"Salammbô" - Alfons Mucha - 1896
Ya he manifestado en alguna ocasión mi rendida admiración por Bernard Herrmann, a quien ya dediqué anteriormente un post, y que me parece (junto a los Korngold, Steiner, Tiomkin o Rozsa) uno de los más grandes compositores de bandas sonoras de la historia del cine.
Su coincidencia en la radio con Orson Welles, posibilitó que éste le propusiera en 1940 asumir el reto de componer la banda sonora para la película con la que pensaba debutar en el mundo del cine, la que se convertiría en su obra maestra “Ciudadano Kane”, que supondría también el debut de Herrmann en la composición de bandas sonoras para la gran pantalla y conllevaría su nominación al Oscar por este primer trabajo, a partir del cual iniciaría una fructífera y exitosa carrera.
El personaje de Charles Foster Kane (interpretado por el propio Welles) estaba claramente basado en William Randolph Hearst, y el guión contiene numerosas alusiones a la vida de éste (su condición de magnate de la prensa, su derivación hacia el periodismo amarillo, su obsesión por la compra compulsiva y acumulación desmedida de riquezas, su influencia en el inicio de la guerra contra España, la construcción de un castillo privado, e incluso se dice que la famosa palabra “Rosebud”, eje de toda la trama, era el apelativo con el que Hearst designaba las partes íntimas de su amante, la actriz Marion Davies).
Sin embargo, la relación en la película de Kane con su segunda esposa, Susan Alexander (personaje interpretado por la actriz Dorothy Comingore), aunque tiene referencias a la relación entre Hearst y Davies, podría estar directamente inspirada en el industrial norteamericano Harold Fowler McCormick.
McCormick fue uno de los mecenas de la Ópera de Chicago, a mayor gloria de una soprano llamada Ganna Walska con la que acabaría contrayendo matrimonio en 1922. Se cuenta que gastó una suma considerable de dinero en las lecciones de canto de Walska, y parece que de manera bastante infructuosa, pues quienes tuvieron la oportunidad de escuchar a la cantante coinciden en afirmar que su voz era espantosa y sólo agradaba a su esposo, sin que se tengan noticias de si McCormick padecía sordera o simple mal gusto (auditivo). Uno de los profesores de canto de Walska llegó a afirmar que "su voz sonaba como cinco millones de cerdos", y un crítico algo más benévolo, tras escuchar un "Rigoletto" que cantó en París en 1923, definió su voz como "suficientemente buena para una pequeña sala", aunque su crónica finalizaba describiendo las carcajadas del público parisino ante "los graznidos que conformaban su registro agudo".
En "Ciudadano Kane" las similitudes son evidentes: el protagonista se enamora de Susan Alexander, una mediocre cantante, e insiste en convertirla en estrella de la ópera, pagándole los mejores profesores de canto (inolvidable el Signor Matiste interpretado en el film por el mallorquín Josep Lluis Moll, alias Fortunio Bonanova), consiguiendo que debute como protagonista en el teatro que había construido para ella en Chicago, pese a las nulas facultades de la chica que obtiene un estrepitoso fracaso.
Para la escena del debut operístico de Susan Alexander, se pensó en un primer momento en incluir un fragmento de la ópera “Thaïs” de Jules Massenet, pero se descartó la idea al constatar que la partitura no conseguía aportar el clima emocional que se pretendía. Herrmann llegó a declarar que el final de la “Salome” de Richard Strauss podría ajustarse mejor al ambiente que se quería crear, pero se necesitaba que la dificultad de Alexander para cantar se mostrase desde que se alzase el telón y se escuchara el comienzo mismo de la ópera. Por ello, se decidió que Herrmann escribiese el inicio de una ópera ficticia llamada “Salammbô”, supuestamente basada en la obra literaria del mismo nombre del francés Gustave Flaubert.
Herrmann escribió el aria de "Salammbô" en una tesitura más alta de lo normal para dar la impresión de permanente esfuerzo de la soprano para alcanzar las notas, y declaró que pretendía transmitir la sensación de fragilidad de una cantante consciente de sus limitaciones, que había sido obligada por su marido a colocarse en esa situación, en la que debía encontrarse como “una aterrorizada niña flotando en las arenas movedizas de una poderosa orquesta”. Se trataba de que, escuchando ese principio de la ópera, el público percibiese que resultaba imposible que la cantante hubiera podido sostener una actuación medianamente digna durante toda una representación.
