miércoles, 16 de septiembre de 2009

VUELTA AL COLE


Se acabaron las vacaciones. Al final las cosas casi nunca salen del todo como uno había previsto, pero, al menos, durante un tiempo se desconecta de la rutina de cada día.

Esa rutina que te lleva, de vez en cuando, a navegar por la ejemplar página web del Palau de les Arts de Valencia, para deleitarte con sus variados y exquisitos contenidos y descubrir... que nada cambia. Y lo digo en sentido literal. Si accedes hoy al apartado “programación” podrás comprobar con alborozo como anuncian de nuevo ¡¡"Der Ring des Nibelungen" en dos ciclos completos!!. En junio, dentro del II Festival del Mediterrani… ¿segundo Festival?... ¡mosquis, esto es lo del año pasado!…

Nada cambia. Se ve que Helga Schmidt prefiere dejar la información de la temporada anterior, que así seguro que no se le puede acusar de modificar los repartos.

Por no cambiar no ha variado ni la “presentación de la temporada” que hace en la web Fräu Schmidt, anunciando que se inaugurará con "Parsifal". Pero no, tranquilos, que es también la presentación del pasado año, no vuelve el Palau-Ovni de Herzog.

Bueno, algo sí que ha cambiado en la web de Les Arts, seamos justos. El anunciado estreno de la producción propia de “Die Fledermaus” (El murciélago), de Johann Strauss (hijo), con dirección de Lorin Maazel, se ha cancelado. Por la crisis, dicen. Después de retrasar meses doña Helga el anuncio de la programación de la temporada, nada más hacerla oficial ya efectúan el primer cambio. Un cambio que demuestra de nuevo que nada cambia. Bien empezamos. ¿Qué sería del aburrido y triste abonado de Les Arts sin estas sorpresas que, cual roscón de reyes, tiene siempre a punto doña Helga?.

Ya ha transcurrido el plazo de renovación y solicitud de nuevos abonos y se ha anunciado que la venta general al público de localidades para la temporada comenzará el próximo 7 de octubre. Nada se dice de cuándo se abrirá el periodo de compra preferente para abonados de localidades no incluidas en el respectivo abono. Ignorante de mí, he llamado al teléfono de atención al abonado para preguntarlo, donde, muy amablemente, me han contestado que: “será pronto”. Pero ¿cuándo? –he insistido. Y me dicen sin rubor: “No se sabe. Cuando venga a recoger su abono entre los días 28 a 30 de septiembre le daremos una carta donde se lo diremos por escrito, pero no se olvide de venir esos días que, si no, no se enterará. Tiene que ser antes del 7 de octubre, eso seguro”. Es magnífico. Desternillante. Una comedia de Wilder o Lubitsch no conseguiría mejorar el ingenio desvergonzado de Casa Schmidt.

En algunos de los espectáculos anunciados hay previstos segundos repartos, pero ya se han renovado los abonos sin que sepamos quién cantará el día de nuestro abono. Ya puestos, propongo que para redondear el surrealista guiñol en que se ha convertido Les Arts, cuando se abra la venta preferente a abonados y la venta general, tampoco se sepa quién cantará el día para el que compres la entrada (bueno, mejor dicho quién se anuncia que cantará ese día, porque como sabemos al final cantará Alexia Voulgaridou).

En fin, vuelta a la rutina diaria. Pero ahí sigues tú, amada Helga, no permitiendo que nada cambie, salvo tus repartos, e iluminando nuestras vidas con tu peculiar sentido del humor.

El blog de Atticus poco a poco se volverá a poner también en marcha, aunque me confieso bastante perezoso.

Me apetecía empezar este nuevo curso con mi admirado Erich Wolfgang Korngold y su "Die Tote Stadt" (La Ciudad Muerta), así que, aunque no venga a cuento, aquí os dejo la canción de Pierrot, interpretada por el barítono danés Bo Skovhus en la producción que se pudo ver en el GTL de Barcelona en 2006:


video de Alidoro

20 comentarios:

  1. ¡¡Bienvenido!! Espero que la vuelta al cole haya sido sin lágrimas...Ya veo que tu bienamada Helga va a darte más de un titular esta nueva temporada.Tómatelo con calma.

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  2. No te desanimes Atticus.
    Los principios de curso siempre son duros, sobretodo cuando la unica novedad es que no hay novedad donde deberia haberla.
    Tienes la misma "seño" del año pasado, bueno, pues así ya sabes del pie que cojea.

    Se te echaba de menos por aqui.
    Estoy contenta de que estes otra vez por estas ondas virtuales,
    aunque hayas vuelto algo perezoso.
    Saludos

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  3. Hola, Atticus! Pues el cast de Fledermaus se enteró de la cancelación por la prensa durante el verano, no les llamó nadie del Palau de les Arts para comentarles la situación!!

