"Paisaje en Auvernia" - Henri Harpignies - National Gallery Art - Washington
Joseph Canteloube (1879-1957) fue un compositor y musicólogo francés, hijo de una familia originaria de la región de Auvernia, si bien él nació en Ródano-Alpes, en concreto en la ciudad de Annonay, famosa por ser el escenario, el 4 de junio de 1783, del primer vuelo de un globo aerostático por parte de los hermanos Montgolfier.
Canteloube estudió música en París, teniendo como maestro a Vincent d’Indy y entablando allí amistad con algunos compositores como Albert Roussel o el español Issac Albéniz.
Compuso diversas obras sinfónicas, algunos ciclos de canciones e incluso dos óperas, “Le Mas” y “Vercingétorix”, esta última dedicada al jefe de la tribu gala de los Arvernos que hizo frente a las tropas romanas de Julio César hasta caer derrotado en la batalla de Alesia y que los amantes de las aventuras de Astérix conocemos bien gracias a la genialidad de Goscinny y Uderzo.
No obstante, las inquietudes musicales de Canteloube se dirigieron muy pronto hacia la investigación y recuperación del folklore de Auvernia, fundando en 1925, junto a otros jóvenes auverneses, el grupo “La Bourrée”, y concentrándose en compilar y publicar la música y canciones de la región, con arreglos propios, para hacer llegar al gran público su patrimonio artístico. También trabajó en la recuperación de la tradición musical de otras zonas de Francia, como el Languedoc, Alsacia o el País Vasco-Francés.
A partir de 1924 comenzó a trabajar en su más famosa colección de canciones, “Chants d’Auvergne”, donde su música se impregna definitivamente de los colores y sonidos tradicionales del folklore auvernés, transmitiendo con sus notas las sensaciones que le inspiraba la contemplación de los paisajes y las gentes de esa región francesa que tanto amaba.
La primera grabación de “Chants d’Auvergne” tuvo por intérprete a la soprano francesa Madeleine Grey, una cantante muy popular en su época que contaba con el respaldo de prestigiosos músicos como Ravel o Fauré, y a quien Canteloube le dedicó el tercero de los cinco volúmenes en que agrupó las canciones que integran la obra.
La composición más conocida de Canteloube es precisamente una de estas canciones, la nostálgica “Baïlèro”, la cual se mantiene actualmente en el repertorio de numerosos cantantes. Escrita en occitano, narra el diálogo entre dos pastores en la montaña. Jean-Bernard Cahours d’Aspry cuenta en la biografía de Canteloube que la inspiración le surgió a éste un atardecer, en los montes de Auvernia junto a Vic-Sur-Cère, cuando escuchó el canto de un pastor y comenzó a tomar notas de esa melodía. De pronto, según narra Cahours: “desde muy lejos, como llevada por la brisa que se levanta por la noche en la montaña, escuchó, apenas perceptible, la voz lejana de otro pastor que repetía el tema a seis quilómetros de allí”.
Sin ir tan lejos podemos disfrutar ahora del tema “Baïlèro” de Joseph Canteloube y en dos versiones muy diferentes. En primer lugar, la versión para piano con la voz del barítono Gerard Souzay, ya habitual de este blog, acompañado al piano por Dalton Baldwyn:
video de einalemland
Y, para finalizar, podemos escuchar la versión orquestal de “Baïlèro”, con la maravillosa voz de Victoria de los Ángeles, acompañada por la Orchestre des Concerts Lamoreux, dirigidos por Jean-Pierre Jacquillat:
Canteloube estudió música en París, teniendo como maestro a Vincent d’Indy y entablando allí amistad con algunos compositores como Albert Roussel o el español Issac Albéniz.
Compuso diversas obras sinfónicas, algunos ciclos de canciones e incluso dos óperas, “Le Mas” y “Vercingétorix”, esta última dedicada al jefe de la tribu gala de los Arvernos que hizo frente a las tropas romanas de Julio César hasta caer derrotado en la batalla de Alesia y que los amantes de las aventuras de Astérix conocemos bien gracias a la genialidad de Goscinny y Uderzo.
No obstante, las inquietudes musicales de Canteloube se dirigieron muy pronto hacia la investigación y recuperación del folklore de Auvernia, fundando en 1925, junto a otros jóvenes auverneses, el grupo “La Bourrée”, y concentrándose en compilar y publicar la música y canciones de la región, con arreglos propios, para hacer llegar al gran público su patrimonio artístico. También trabajó en la recuperación de la tradición musical de otras zonas de Francia, como el Languedoc, Alsacia o el País Vasco-Francés.
A partir de 1924 comenzó a trabajar en su más famosa colección de canciones, “Chants d’Auvergne”, donde su música se impregna definitivamente de los colores y sonidos tradicionales del folklore auvernés, transmitiendo con sus notas las sensaciones que le inspiraba la contemplación de los paisajes y las gentes de esa región francesa que tanto amaba.
La primera grabación de “Chants d’Auvergne” tuvo por intérprete a la soprano francesa Madeleine Grey, una cantante muy popular en su época que contaba con el respaldo de prestigiosos músicos como Ravel o Fauré, y a quien Canteloube le dedicó el tercero de los cinco volúmenes en que agrupó las canciones que integran la obra.
