lunes, 23 de septiembre de 2013

PREMIOS "HELGA DE ORO" 2013. LOS GANADORES

Los visitantes del blog de Atticus ya han votado y los premios “Helga de Oro” de la edición 2013 tienen ya destinatarios. Como siempre, quiero ante todo agradeceros la participación a cuantos habéis pasado por aquí y habéis dejado vuestros votos en las diferentes categorías. Creo que con ello se obtiene un retrato bastante fiel de lo que el público de Les Arts, en general, considera que ha sido lo mejor y lo peor de lo que pasó por el teatro valenciano la temporada anterior. Y por si cabía alguna duda sobre ello, recientemente se concedieron los premios de la Asociación Amics de l’Òpera i de les Arts de la Comunitat Valenciana, por votación de sus asociados, y coinciden exactamente con los Helga de Oro de este año.

Desde que se inició el plazo de votación ha habido dos datos que han quedado claros. En primer lugar, que la pugna por la victoria en las diferentes categorías no iba a deparar muchas emociones, resultando claramente destacados desde el comienzo los finalmente ganadores, salvo en el apartado de mejor dirección musical. Y, en segundo lugar, que ha habido dos producciones que se han repartido la totalidad de los premios y que puede afirmarse que han sido lo mejor de la pasada temporada: “La Bohème” y “Otello”.

Los premiados de este año han sido:

Helga de Oro 2013 a la mejor dirección escénica: Davide Livermore por “La Bohème”

El trabajo del turinés Davide Livermore, en la coproducción del Palau de les Arts y la Opera Company of Philadelphia, de la ópera de Puccini “La Bohème”, ha sido el claro vencedor en la categoría de mejor dirección escénica, con una propuesta de corte muy clásico, en la que destacó el atractivo visual de las proyecciones con imágenes de famosos cuadros impresionistas, una iluminación cuidada y eficaz, y con una labor de dirección de actores muy notable, que brilló especialmente en el abarrotado escenario del segundo acto.
Davide Livermore (“La Bohème”): 35 votos
Damiano Michieletto (“Il Barbiere di Siviglia”): 10 votos
Stephen Medcalf (“La Flauta Mágica”): 9 votos

Helga de Oro 2013 a la mejor dirección musical: Riccardo Chailly por “La Bohème”

Tres años consecutivos llevaba el maestro Zubin Mehta obteniendo este galardón al mejor director musical, pero esta vez, aunque ha sido por una diferencia de tan sólo 5 votos, ha sido vencido por Riccardo Chailly y su trabajo al frente de la Orquestra de la Comunitat Valenciana en “La Bohème”. La votación ha estado reñidísima y hasta el último instante no se sabía si el premio recaería en el director indio o en el milanés, pero, finalmente, los votantes han optado por este último. Es una lástima que el duelo entre Chailly y Mehta haya dejado en segundo plano la extraordinaria labor de batuta que el italiano Ottavio Dantone nos ofreció en “La Flauta Mágica”.  
Riccardo Chailly (“La Bohème”): 28 votos
Zubin Mehta (“Otello”): 23 votos
Ottavio Dantone (“La Flauta Mágica”): 8 votos

Helga de Oro 2013 al mejor tenor: Gregory Kunde

Si la anterior era la categoría más reñida, la dedicada a premiar al mejor tenor ha sido la que ha finalizado con una victoria más rotunda. Como era fácil de presagiar, el tenor norteamericano Gregory Kunde ha conseguido el premio, obteniendo nada menos que el 90% de los votos. A sus casi 60 años, Kunde nos maravilló a todos con un moro personalísimo, muy expresivo y excelentemente cantado. Fue el principal responsable de que tardemos mucho en olvidar esas mágicas funciones de “Otello” del pasado mes de junio.
Gregory Kunde (Otello): 46 votos
Aquiles Machado (Rodolfo en “La Bohème”): 4 votos
Ivan Magrì (Jacopo Foscari “I due Foscari”): 1 voto

Helga de Oro 2013 al mejor bajo/barítono: Carlos Álvarez

También corresponde a ese “Otello” el vencedor en el apartado de mejor bajo o barítono, donde Carlos Álvarez, con su emocionante creación del malvado Yago, ha obtenido una holgada victoria. Una enorme alegría para todos supuso ese retorno a los escenarios del barítono malagueño, si no en plenitud de forma, sí al menos ofreciendo un nivel excelente, transmitiendo buenísimas sensaciones y cautivándonos con un irreprochable sentido verdiano del drama. Álvarez ha triplicado casi los votos del segundo clasificado, un Juan Jesús Rodríguez que también nos brindó un Rigoletto muy destacable.
Carlos Álvarez (Yago en “Otello”): 33 votos
Juan Jesús Rodríguez (Rigoletto): 13 votos
Paata Burchuladze (Don Basilio en “Il Barbiere di Siviglia”): 3 votos