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  4. Vuelves tan cañero como te fuiste. Motivos no te faltan, desde luego. Yo creo que antes se acabará nuestra capacidad para enfadarnos que los motivos que Helga nos da para hacerlo. Mientras tanto, meteremos caña.

    Se te echaba de menos.

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  5. ¡Vuelve el azote de Les Arts! Ya era hora.

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  6. Bien venido. Se echaba de menos tus comentarios tan apropiado.
    Espero que el descanso haya sido placentero.
    ¡Comienza el curso!

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  7. Bienvenido, de nuevo con las pilas cargadas y dispuesto a compartir todo lo bueno y "malo" que nos depare esta temporada que ya empieza (tarde, pero empieza)

    Saludos

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  8. Ya era hora amigo!
    Muchas vacaciones blogueras te has tomado, ¿no?

    ¿Empezamos polemizando?

    Voy a ello.
    Helga ha hecho muchas cosas mal, es evidente, pero ¿a quién se deben los éxitos espectaculares, las babas derramadas de satisfacción, en los espectáculos que lo han merecido?
    ¿Quién es el responsable que en tres temporadas haya venido quien ha venido, se haya contratado lo que se ha contratado y directores de solvencia contrastada (gustarán más o menos), pero la solvencia y prestigio no se los quita nadie, como Maazel o Mehta, hayan apostado, a parte de los euros, por un proyecto así?.
    Todo eso, que no es poco, se debe a Helga, la misma que se saca de la manga cada dos por tres a la Alexia Voulgaridou, o la que no termina de cuadrar las temporadas como quisiéramos.
    Poner un teatro de ópera de nuevo cuño en el mapa, es muy complicado y ella, solo ella lo ha hecho.
    Prestigio tiene, si no. Gergiev no viene a dirigir sin su orquesta una inauguración.
    Otra cosa es el modelo de teatro y equipamiento cultural, pero eso ya no es de su incumbencia, para eso tendríamos que ir al Palau de la Generalitat.
    Si recortan el presupuesto, vamos a ver quien viene y como lo utiliza, por de pronto, esta temporada que está a la vuelta de la esquina, parece quemarse con la inauguración y luego, preocupa un poco el bajón notable respecto a las anteriores, pero mientras la casa no reparaba en gastos, en poquísimo tiempo ha hecho cosas que nadie, con muchísimo más bagaje lo habían conseguido. Una Tetralogia y la temporada siguiente Les Troyens, a parte de cosas muy notables, como el Parsifal y otras que no he visto, pero que leyendo vuestras crónicas me hacía una gratísima idea, lo confirman.
    Ella es lista y se ha aprovechado de coyunturas políticas, conocimientos y contactos mil. El resultado no puede ser tan malo como muchas veces se quiere hacer creer.
    Quizás el problema sea que ella debería dedicarse a la parte artística, y la Dirección General debería ir a cargo de otro perfil más gris, pero más eficiente en la gestión administrativa.
    La señora, eso parece claro, no da para todo, pero lo que se refiere a la parte artística, cuidadín, cuidadín, ha hecho cosas de quitarse el sombrero. Lo otro deberían solucionarlo otras instancias, que seguramente, aun están deslumbrados por el trencadís de Calatrava.

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  9. Gracias a tod@s por vuestros comentarios y, sobre todo, por seguir ahí.
    Entrando directamente al trapo que bien desplegado y coloradito me ha puesto Joaquim frente al hocico, he de decir que, curiosamente, estoy de acuerdo con él casi en todo lo que dice. Efectivamente a la inteligencia, contactos y movimientos de esta mujer es, principalmente, a quien debemos que hayamos podido disfrutar de unas propuestas artísticas de gran nivel en un teatro muy joven, algo casi imposible de conseguir y más en los tiempos que corren. Y soy el primero que lo ha reconocido y sigo haciéndolo. Como directora artística tengo pocos reparos que hacerle (salvo su incondicional amor a Voulgaridou que, probablemente, tampoco sea sólo suyo; y esas prisas en vender lo que no se tiene), y sobre una programación más descafeinada ajustada a los recortes presupuestarios y la crisis económica, tampoco le culpo a ella. Pero todo eso, en modo alguno, puede condicionarnos para que no exijamos que en todos los ámbitos que dependan de su gestión se actúe no con excelencia, sino al menos con una mínima corrección. Es evidente que desde el principio se han cometido graves errores en la gestión administrativa del teatro, el trato con su personal, la relación con sus abonados y la información al público en general, así como en la transparencia de esa gestión, y apenas se ha mejorado en todo este tiempo. Y siendo ella, además de directora artística, la Intendente General de la institución, tiene la responsabilidad última de todo ello, si no actuando directamente, al menos sí procurando que las personas que ocupen esas responsabilidades inmediatas lo hagan. Que doña Helga sea la responsable de que yo haya podido disfrutar de momentos operísticos inolvidables, no va a justificar mi silencio ante aquello de lo que también es responsable y que entiendo que se hace mal, sobre todo cuando pienso que se ha triunfado en lo difícil, conseguir ese nivel artístico, y se fracasa estrepitosamente en lo sencillo, desinformando y desconcertando al público de forma absurda, mancillando gratuitamente la imagen de la institución. Y esa crítica, que seguiré haciendo, no estará dirigida a hacer sangre porque sí, ni, como piensan algunos, a acabar “a la española” con lo poco bueno que tenemos, sino, precisamente, a intentar que las cosas se hagan mejor, porque entiendo que fácilmente pueden hacerse mejor. Posiblemente, como bien dices, una solución podría pasar por dejar en diferentes manos la dirección artística de la gerencia administrativa, pero habría que preguntarse si doña Helga lo admitiría. Y creo conocer la respuesta.

