El tiempo vencido por el amor, la esperanza y la belleza – Simon Vouet - Museo del Prado
El año del bicentenario de Wagner y Verdi llega a su fin y 2014 está llamando a la puerta sonriente, aunque uno no sabe si franquearle el paso o salir corriendo.
Para los aficionados a la ópera que vivimos en Valencia, estos están siendo unos días especialmente tristes y preocupantes. Hace ya algún tiempo que las informaciones sobre el Palau de les Arts copan las portadas de los principales medios informativos, y no precisamente por motivos musicales y artísticos.
Aparte de la indecente campaña con la que siguen machacando desde el diario El Mundo a la Intendente Helga Schmidt, caiga quien caiga, y utilizando filtraciones interesadas, parciales, arcaicas y descontextualizadas; en los últimos días se han ido sucediendo las noticias relacionadas con el Palau de les Arts y ninguna de ellas da muchas razones para mantener el optimismo respecto al porvenir de la ópera en nuestra ciudad.
Desde el gobierno valenciano quieren desembarazarse como sea de la carga que les supone la presencia de Helga Schmidt al frente de Les Arts y apuestan por su relevo por las buenas o por las malas, importándoles una chufa las consecuencias que pueda tener para el futuro operístico en Valencia, y suspirando por poder entregar el teatro a una gestión indirecta joseluismorenesca o similar. Lo que ocurre es que la tarea no es sencilla. Precisamente el análisis de los pros y contras del relevo de Schmidt se analizaban con especial lucidez en este artículo que podéis leer aquí.
De momento, según se ha publicado (ver enlace), en la reunión del Patronato de la Fundación Palau de les Arts celebrada ayer, se recortaron más los poderes de la Intendente, creando un nuevo cargo, el de director económico y financiero, para controlar el presupuesto y las contrataciones.
Si con la dirección artística del teatro no se sabe qué va a ocurrir, tampoco está nada claro quién será la persona que sustituya a Omer Meir Wellber como director musical titular de la Orquesta de la Comunitat Valenciana. En un principio parecía que Plácido Domingo tenía todos los números para asumir el cargo, pero ni desde el punto de vista artístico ni económico ha sido acogido como la mejor opción. Después se ha hablado (ver enlace) de otros nombres, desde Carlo Rizzi al propio Zubin Mehta, e incluso de la posibilidad de dejar el puesto vacante, pero lo cierto es que a día de hoy los músicos de la orquesta, actualmente de gira en China junto al maestro Mehta, siguen sin saber quien les dirigirá la próxima temporada.
Y por si había poco picante en el guiso, llegaron los fuertes vientos de Navidad y, cual si el mismísimo Santa Claus y todos sus renos se hubieran estampado contra el mastodóntico edificio concebido por el sinvergüenza de Calatrava, parte del trencadís que lo cubre se fue a hacer puñetas (ver enlace). Excusa perfecta para que el gobierno valenciano haya decretado el cierre del teatro hasta nueva orden, habiéndose anunciado ya (ver enlace) que la primera ópera de 2014, Manon Lescaut, parece que no podrá estrenarse en febrero tal y como estaba previsto, desconociéndose qué ocurrirá con los siguientes títulos.
Eso sí, Fabra y los suyos ya han anunciado, muy dignos y pomposos, que van a exigir judicialmente responsabilidades a la constructora, al estafador Calatrava y hasta al que fotocopió los planos del recinto si es menester, pero no explican por qué llevan un año sin hacer nada desde que ya se produjesen los primeros desprendimientos. Quizás sea ya hora de que sean los ciudadanos quienes pidan responsabilidades, no a Calatrava, sino a los indignos gobernantes.
En el gobierno valenciano, tanto respecto a Helga Schmidt como al hermano Calatrava tonto, actúan como si hubiesen llegado desde Marte en una nave espacial hace un mes y les hubiera pillado de nuevas todo lo que pasa y ha venido pasando durante años bajo su amparo y responsabilidad.
Lo peor de todo es que cada día queda más en evidencia que no tienen proyecto alguno, ni interés por la ópera, la música o la cultura en general. Las declaraciones recientes del President Fabra diciendo que quiere que “en el Palau de les Arts entre gente con vaqueros”, deja en evidencia su profunda incultura, ignorancia y desconocimiento de la realidad. A mí también me gustaría que algún día entrasen en la Generalitat o en la Moncloa personas con sentido común, honestas y con voluntad de defender la cultura y la educación de sus ciudadanos.
De todas formas hoy no tengo tiempo ni ganas de entrar a fondo en estos temas, que me ponen de especial mal humor, y ya habrá lugar para ello, lamentablemente. Pero no podía pasar por aquí para dar la bienvenida al nuevo año sin hacer alguna referencia a lo que está ocurriendo en nuestro teatro de ópera.
Si Wagner y Verdi protagonizaron musicalmente el año 2013, en este 2014 que ahora va a dar sus primeros pasos se celebrará el 150 aniversario del nacimiento de Richard Strauss, así que he decidido felicitar este fin de año con música del compositor muniqués, en concreto con una obra extraordinaria de su último periodo como es Metamorfosis. Compuesta en 1945, durante los últimos días de la Segunda Guerra Mundial en Alemania, la pieza está escrita para 23 instrumentos de cuerda, con claras referencias a la Marcha Fúnebre de la Tercera Sinfonía de Beethoven, y se cuenta que fue concebida por Strauss ante la tristeza en que le sumió la noticia de que una de las consecuencias de esa maldita guerra había sido la destrucción del teatro de ópera de su ciudad… No sé por qué me habré acordado de esto yo hoy…
La podemos escuchar en la interpretación de los músicos de la Filarmónica de Viena bajo la dirección de Herbert von Karajan:
video de Addiobelpassato
Que ustedes tengan un tranquilo, saludable, musical y feliz 2014... si nos dejan.video de Addiobelpassato