Helga de Oro 2013 a la mejor Soprano: María Agresta

Repite galardón por segundo año consecutivo la soprano italiana María Agresta, que completa así el premiado trío protagonista de “Otello”, gracias a una Desdémona llena de sensibilidad, cuyos filados y medias voces hipnotizaron al patio de butacas. Agresta vuelve a demostrar, tras su también premiado trabajo del año pasado en “Il Trovatore”, ser una de las mejores sopranos verdianas de la actualidad.
Maria Agresta (Desdémona en “Otello”): 35 votos
Erin Morley (Gilda en “Rigoletto”): 8 votos
Grazia Doronzio (Pamina en “La Flauta Mágica”): 5 votos

Helga de Oro 2013 al cantante revelación: Carmen Romeu

En esta categoría, la soprano valenciana Carmen Romeu ha obtenido también una contundente victoria que ha premiado la excelente Musetta que pudimos disfrutar el pasado invierno en esa Bohème dirigida por Chailly. Os recomiendo leer la interesante entrevista con Carmen Romeu que se publico hace unos meses en la web de Amics de l’Òpera i de les Arts de la Comunitat Valenciana y a la que podéis acceder pinchando AQUÍ.
Carmen Romeu (Musetta en “La Bohème”): 35 votos
Cristina Faus (Emilia en “Otello”): 13 votos
Gianluca Buratto (Loredano en “I due Foscari”): 3 votos

Helga de Oro 2013 al mejor espectáculo de la temporada: “Otello”

Tampoco ha existido ninguna duda a la hora de decidir cuál ha sido el espectáculo más redondo de los que pasaron por Les Arts la pasada temporada. Ese inolvidable “Otello” que protagonizó el reciente VI Festival del Mediterrani, será para siempre una de las grandes óperas del coliseo valenciano. Pese a las dificultades que se presentaron en un principio, con la falta de presupuesto para abordar una producción de envergadura y los repetidos cambios de tenor anunciados, el resultado final fue fantástico, gracias sobre todo a un trío protagonista magistral y una orquesta y coro en estado de gracia.
“Otello”: 43 votos
“La Bohème”: 7 votos
“La Flauta Mágica”: 1 voto

Helga Abucheadora 2013 a lo peor del año: “Il Barbiere di Siviglia”

La gran decepción de la temporada, por el contrario, fue ese Barbiere de infausto recuerdo, donde se durmieron hasta los peatones que pasaban por el exterior de Les Arts. El bajo nivel vocal del trío protagonista, por falta de adecuación al rol o por ineptitud manifiesta, como es el caso de Mario Cassi; y una puesta en escena muy trabajada, pero con efectos negativos para las voces y el seguimiento de la trama, fueron los principales culpables de que una ópera divertida con inspiradas melodías, acabase siendo un ladrillo insoportable.  
“Il Barbiere di Siviglia”: 29 votos
Omer Meir Wellber (Dirección musical de “Rigoletto”): 10 votos
Amartuvshin Enkhbat (Monterone en “Rigoletto”): 10 votos

Pues hasta aquí los premios de este año. Espero que dentro de doce meses, más o menos, podamos seguir por aquí hablando de premiar lo mucho bueno que nos ofrezca la temporada que está ahora a punto de iniciarse. Gracias de nuevo a todos los que habéis participado.

domingo, 15 de septiembre de 2013

PREMIOS "HELGA DE ORO" 2013. LOS FINALISTAS

Cuando falta poco más de un mes para que, si la situación conflictiva que vive el Palau de les Arts no lo impide, comience la temporada de ópera 2013/2014 en el coliseo valenciano, regresan a este blog las estatuillas “Helga de Oro”, los premios simbólicos que todos los años designan lo que los lectores de este blog, mediante votación, consideran lo que más y lo que menos les ha gustado de entre lo que ha pasado por les Arts durante la pasada temporada 2012/2013 y las funciones del VI Festival del Mediterrani.

