas del “Réquiem” de Verdi bajo
la dirección de Riccardo Chailly. Se
anunció inicialmente para los días 11 y 13 de diciembre y, nuevamente sin
explicación ni aviso alguno, se cambia al 12 y 13. Y al que tenga entradas para
el 11 y no pueda acudir el 12, que le den chopped.
Para “La Traviata”, de Giuseppe Verdi, que inaugurará
temporada el próximo día 19, ya tenemos también dos variaciones respecto a lo
anunciado inicialmente. El papel protagonista será interpretado por la interesante
soprano búlgara Sonya Yoncheva, pero
para el día 2 de noviembre ha aparecido por arte de magia schmidtiana la soprano siciliana Jessica Nuccio, de quien no tengo la más mínima referencia y de la
que no cuestiono su valía, pero me consta que muchos abonados del turno G se
han sentido estafados.
También ha habido cambio de tenor. El
rumano Stefan Pop ha desaparecido
del reparto y en su lugar se anuncia a un habitual ya de Les Arts, el italiano Ivan Magrì, a quien ya pudimos ver el
año pasado en “I due Foscari” y “Rigoletto” y que también se prevé que
sea el Gabriele Adorno de un “Simon Boccanegra” para el que, por
cierto, todavía no se sabe quién será el director musical.
Independientemente de las causas que hayan
originado todos estos cambios, esto no es serio. Es una vergüenza que siga
manifestándose un desprecio semejante hacia el público que parece no merecer
explicación ni anuncio alguno de las variaciones en los programas. Me apuesto
mi colección de Mortadelo a que más
de uno se plantará en los alrededores de Les Arts el próximo viernes esperando
ver esa cabalgata musical wagneriano-verdiana y se va a quedar allí con cara de
idiota.
Ya dije en un post anterior en el que
comentaba el avance oficial de la temporada que se ofreció en la web de Les
Arts, que todavía nos aguardaban muchos cambios y sorpresas respecto a lo que
se anunciaba y os recomendaba guardar esas informaciones para irlas
contrastando según avanzase la temporada con lo que realmente se ofrezca,
porque suele ser divertido… pero realmente lo que es, es triste, muy triste...
Cada vez me gusta más la música de cámara, eso no nos lo quitarán. He disfrutado muchísimo en ese teatro, con eso me quedaré. La próxima temporada al Real y al Liceo (muy de vez en cuando, claro).
ResponderEliminarComo antaño. Viva la consellera!!! :-(
Veremos si alguien consigue enderezar esto, porque si no, tiene todas las trazas de irse a pique. Aunque todos los años empezamos igual de pesimistas y acabamos, mal que bien, teniendo temporada.
EliminarDespués de dos años asistiendo regularmente a las funciones del Palau este año me he abonado. Con estas cosas a uno le pasan las ganas...
ResponderEliminarA veces resulta difícil creer que puedan seguir cometiendo los mismos errores año tras año y parece que estén deseando que se cierre el chiringuito
EliminarVamos a ver, la Hermandad de la Macarena se lleva un millón de euros correspondiente a una subvención solicitada y obtenida con el último gobierno de Aznar por estar incluida dentro del Plan de Catedrales, anulada por el gobierno de Zapatero, recurrida en los tribunales por la corporación, perdidos los recursos interpuestos por la administración, y que ahora el gobierno actual se ve obligado a incluir en los presupuestos por una sentencia que no admite más recursos. Por lo tanto, ese milloncejo es totalmente legal en su inclusión en los presupuestos. No mezclemos churras con merinas.
ResponderEliminarComo su nombre indica, todo lo que esté incluido en la Ley de Presupuestos será legal, desde la subvención a la Macarena hasta la paguilla a Les Arts. Y no pretendía mezclar churras con merinas, aunque ovejas sean ambas, ni criticar que se le dé dinero a la Macarena, por los motivos que sea, pero el caso es que, de los Presupuestos que pagamos todos, a ésta le van a caer más de un millos de euros y a un teatro de ópera en activo, con una orquesta y coro de primera línea y con cerca de 400 trabajadores a punto de irse al paro, menos de la mitad.
EliminarPues no dices nada, Atticus, de las declaraciones de que, entre otras ideas, están barajando privatizar Les Arts. Lo he dicho muchas veces: ahí va a terminar José Luis Moreno. Mientras tanto, a los trabajadores se la han metido doblada (¡ups, perdón!) y encima lo venden como un triunfo.
ResponderEliminarRealmente los trabajadores creo que tenían poco margen de movimiento tal y como estaban las cosas, y para como pintaban el panorama, la cosa no ha acabado tan mal como se pensaba. Ahora bien, el resultado no es bueno.
EliminarSobre la privatización no he dicho nada porque, sinceramente, nunca me lo he creído. Más bien me ha dado la impresión de que la palabreja ha salido a la palestra para meter más presión en la negociación.
Qué pena y qué asco. Y qué vergüenza de políticos y de gestores que tenemos, tanto denunciar (con razón) la discriminación presupuestaria durante la era Zapatero y ahora míralos, callados como meretrices y cavando la fosa para el Palau de les Arts. Y desde Helga's Palace, como siempre, tratando al público con la punta del pie. Si ya lo hacían cuando las arcas estaban llenas, ahora no esperemos nada mejor.
ResponderEliminarPues sí, amigo Titus, la mala suerte que tienen es que todavía tenemos memoria. Se les hinchó la boca diciendo que cuando gobernasen los mismos en la CV y en el Estado volvería a reír la primavera, luego dijeron que al año siguiente se igualarían aportaciones y se redujo a la mitad, luego que entraría el Estado en el Patronato y así se arreglaría todo... y aquí no vienen ni a comer paella... Vergüenza y asco, tú lo has dicho, y ni siquiera tienen la dignidad de dar la cara y siguen tratándonos como a imbéciles lobotomizados creyendo el ladrón que todos son de su condición.
EliminarLa soprano Jessica Nuccio es la esposa del barítono que hará de Giorgio Germont, Simone Piazzola. Son dos habituales en el Teatro La Fenice de Venecia. Nos veremos el 2 y 3 de noviembre allí!
ResponderEliminarGracias por la información, Álvaro. Allí estaremos
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