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  10. Ocurre amigo Atticus, que somos propensos a hablar de lo mal que se hacen ciertas cosas, presuponiendo que lo bueno es para lo que le pagan y tampoco es exactamente así.
    Si las cosas buenas sobrepasan el nivel, habrá que reconocerlo y eso, francamente, a pesar de que la señora no sea mi tipo, creo que hay que hacerlo y no acostumbro a leerlo.
    Las cosas que no funcionan, estamos de acuerdo, rozan el esperpento y son de juzgado de guardia.
    Pero cuando se sale levitando de Die Walküre, es gracias a ella, no hay que olvidarlo y eso, no le da derecho a pasarse por el forro otros aspectos esenciales en el funcionamiento de un teatro moderno, pero levitar, tu sabes que es enormemente difícil.

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  11. A la Helga directora artística no la ha criticado nunca nadie, exceptuando fracasos tan clamorosos como la contratación de Voulgaridou, que no deja de ser algo puntual (aunque repetitivo), y sí que la hemos alabado casi todos, no hay más que leer lo que escribimos tras las tetralogías de la temporada pasada. En cambio, la Helga gerente es un desastre contínuo. Tan mal estaría negarle sus méritos en la dirección artística, algo que creo que nadie ha hecho, como intentar tapar con ellos los dislates en la gestión del Palau que, recordemos, recae en ella y sólo en ella, no en otras instancias, aunque creo que a todos nos gustaría que recayese en otras instancias para ver si así sale mejor la cosa.

    Como aficionado, estoy encantado con la dirección de Helga; como ciudadano estoy indignado con su gestión. Pretender que el aficionado acalle al ciudadano es inadmisible desde cualquier punto de vista. Pretender que el público de Les Arts se comporte como un rebaño que aguanta carros y carretas a cambio de poder levitar de vez en cuando es desolador. Y desgraciadamente este último argumento sale a relucir cada dos por tres.

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  12. El modelo de Les Arts, no lo propone Helga, estoy convencido.
    Un teatro que programa una Walküre como la que programa y que el mismo día del evento, queden entradas libres, que se venden a mitad de precio, quiere decir que Helga piensa y actúa como si Valencia fuera Viena o Londres, cuando es evidente que no lo es.
    El modelo de teatro es grandilocuente como el envoltorio y eso es lo que cuenta para muchos, ya que se ha situado a Valencia en el panorama operístico en un abrir y cerrar de ojos. ¿Qué conlleva todo esto?, pues que la persona contratada no sirve para todo y habría que tomar una solución, que los políticos no tomaran, porqué a ellos ya les va bien lo que hace Helga, y por ahora, no tanto como lo hace.
    Se personaliza en Helga un problema, que no solamente es responsabilidad suya, puesto que por encima de ella, ni que sea el Conseller de Cultura o el mismísimo señor de los trajes, tendría que darle una colleja, que por lo visto no ha recibido o se la pasa por el forro.
    Pero repito, creo que a ella la han puesto allí para que ella ponga Les Arts, donde ya lo ha puesto. El público, los ciudadanos, y todo eso, que tan importante es para algunos (demasiado pocos, por desgracia), una vez más, son pasados por el forro, pero su Jefe tendría que decirle, algo. ¿No lo creéis así?