Como siempre, un jurado convocado al efecto (cuando digo un jurado, quiero decir eso, UN jurado, o sea yo), realiza una primera selección para establecer los candidatos que optarán al premio en cada una de las categorías, siendo luego los visitantes del blog quienes votarán, decidiendo así los destinatarios de las diferentes estatuillas. Como también pasa todos los años, hay un desequilibrio importante entre las distintas categorías. Hay algunas donde ha resultado complicado reducir a tres los finalistas, mientras que en otras el problema ha sido encontrar tres candidatos que reuniesen un mínimo de calidad.

Las encuestas para que podáis votar y elegir a los premiados este año, se encontrarán disponibles en la columna de la derecha del blog desde hoy, hasta las 22 horas del próximo domingo 22 de septiembre. Como de costumbre, podéis votar a todas o sólo a alguna de dichas categorías y, dentro de ellas, hacerlo a uno o varios candidatos, aunque, como digo siempre, es preferible que se vote tan sólo a un candidato, salvo que la indecisión sea invencible.

Un consejo: Estas encuestas de blogger son muy puñeteras y a veces hay que insistir en el voto hasta que queda contabilizado. Fijaos bien en que vuestro voto se haya sumado al total.

Los finalistas a los premios Helga de Oro 2013 son:

Mejor dirección escénica
En este apartado habrá que optar entre: el italiano Davide Livermore por su inteligente trabajo, basado fundamentalmente en proyecciones de cuadros impresionistas y una buena dirección de actores, para la coproducción del Palau de les Arts y la Opera Company of Philadelphia, de la ópera de Puccini “La Bohème”; el también italiano Damiano Michieletto, por “Il Barbiere di Siviglia”, de Rossini, por su propuesta para esta producción del Grand Théâtre de Genève que, aunque tuvo efectos perversos sobre el resultado musical, es innegable que tiene detrás un trabajo muy meritorio, especialmente en el terreno de la dirección de actores; y el británico Stephen Medcalf, por la puesta en escena de la producción concebida para el Teatro Regio de Parma de “La Flauta Mágica”, de Mozart, que con una escenografía prácticamente inexistente, pero con un adecuado trabajo de dirección e iluminación consiguió un resultado visualmente muy atractivo y dramáticamente efectivo.

Mejor dirección musical
Los finalistas en esta categoría, todos ellos por su labor al frente de la Orquestra de la Comunitat Valenciana, son: el gran director milanés Riccardo Chailly, que nos enamoró a muchos con su emocionante y bellísima lectura de “La Bohème”; el también italiano Ottavio Dantone, por su sutil y equilibrada labor de batuta en “La Flauta Mágica”; y el maestro indio Zubin Mehta, por su espléndida dirección del “Otello” de Verdi, durante el último Festival del Mediterrani.

Mejor Tenor
Este año los candidatos a este premio son: el venezolano Aquiles Machado, por el matizado y apasionado Rodolfo que ofreció en “La Bohème”; el italiano Ivan Magrì por la valentía y entrega que exhibió como Jacopo Foscari en “I due Foscari”, de Verdi; y el norteamericano Gregory Kunde, por su espectacular y poderosísimo  Otello, en la ópera del mismo título.

Mejor Bajo/Barítono
En este apartado los finalistas son: el barítono onubense Juan Jesús Rodríguez por el color verdiano y belleza vocal que impuso al Rigoletto con el que se inauguró la pasada temporada; un bajo de los de verdad, el veterano georgiano Paata Burchuladze, por el Don Basilio de “Il Barbiere di Siviglia”; y el barítono malagueño Carlos Álvarez por el magnífico Yago que nos ofreció en el “Otello” del Festival del Mediterrani.

Mejor soprano
Las finalistas son: La estadounidense Erin Morley, que cantó una delicada Gilda en “Rigoletto”, exhibiendo además una coloratura y trinos espléndidos; la italiana Gracia Doronzio, por su inteligente y emocionante uso de las medias voces en el papel de Pamina, en “La Flauta Mágica”; y la también italiana María Agresta por la brillantísima Desdémona que nos regaló en “Otello”.

Cantante revelación
Esta categoría está destinada a premiar a jóvenes cantantes que, no siendo finalistas en alguna de las restantes categorías, nos hayan sorprendido favorablemente. Y este año los candidatos serán: la soprano valenciana Carmen Romeu, por su magnífica Musetta de “La Bohème”; el italiano Gianluca Buratto, por el rotundo y poderoso Jacopo Loredano de “I due Foscari”; y la mezzosoprano valenciana Cristina Faus, por su brillante interpretación del papel de Emilia en “Otello”.