La composición más conocida de Canteloube es precisamente una de estas canciones, la nostálgica “Baïlèro”, la cual se mantiene actualmente en el repertorio de numerosos cantantes. Escrita en occitano, narra el diálogo entre dos pastores en la montaña. Jean-Bernard Cahours d’Aspry cuenta en la biografía de Canteloube que la inspiración le surgió a éste un atardecer, en los montes de Auvernia junto a Vic-Sur-Cère, cuando escuchó el canto de un pastor y comenzó a tomar notas de esa melodía. De pronto, según narra Cahours: “desde muy lejos, como llevada por la brisa que se levanta por la noche en la montaña, escuchó, apenas perceptible, la voz lejana de otro pastor que repetía el tema a seis quilómetros de allí”.
Sin ir tan lejos podemos disfrutar ahora del tema “Baïlèro” de Joseph Canteloube y en dos versiones muy diferentes. En primer lugar, la versión para piano con la voz del barítono Gerard Souzay, ya habitual de este blog, acompañado al piano por Dalton Baldwyn:
video de einalemland
Y, para finalizar, podemos escuchar la versión orquestal de “Baïlèro”, con la maravillosa voz de Victoria de los Ángeles, acompañada por la Orchestre des Concerts Lamoreux, dirigidos por Jean-Pierre Jacquillat:
video de goldmundgoldmund1
Antológica versión la de Victoria, me gusta mucho también la de Von Stade, una mezzo por la que me está dando mucho últimamente, me gusta su voz pero también su musicalidad extrema y gusto exquisito -características que, por cierto, comparte con De los Ángeles-. Con Von Stade no dejo de tener la sensación de coitus interruptus, no desde ahora sino desde siempre, porque no se encuentran por ahí muchas grabaciones suyas. No termino de quedarme satisfecho.
ResponderEliminarGracias por traernos música tan bella.
La versión de Souzay no la conocía y me ha dejado a cuadros, no sé si me ha gustado o no, creo que sí. La versión canónica es la de Victoria de los Ángeles, desde luego, roza el cielo. Yo recomiendo para quien esté interesado los dos discos que Véronique Gens dedicó a los Chantes d'Auvergne y otras composiciones de Canteloube, publicados por Naxos.
ResponderEliminarSe me ha colad una "e", es Chants y no Chantes.
ResponderEliminarLa versión de Von Stade es muy buena y los discos de Gens geniales (como todo lo que hace esta mujer últimamente). Pero para mí la de Victoria es inigualable.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho también la de Elly Ameling con Rudolf Jansen al piano.
Con Souzay me ha pasado algo parecido a lo que comentas, Titus. La primera vez que escuché su versión no me gustó. Y según la iba oyendo me parecía más destacable y le encontraba más detalles interesantes. Y al final la traje al blog.
gràcies pel descobriment, no coneixia a Canteloube, de cognom tan musical..m'encanta aquí la Victòria dels Àngels.
ResponderEliminarMe encanta esta canción así como las versiones que has puesto. Nunca se la había oído a un señor y la verdad es que Souzay, como todo lo que hizo, ofrece una hermosa y refinada versión. La de Victoria de los Ángeles parece escrita para la maravillosa voz de la soprano, siempre adecuada a lo que la melodía exige.
ResponderEliminarMuchas gracias Atticus.
És curiós: Tinc aquesta cançó associada completament a Victoria de los Ángeles, i em costa molt que alguna cosa que m'agradi molt com la cantava ella m'agradi com la canten altres, però no m'ha passat en aquest cas: M'ha agradat de seguida cantada per Souzay. Diferent, sí, però molt bé.
ResponderEliminarGracias por compartir toda la información vertida en este blog. Desde México reciban un cordial abrazo.
ResponderEliminarAmbas interpretaciones son magistrales, en la voz de un caballero es impresionante.
Pero coincido ampliamente, la forma en que Victoria de los Ángeles la canta es totalmente exquisita.
A todos de nuevo Gracias ;)
Adagio: Bienvenido al blog y gracías a tí por tu comentario.
ResponderEliminarEspero contar con tu participación en más ocasiones.
Un saludo.
Hay una novela titulada La lluvia antes de caer, en la que los Cantos de la Auvernia tienen un papel destacado...y hata aquí podemos leer que decían en el un, dos tres.
ResponderEliminarGracias por tu observación. No conocía el dato, pero tomo nota.
EliminarAh por cierto, no soy un robot pero me gustaría :-)
ResponderEliminarY a mi... ;-)
EliminarEstos de blogger son así...
No conocía la versión de Souzay, la verdad es que me ha sorprendido muy gratamente, le da un sentido perfecto al dialogo entre dos pastores al cantar una estrofa de cerca y la otra de lejos (o de espaldas), muy interesante. Victoria de los Angeles ya la tenía mas oída y la verdad es que le da a la pieza un aire divino que contrasta con la mas terrenal de Souzay, dos visiones distintas de una misma pieza. Finalmente, a parte de las voces personalmente encuentro la versión con el piano muy superior a la orquestada, el acompañamiento de piano es casi mas solista que la voz misma en esta pieza y mucho mas descriptiva e evocadora.
ResponderEliminarbella música que eleva el alma
ResponderEliminarbella música que eleva el alma
ResponderEliminarEs una hermosísima obra de arte.
ResponderEliminarKiri te Kanawa la canta como los ángeles
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