Una vez escrita la música, se planteaba el dilema de quién cantaría. Se optó por buscar a una cantante novata, de voz delgada, a la que se notase forzada y tensa ante el reto vocal planteado. La elegida finalmente fue la joven soprano Jean Forward, quien puso voz a la actriz Dorothy Comingore. Pese a todo, la interpretación no fue todo lo defectuosa que Welles esperaba y se le dieron instrucciones a Forward para que se exagerasen algunos defectos en la grabación final.
La magnífica secuencia de “Ciudadano Kane” en que se narra el debut escénico de Susan Alexander, interpretada por Dorothy Comingore, con la voz de Jean Forward, podéis verla AQUÍ.
La soprano norteamericana Eileen Farrell, quien también participaba en programas radiofónicos de la CBS durante los años 40, grabó en 1943, bajo la dirección del propio Bernard Herrmann, el aria de “Salammbô”. Se cuenta que Farrell era aficionada a incluir esta pieza en sus recitales, generalmente fuera de programa, como bis, lo que originaba cierto desconcierto entre los aficionados operísticos, que no identificaban el aria con ninguna ópera conocida, y sin embargo quedaban prendados por la belleza del fragmento, la exigencia de su línea vocal y la grandiosidad de la orquestación.
Para finalizar, os dejo con la voz de Eileen Farrell interpretando el aria de la ficticia ópera “Salammbô”, compuesta por Bernard Herrmann para “Ciudadano Kane”:
video de kadoguy2006
Su coincidencia en la radio con Orson Welles, posibilitó que éste le propusiera en 1940 asumir el reto de componer la banda sonora para la película con la que pensaba debutar en el mundo del cine, la que se convertiría en su obra maestra “Ciudadano Kane”, que supondría también el debut de Herrmann en la composición de bandas sonoras para la gran pantalla y conllevaría su nominación al Oscar por este primer trabajo, a partir del cual iniciaría una fructífera y exitosa carrera.
El personaje de Charles Foster Kane (interpretado por el propio Welles) estaba claramente basado en William Randolph Hearst, y el guión contiene numerosas alusiones a la vida de éste (su condición de magnate de la prensa, su derivación hacia el periodismo amarillo, su obsesión por la compra compulsiva y acumulación desmedida de riquezas, su influencia en el inicio de la guerra contra España, la construcción de un castillo privado, e incluso se dice que la famosa palabra “Rosebud”, eje de toda la trama, era el apelativo con el que Hearst designaba las partes íntimas de su amante, la actriz Marion Davies).
Sin embargo, la relación en la película de Kane con su segunda esposa, Susan Alexander (personaje interpretado por la actriz Dorothy Comingore), aunque tiene referencias a la relación entre Hearst y Davies, podría estar directamente inspirada en el industrial norteamericano Harold Fowler McCormick.
McCormick fue uno de los mecenas de la Ópera de Chicago, a mayor gloria de una soprano llamada Ganna Walska con la que acabaría contrayendo matrimonio en 1922. Se cuenta que gastó una suma considerable de dinero en las lecciones de canto de Walska, y parece que de manera bastante infructuosa, pues quienes tuvieron la oportunidad de escuchar a la cantante coinciden en afirmar que su voz era espantosa y sólo agradaba a su esposo, sin que se tengan noticias de si McCormick padecía sordera o simple mal gusto (auditivo). Uno de los profesores de canto de Walska llegó a afirmar que "su voz sonaba como cinco millones de cerdos", y un crítico algo más benévolo, tras escuchar un "Rigoletto" que cantó en París en 1923, definió su voz como "suficientemente buena para una pequeña sala", aunque su crónica finalizaba describiendo las carcajadas del público parisino ante "los graznidos que conformaban su registro agudo".
En "Ciudadano Kane" las similitudes son evidentes: el protagonista se enamora de Susan Alexander, una mediocre cantante, e insiste en convertirla en estrella de la ópera, pagándole los mejores profesores de canto (inolvidable el Signor Matiste interpretado en el film por el mallorquín Josep Lluis Moll, alias Fortunio Bonanova), consiguiendo que debute como protagonista en el teatro que había construido para ella en Chicago, pese a las nulas facultades de la chica que obtiene un estrepitoso fracaso.