Mejor espectáculo de la temporada
En este apartado se premia siempre aquella producción que, valorada en su conjunto (dirección escénica, musical, solistas), nos haya parecido la ópera más redonda y equilibrada de las que pasaron por Les Arts. Las candidatas de 2013 a esta Helga de Oro son: “La Boheme”, “La Flauta Mágica” y ”Otello”.

Lo peor del año
La Helga Abucheadora, es el galardón que reservo para destacar lo que menos nos ha gustado de cuanto pasó por el teatro de ópera valenciano, con la intención principal de que quien tenga que tomar nota lo haga y no nos vuelva a castigar con cosas similares. Este año los candidatos son los siguientes: Omer Meir Wellber, todavía director musical titular de Les Arts, aunque no lo parezca, por su incoherente y epiléptica labor de dirección en “Rigoletto”; el joven bajo mongol Amartuvshin Enkhbat, un pésimo Monterone, también en “Rigoletto”, inaudible, mal actor y con una emisión feísima; e ”Il Barbiere di Siviglia” en su conjunto, por haber conseguido hacer aburridísima una divertida obra de Rossini, gracias sobre todo a un trío protagonista muy desafortunado.

Pues hasta aquí todas las candidaturas. Este año el premio a la mejor mezzosoprano quedará desierto. Ahora os toca a vosotros ir a la columna de la derecha y votar. Espero contar con una amplia participación. No hace falta ser un experto ni haber asistido a todas las funciones de la temporada para votar, se trata simplemente de, entre aquello que se haya visto, opinar acerca de lo que más o menos nos haya gustado. Como siempre, agradeceré también vuestros comentarios.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

LES ARTS NO APRUEBA EN SEPTIEMBRE

Tras un paréntesis veraniego en el blog más largo de lo esperado, regresaba por aquí con intención de haber comentado algo de tono más amable, pero el correo de una muy buena amiga me ha devuelto a la realidad del Palau de les Arts.

Estamos en plena campaña de renovación de abonos y, como suele ser costumbre en esa casa, la cosa se vuelve a organizar fatal. De entrada, como también viene siendo habitual, los plazos de renuncia se hacen coincidir con el mes de agosto y primeros días de septiembre. No hay que ser Hercules Poirot para entender que eso se hace así para conseguir que a muchos posibles renunciantes se les pase el plazo mientras están de vacaciones.

Por otro lado, las solicitudes de cambio de turno o localidad no se pueden presentar hasta que ha finalizado el plazo de renuncia, con lo que si tu abono de la temporada pasada no te acopla por cualquier motivo y quieres cambiarlo por otro, te arriesgas a que se renueve automáticamente y luego no te acepten el cambio solicitado.

Esto en concreto es lo que le ha pasado a esta amiga, que me ha autorizado a reproducir la comunicación que ha enviado a Les Arts explicando los motivos de su renuncia:

“Mi abono actual no me interesa ni por programación ni por fechas. Mi intención era cambiarme de turno y zona. Si este cambio no es posible no me interesa seguir siendo abonada.
Acudí a las taquillas, ayer 3 de septiembre, para comentar que el sistema previsto de solicitud de cambio de turno me obligaba a perder mi derecho a la renuncia al abono en caso de que el cambio solicitado no fuera factible, ya que el plazo de solicitud de dicho cambio comienza justo tras finalizar el de renuncia.
La información recibida en taquillas fue amable, pero inflexible y similar a la que se puede encontrar en la web, muy alejada de lo que debe ser, a mi juicio, el trato a una abonada de varios años y que, además del abono compra entradas para muchas otras funciones. No pretendía un trato de favor, sino comentar la posibilidad de encontrar una solución a mi situación. Simplemente pedí información acerca de si podía haber problemas para que el cambio de turno que quería solicitar me fuese aceptado, a la vista de la ocupación actual de dicho abono.
La única respuesta que encontré era la repetición de las fechas de los diferentes plazos y que esa información no era posible. Ante mi comentario de que, siendo así, no podía arriesgarme a ver renovado automáticamente mi abono actual no deseado, no encontré la más mínima alternativa, ni por el personal de taquillas ni por quien en su día me informaron que era el jefe de taquillas, que por allí deambulaba sin acercarse siquiera a ver qué ocurría.
Ya el año pasado encontré la misma inflexibilidad ante mi solicitud de trasladar mi abono dentro de la misma zona a butacas laterales, y se me informó que no estaban en abono porque su visibilidad era peor, aunque se venden al mismo precio (lo cual no entiendo). Insistí en que personalmente, se vea mejor o peor, me gustan más por la proximidad a la orquesta, pero una vez más se fue inflexible.
Todo lo anterior ha motivado que este año, pese a que por motivos sentimentales y por apostar por la continuidad de un proyecto estable de ópera en nuestra ciudad, pretendía continuar como abonada, tanto mi marido como yo solicitamos la renuncia a nuestros abonos, ya que no podemos arriesgarnos a que se nos renueve automáticamente un abono que no deseamos y además nos sentimos mal tratados, una vez más, por el Palau de les Arts”.