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  13. Por no hacernos repetitivos suscribo palabra por palabra lo que dice Titus. Sí se le ha reconocido a Schmidt lo que ha hecho bien.
    Por supuesto que el supuesto jefe de la señora debería darle unas collejas, pero no lo hará. No lo hará porque, como dices, Joaquim, ya ha conseguido lo que quería, poder hacerse las correspondientes fotos de apertura de temporada y presumir de teatro de renombre, y le importa un traje que sea a costa de que el verdadero aficionado sea a veces maltratado, y le importa otro que cambien los repartos o los cantantes con tal de que venga la Reina de vez en cuando o Domingo le cante el Himne.
    Pero, precisamente por eso, el aficionado de verdad es el que tiene que denunciar lo que se hace mal, tanto por las instancias políticas como por los gestores de Les Arts, y no dejarse llevar por la cobardía pueblerina de "bastante tenemos con poder disfrutar de esto".
    Helga actúa como si fuera Viena o Londres, dices, pero en cuanto a la propuesta artística, con un absoluto menosprecio por el que paga la entrada. Es la mentalidad de "no os merecéis lo que os doy pero como me pagan por ello, ahí va. Pero no me pidáis encima buenas formas". Seguirle el juego a ese trato creo que es indigno. Le agradezco su buen hacer, pero no a cualquier precio. Y al menos reclamo mi derecho al pataleo y a decir que tratar mejor al público no es tan complicado. Sólo hay que copiar a quien lo hace bien sin que la gestión artística se resienta, ROH Covent Garden, por ejemplo, donde ella ejerció también la direccion artística.

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  14. Claro que hay que denunciarlo y es ella la máxima responsable de la gestión ineficaz de Les Arts, pero creo hay que picar más arriba y quizás eso, como es política pura y dura, da más miedo o pereza .
    Puede que exagere, pero la mala gestión de Helga preocupa a un 10% de los asistentes a Les Arts. Los que hacéis cola, los que entráis en la web, los que a parte del abono, compráis más entradas y repetís varias funciones y todas esas cosas que el 90% restante de los asistentes, no les importa o no se imaginan que pueda existir, ya que no distinguen a la Voulgaridou de la Urmana, por poner un ejemplo y otros (me temo que muchos) ni tan siquiera pagan.
    Ese es uno de los problemas de empezar la casa por el tejado y en esa casa, precisamente, el tejado es muy de diseño.
    No te quejarás, por ser el primer día...
    Ese discurso que alguna vez ya he pronunciado, venía seguido de la réplica, "que nos quiten lo bailado", y resulta que el bailado LO INCLUYE TODO.

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  15. Pues totalmente de acuerdo contigo, Joaquim. Absolutamente.
    Lo que no quita para que este pesado que forma parte de ese 10% siga poniendo de manifiesto lo que, en mi modesta opinión, se hace mal a fin de que se pueda mejorar.

    Para ser el primer día te has portado, sí que es verdad. Has sido un buen remedio contra el síndrome postvacacional.

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  16. Bueno, bueno, habeis cogido fuerzas estas vacaciones muchachos. Ha sido un debate muy interesate, en serio, entre otras cosas porque yo formo parte de ese ignorante 90% y siempre es producente no dejarse llevar por el brillo del trencadís a la luz de la luna de Valencia. Bienvenido Mr. Finch.

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  17. Gracias por tu comentario Leòne, bienvenido. Ese 90% no lo calificaría de ignorante, quizás sí de más despreocupado o menos exigente. Pero el respeto por parte de Les Arts lo merecemos todos, los que entienden más y los que menos.

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  18. Pues es que no se puede olvidar que la pasta que se gasta en les Arts en su mayoria proviene de los impuestos que pagamos TODOS los valencianos..hasta los que nunca pisaran la opera. Me parece licito exigir que se gaste de la mejor manera posible en todos los ámbitos. Se ha conseguido en el artistico..pero el administrativo es de llorar. Y puede ser como dice Joaquim que a mucha gente no le importe...pero la imagen de la institución es importante en el mundillo, aunque solo sea para que mas artistas quieran venir y no sea solo a base de un talonario muy suelto, y eso significa funcionar bien a todos los niveles, no basta con hacer un Anillo de campanillas.

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  19. Totalmente de acuerdo contigo, Kenderina.
    La gestión administrativa es vergonzosa, sin el más mínimo miramiento hacia el espectador. Un ejemplo más: si alguien de fuera de Valencia pretende venir al estreno de Troyanos no puede sacar su entrada con una antelación superior a 3 semanas, con lo que eso supone respecto a precios de aviones, hoteles, etc. Y no le dejan mucha más opción, porque la del estreno (que además es más cara) es la única función en fin de semana de Troyanos.
    O no piensan en el espectador o tienen mucha mala leche.

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