Para la escena del debut operístico de Susan Alexander, se pensó en un primer momento en incluir un fragmento de la ópera “Thaïs” de Jules Massenet, pero se descartó la idea al constatar que la partitura no conseguía aportar el clima emocional que se pretendía. Herrmann llegó a declarar que el final de la “Salome” de Richard Strauss podría ajustarse mejor al ambiente que se quería crear, pero se necesitaba que la dificultad de Alexander para cantar se mostrase desde que se alzase el telón y se escuchara el comienzo mismo de la ópera. Por ello, se decidió que Herrmann escribiese el inicio de una ópera ficticia llamada “Salammbô”, supuestamente basada en la obra literaria del mismo nombre del francés Gustave Flaubert.
Herrmann escribió el aria de "Salammbô" en una tesitura más alta de lo normal para dar la impresión de permanente esfuerzo de la soprano para alcanzar las notas, y declaró que pretendía transmitir la sensación de fragilidad de una cantante consciente de sus limitaciones, que había sido obligada por su marido a colocarse en esa situación, en la que debía encontrarse como “una aterrorizada niña flotando en las arenas movedizas de una poderosa orquesta”. Se trataba de que, escuchando ese principio de la ópera, el público percibiese que resultaba imposible que la cantante hubiera podido sostener una actuación medianamente digna durante toda una representación.
Una vez escrita la música, se planteaba el dilema de quién cantaría. Se optó por buscar a una cantante novata, de voz delgada, a la que se notase forzada y tensa ante el reto vocal planteado. La elegida finalmente fue la joven soprano Jean Forward, quien puso voz a la actriz Dorothy Comingore. Pese a todo, la interpretación no fue todo lo defectuosa que Welles esperaba y se le dieron instrucciones a Forward para que se exagerasen algunos defectos en la grabación final.
La magnífica secuencia de “Ciudadano Kane” en que se narra el debut escénico de Susan Alexander, interpretada por Dorothy Comingore, con la voz de Jean Forward, podéis verla AQUÍ.
La soprano norteamericana Eileen Farrell, quien también participaba en programas radiofónicos de la CBS durante los años 40, grabó en 1943, bajo la dirección del propio Bernard Herrmann, el aria de “Salammbô”. Se cuenta que Farrell era aficionada a incluir esta pieza en sus recitales, generalmente fuera de programa, como bis, lo que originaba cierto desconcierto entre los aficionados operísticos, que no identificaban el aria con ninguna ópera conocida, y sin embargo quedaban prendados por la belleza del fragmento, la exigencia de su línea vocal y la grandiosidad de la orquestación.
Para finalizar, os dejo con la voz de Eileen Farrell interpretando el aria de la ficticia ópera “Salammbô”, compuesta por Bernard Herrmann para “Ciudadano Kane”:
video de kadoguy2006
Fantástica como siempre Eileen Farrell y preciosa aria "fantasma" esta de Salammbó.
ResponderEliminarMarion Davies, no obstante, también recibió lecciones de canto e interpretó diversas canciones en casi todas sus películas sonoras.
Además, cuando proliferaron las ediciones piratas en LP, gracias a firmas como Foyer, Melodramm o HRE, por ejemplo, yo conseguí una grabación de la BBC del año 1948, de la ópera "Les deux journeux" de Gluck, interpretada por Janine Micheau y Marion Davies (ésta con voz de soprano y nada mal, por cierto).
Me agrada saber que entre tus compositores favoritos de bandas sonoras figuren los que citas, todos de mi gusto, con especial mención para Tiomkin, Korngold, Steiner, Hermann, enfín todos. De Tiomkin son las partituras que más frecuentemente me vienen en el recuerdo, quizás porque casi siempre había una canción destacable. Te gusta la partitura de "Giant"?, yo la encuentro magnífica.
Un abrazo.
COLBRAN
Antes he dicho que "Les deux journèes" ("Las dos jornadas" o "El aguador", como también se llama) era una ópera de Gluck, disculpa el lapsus es de Cherubini.
ResponderEliminarCOLBRAN
No comprendo cómo han salido estas repeticiones. Se ve que no me aclaro al publicar el comentario. Perdona.