Más allá del tema de fondo sobre los absurdos plazos de renovaciones, renuncias y cambios, vuelve a ponerse de manifiesto el inaceptable comportamiento de nuestro teatro de ópera en su relación con los que, cada vez más, somos su principal razón de existir: el aficionado que paga sus entradas para tener acceso a una manifestación cultural. Lo crean algunos o no, el sentido de que este teatro siga perviviendo no es ensanchar las posaderas de algún politiquillo de nuevo cuño, honrar a faraónicos dirigentes o aumentar el ego de Intendentes déspotas y arquitectos sin vergüenza, sino ofrecer arte y cultura al público que paga por ello y que tiene criterio para decidir lo que le gusta y lo que no y lo que debe aceptar o no.

Las imbecilidades se suceden en la gestión de Les Arts y el trato al abonado no mejora. Un año tras otro venimos denunciando las mismas insensateces.

Lo de que las entradas laterales no entren en abono es incomprensible, cuando cuestan lo mismo que otras de la misma zona pero centradas que sí están en abono. Y la explicación que dan, diciendo que es que ahí se pierde visibilidad, es inaceptable. Si es así, me estás estafando porque me la estás vendiendo en taquilla al mismo precio que una con visibilidad y sin advertirme de esa pérdida de visión.

Otro hecho que se repite todos los años es que, en el periodo de compra preferente para abonados de los espectáculos que no entran en tu abono, te cuentan siempre la milonga de que las entradas que solicitas bien situadas no están disponibles, pero cuando llega el día de la representación contemplas con estupefacción que las localidades que pediste están vacías o se han vendido al 50%. Eso es habitual. Me ha pasado a mí ya varios años y me lo han comentado otros abonados.

Seguimos también rellenando los abonos con espectáculos no operísticos. Ya sé que esto también ocurre en otros teatros y el mal de muchos no me consuela, pero lo que llega a indignar es que los conciertos que te colocan con calzador en el abono siguen interpretándolos en un recinto de acústica abominable y donde no te dejan elegir la zona, estando vinculada al abono de ópera, cuando los criterios para elegir un abono de ópera o uno de concierto pueden ser muy diferentes, sobre todo si éste se celebra en un patatal con asientos.

La temporada anterior pasaron unas encuestas a los abonados para que manifestásemos nuestra opinión sobre diferentes aspectos de la gestión de Les Arts y solicitando propuestas. Doy fe de que algunos rellenamos las nuestras con detalle, pero visto como van las cosas me temo que con nuestras encuestas rellenadas lo que hicieron fue suplir la carencia de papel higiénico que haya motivado la crisis.

Resulta evidente que a Helga Schmidt y sus secuaces, y a CulturArts y los suyos, les importa un carajo que el abonado esté contento o no. Ellos van a piñón fijo y al que no le guste que se pire. Así se equivocan de pleno. A muchos de esos abonados, entre los que me incluyo, que además de nuestro abono compramos entradas para casi todas las representaciones, deberían llevarnos en bandeja de plata. Estoy seguro de que algunos abonados mereceríamos tener nuestro nombre inscrito en el hall de Les Arts más que algunos de esos sponsor y patrocinadores que salieron por patas a las primeras de cambio en cuanto las cosas se pusieron feas y el imperio del faraón Camps se tambaleó.

Que se pierdan abonados por culpa de la crisis económica que a todos nos afecta, en un momento tan crítico como este para el futuro del teatro, es muy triste; pero es mucho más lamentable e imperdonable que esos buenos abonados se puedan estar perdiendo por culpa de la mala gestión interna y por no saber tratar adecuadamente al público.

Allá ellos, si lo que buscan es que el proyecto se hunda definitivamente lo están haciendo de maravilla.


ACTUALIZACIÓN A 15/09/2013: La amiga de la que hablaba al comienzo me ha comunicado que personal de Les Arts (Toni) se puso en contacto con ella y tras pedir disculpas por lo ocurrido le han solucionado su problema. Vuelve a ser abonada en el turno deseado.

Y yo me pregunto, ¿tan difícil es hacer bien las cosas a la primera?...