Canal en Amsterdam - Claude Monet - 1874
Henri Duparc (1848-1933) es considerado uno de los mejores melodistas franceses, pese a que su obra es escasa y compuso poco más de una decena de mélodies, abandonando su carrera a los 36 años como consecuencia de la enfermedad nerviosa que padecía, y, aunque posteriormente realizó algunos trabajos de orquestación, ya no volvió a componer.
Sus mélodies son fruto de una ardua dedicación y transmiten una profundidad e intensidad que le convierten en todo un referente en el arte del miniaturismo musical. Lucien Rebatet dijo de estas canciones que eran “la unión perfecta entre la melodía y las palabras”.
Una de sus mélodies más conocidas es “L’invitation au voyage” (La invitación al viaje), una obra para voz y piano compuesta por Duparc en 1870 sobre un poema de Charles Baudelaire. El poema está dedicado a una de las amantes de Baudelaire, posiblemente Marie Daubrun, una bella actriz de teatro rubia, de ojos verdes, con la que mantuvo una breve, pero apasionada y tormentosa relación, abandonando aquélla finalmente al poeta por un amigo de Baudelaire, el también poeta, dramaturgo y crítico teatral Théodore de Banville, quien apoyó la carrera de Marie y le ofreció un mayor sosiego y estabilidad en la relación.
En este poema Baudelaire le habla a su amada de la posibilidad de irse a vivir juntos a un lugar ideal donde reina la belleza, la calma y el bienestar. Con toda seguridad se está refiriendo a Holanda, y posiblemente a Ámsterdam, lugar que no conocía el poeta personalmente, pero que era evocado en los relatos de amigos suyos como Gérard de Nerval, y que en esa época era uno de los principales puertos receptores de mercancías de Oriente.
Aquí os dejo con el refinamiento y la delicadeza de la música de Duparc y el texto de Baudelaire, en tres versiones diferentes de esta “L’invitation au voyage” que os traigo hoy al blog.
En primer lugar, escuchamos a la sensacional soprano francesa Ninon Vallin en una grabación de 1930. La calidad de sonido no es muy buena, pero la sensibilidad y expresividad de Vallin merecen la pena:
video de leonocusto2008
A continuación, es Jessye Norman, en una grabación de 1984 para la televisión francesa, quien nos ofrece su versión de “L’invitation au voyage”. El sonido es también bastante malo, pero no lo bastante como para que no podamos apreciar la capacidad de matización de la norteamericana:
video de mvbaritone
Y por último, podemos escuchar al gran Nicolai Gedda, que, como dijo un día Titus en este blog, cantaba de todo y siempre bien:
video de mvbaritone
Sus mélodies son fruto de una ardua dedicación y transmiten una profundidad e intensidad que le convierten en todo un referente en el arte del miniaturismo musical. Lucien Rebatet dijo de estas canciones que eran “la unión perfecta entre la melodía y las palabras”.
Una de sus mélodies más conocidas es “L’invitation au voyage” (La invitación al viaje), una obra para voz y piano compuesta por Duparc en 1870 sobre un poema de Charles Baudelaire. El poema está dedicado a una de las amantes de Baudelaire, posiblemente Marie Daubrun, una bella actriz de teatro rubia, de ojos verdes, con la que mantuvo una breve, pero apasionada y tormentosa relación, abandonando aquélla finalmente al poeta por un amigo de Baudelaire, el también poeta, dramaturgo y crítico teatral Théodore de Banville, quien apoyó la carrera de Marie y le ofreció un mayor sosiego y estabilidad en la relación.
En este poema Baudelaire le habla a su amada de la posibilidad de irse a vivir juntos a un lugar ideal donde reina la belleza, la calma y el bienestar. Con toda seguridad se está refiriendo a Holanda, y posiblemente a Ámsterdam, lugar que no conocía el poeta personalmente, pero que era evocado en los relatos de amigos suyos como Gérard de Nerval, y que en esa época era uno de los principales puertos receptores de mercancías de Oriente.
Aquí os dejo con el refinamiento y la delicadeza de la música de Duparc y el texto de Baudelaire, en tres versiones diferentes de esta “L’invitation au voyage” que os traigo hoy al blog.