ResponderEliminarCOLBRAN
Perdonado queda usted, amigo Colbran. Ya he eliminado las repeticiones. El Blogger a veces se vuelve un poco loco.
ResponderEliminarLa BSO de Gigante me parece impresionante. Una música épica para un épico film, con alguna balada notable y una adecuación impecable a la imagen.
Pero es que todo (o casi) lo de Tiomkin es una maravilla. Sólo nombrar algunos títulos ya impresiona: El viejo y el mar, Los cañones de Navarone, Qué bello es vivir, High Noon, Extraños en un tren, Crimen Perfecto, Duelo al sol, Circus world o la genial Lost Horizon... y seguro que me he olvidado alguna joya.
No conocía la faceta canora de Marion Davies, y menos que hubiese cantado ópera.
Me encanta tenerte por aquí, siempre se aprende algo contigo.
Un abrazo.
Atticus:
ResponderEliminarTambién cuando hablas de cine es un placer leerte y releerte. A mi, cómo no, también me gustan los compositores que citas sin olvidar a muchos otros como Alex North, Rosza, Elmer Bernstein, Jerry Goldsmith, Henry Mancini y así hasta el agotamiento.
El aria de Hermann es preciosa y recuerda, de forma más ligera, el final de Salome. A Hermann lo descubrí en Francia cuando se estrenó Taxi driver. Siempre que veo o recuerdo Nueva York de noche siento la maravillosa partitura de aquella película en la que también me entusiasmé con el joven de Niro. Más tarde y ya "investigando" en serio, me recreée cientos de veces en la incomporable banda sonora de Vértigo que podría ser de Wagner.
Ciudadano Kane no es mi Welles favorito pese a su innegable genialidad. Me quedo con The magnificent Ambersons menos impactante pero más amena.
Otro post estupendo para esta noche de sopor.
Saludos.
La lista de compositores desde luego puede no acabarse. Sí lamento haberme dejado sin mencionar a Alfred Newman, Franz Waxman y Elmer Berstein.
ResponderEliminarA mí no me había recordado especialmente a "Salome", Glòria, pero en eso tú eres la experta. Sí que la orquestación exuberante me ha traído a la memoria a Strauss o Korngold.
The magnificent Ambersons es otra obra maestra, la única cosa en su contra es que previamente ya se hubiese rodado "Citizen Kane".
Un saludo
No conocía esta aria, hace mucho que ví Ciudadano Kane y por lo que veo se impone una revisión rápidamente. La versión de Eileen Farrell es impresionante. Gracias por habermela dado a conocer.
ResponderEliminarQué post tan interesante, enlazando la Farrell con Herrmann i Kane. Hace poco la ví en V.O. y Susan Alexander aparece protestando con una voz chirriante y un inglés poco cultivado. Me encanta ver a Joseph Cotten tan aburrido sin atender la terrible aria de Susan de Salammbó. Qué bien suena con la Farrell, qué pieza tan original!
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado, Titus, y no dejes de revisar Ciudadano Kane. Yo siempre que la veo descubro algo nuevo.
ResponderEliminarTienes razón, Kalamar, respecto a la V.O., y eso que el doblaje de Susan Alexander en España fue espléndido, con la gran Josefina de Luna, voz habitual de Ingrid Bergman, entre otras
Farrell como siempre, sensacional. Hay otra versión del aria interpretada por Kiri Te Kanawa (http://www.youtube.com/watch?v=OzWX59Nvimw), pero lo que no me gusta de ella es que el sobreagudo final suena como si hubiese sido añadido después. Se oye muy falso.
Tenía pendiente el comentario a este precioso post.
ResponderEliminarSin duda la Farrell se come con patatas a la Te Kanawa. Seguramente para el espíritu de la película, la voz de la neozelandesa es la apropiada, ya que de cantarla la Farrell con su poderío vocal, la actuación nunca habría sido un fracaso.
A parte de esta maldad indigna que acabo de cometer, la aria de la ópera inexistente es arrebatadora, como todo lo que hacía Herrmann.
Desde luego que has sido un poco malvado con la pobre Kiri...
ResponderEliminarPero lo que está claro es que Farrell borda el aria.
Por cierto, para precioso post, el que has hecho hoy sobre la "auténtica" ópera de Herrmann:
http://ximo.wordpress.com/2010/07/17/wuthering-heights-lopera-de-bernard-herrmann/
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEl Aria de SALAMMBO, desde ya una Ópera ficticia, para la cual, el genial, deslumbrante y arrebatador Bernard Herrmann, compuso la famosa aria Ah! Cruel.
ResponderEliminarEstaba escrita en realidad, en la tonalidad de Mi B, lo que significa que la soprano tendría que haber emitido al final del aria un Mi b sobreagudo, que obviamente también era opcional, pero que a la soprano elegida le resultaba muy incomoda de cantar. Finalmente, Herrmann le bajo medio tono, siendo el aria igualmente deslumbrante. Existe una versión de LEONIDAS MIKLOS, el brillante (Male Soprano) un hombre soprano nacido en Argentina y que desarrollo una brillante carrera desde al año 1986 hasta fines del 2005 en toda Europa, pero especialmente en Alemania, Francia, Austria y que llegó de la mano de Wolfgang Sawallisch hasta Japón. Yo voy a ponerme en contacto con alguien muy especial, porque todo el material de video, audio y fotografías están en poder de la mejor amiga de LEONIDAS MIKLOS, que ambos, actualmente residen en Argentina, y que teniendo la voz sana y su registro completo, incluso alcanza el La B Sobreagudo. Desde la muerte de su madre, ha sufrido un quiebre emocional y nunca más cantó hasta la fecha, pero en sus famosos conciertos donde incluía arias de tremenda dificultad, casi siempre estaba como "encore" el aria de SALAMMBO, y cuentan quienes le vieron cantar en Concierto dicha Aria, como se transformaba y convertía a un personaje irreal, en un ser humano y su versión era realmente arrebatadora y conmovía hasta las lágrimas haciendo justicia a la memoria del genial Herrmann. Lamentablemente toda la información a sido eliminada de la Web, por pedido del Sr. Miklos, tanto su propia Website, como biografías de Wikipedia, críticas, fotos, Blogs, etc.
El pasado 13 de Marzo del 2014, Leonidas Miklos cumplió 48 años, estando su voz en perfectas condiciones. Es realmente una pena que no cante en la actualidad, siempre le costo un gran esfuerzo, ya que siendo un hombre genuinamente soprano (no es un contra-tenor, ni un sopranista) siempre estuvo su carrera acompañada por una sombra, esto es "si su voz era realmente una bendición ó una maldición", ya que siempre encarnó papeles compuestos para el registro de soprano, pero al haber cantado el Stabat Mater de Rossini y la Misa de Coronación de Mozart, para el Papa Juan Pablo II, queda claro que sería considerada como una bendición, como un regalo de Dios. De hecho existe una foto donde el Papa Juan Pablo II abraza y besa las manos de Leonidas Miklos.
Lucrezia Borgia
Buenos dias,
EliminarEstoy buscando informes sobre Leonidas, tengo muchos elementos personales que me ha enviado por mail estando yo preparando un articulo en mi blog http://akabyax.blogspot.fr/
hace unos meses hemos hablado por telefono y me ha dicho que esta enfermo. Si me podria enviar un contacto con esta persona " la mejor amiga de LEONIDAS MIKLOS, que ambos, actualmente residen en Argentina". Seria muy importante para mi y Leonidas.
Por favor, gracias de tener cuenta. Cordialemente
Gracias por tu interesante información sobre Miklos.
ResponderEliminarUn saludo
Notable y extenso post sobre un tema de tanto interés para quienes gustamos saber más de la película Citizen Kane. Me permito consultar lo siguiente: en la escena que el profesor de canto le enseña al piano a Susan Alexander, ella interpreta un tema que no he podido identificar. Es también una creación para la película o es un tema de la lírica.
ResponderEliminarSaludos desde Chile
Es la cavatina de Rosina, "Una voce poco fa", del acto I de "El Barbero de Sevilla" de Rossini.
EliminarGracias por tu comentario.
Un saludo.
Muchas gracias!
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarFranklin Padilla17/6/21 17:24
ResponderEliminarPero (con todo respeto) Eileen Farrel no termina el aria con el Mi bemol sobreagudo (a una octava) sino un Si bemol (a una quinta de la tónica). Kiri Te Kanawa y la soprano canaria Carmen Acosta sí lo hacen.