En primer lugar, escuchamos a la sensacional soprano francesa Ninon Vallin en una grabación de 1930. La calidad de sonido no es muy buena, pero la sensibilidad y expresividad de Vallin merecen la pena:
video de leonocusto2008
A continuación, es Jessye Norman, en una grabación de 1984 para la televisión francesa, quien nos ofrece su versión de “L’invitation au voyage”. El sonido es también bastante malo, pero no lo bastante como para que no podamos apreciar la capacidad de matización de la norteamericana:
video de mvbaritone
Y por último, podemos escuchar al gran Nicolai Gedda, que, como dijo un día Titus en este blog, cantaba de todo y siempre bien:
video de mvbaritone
LA INVITACIÓN AL VIAJE
¡Mi niña, mi hermana,
piensa en la dulzura
de ir a vivir juntos, lejos!
¡Amar a placer,
amar y morir
en un país que se parece a ti!
Los mojados soles
de esos cielos nublados,
para mi espíritu tienen un encanto,
tan misterioso
como tus ojos traicioneros,
brillando a través de las lágrimas.
Todo allí es orden y belleza,
lujo, calma y voluptuosidad.
Muebles relucientes,
pulidos por los años,
decorarían nuestra habitación;
las flores más raras
mezclando su aroma
a los vagos aromas del ámbar,
los ricos techos,
los profundos espejos,
el esplendor oriental,
todo allí hablaría
en secreto al alma
en su dulce lengua natal.
Todo allí es orden y belleza,
lujo, calma y voluptuosidad.
Mira en los canales
dormir los navíos
cuyo humor es vagabundo;
para que tú colmes
tu menor deseo
vienen desde el fin del mundo.
Los soles ponientes
revisten los campos,
los canales y la ciudad entera,
de jacintos y oro;
el mundo se adormece
bajo una cálida luz.
Todo allí es orden y belleza,
lujo, calma y voluptuosidad.
piensa en la dulzura
de ir a vivir juntos, lejos!
¡Amar a placer,
amar y morir
en un país que se parece a ti!
Los mojados soles
de esos cielos nublados,
para mi espíritu tienen un encanto,
tan misterioso
como tus ojos traicioneros,
brillando a través de las lágrimas.
Todo allí es orden y belleza,
lujo, calma y voluptuosidad.
Muebles relucientes,
pulidos por los años,
decorarían nuestra habitación;
las flores más raras
mezclando su aroma
a los vagos aromas del ámbar,
los ricos techos,
los profundos espejos,
el esplendor oriental,
todo allí hablaría
en secreto al alma
en su dulce lengua natal.
Todo allí es orden y belleza,
lujo, calma y voluptuosidad.
Mira en los canales
dormir los navíos
cuyo humor es vagabundo;
para que tú colmes
tu menor deseo
vienen desde el fin del mundo.
Los soles ponientes
revisten los campos,
los canales y la ciudad entera,
de jacintos y oro;
el mundo se adormece
bajo una cálida luz.
Todo allí es orden y belleza,
lujo, calma y voluptuosidad.
Una mélodie preciosa, sobre todo para los que somos baudelerianos. Los tres cantantes que has seleccionado están muy bien, pero así a primera escucha me quedo con Jessye Norman por la capacidad para moldear el sonido a la que haces referencia.
ResponderEliminarHecho de menos la versión de, jajaja, no, me encanta esta mélodie, y las tres versiones son grandes, una de ellas en todos los sentidos.
ResponderEliminarA pesar del sonido...Norman.Le saca unos "colores" a la melodía fantásticos. Gracias.
ResponderEliminarJa,ja,ja, que mona te ha quedado Helga de Mamá Noel.
ResponderEliminarEs tu musa, tu hada, tu diosa, aunque a veces disimules,creo que estas empezando a quererla.
Ese es el espiritu de la Navidad, ¿que no la habras invitado a cenar en Nochebuena?
Felices Fiestas, Atticus.
Y a Helga tambien.
Es una hermosa canción sobre un no menos hermoso poema. Las tres versiones me gustan si bien las que cantan ellas, Ninon Vallin y Jessye Normann me parecen más intimistas y, por tanto, más adecuadas a lo que la mèlodie propone. Gedda, muy bueno, me resulta más distante.
ResponderEliminarGracias Atticus.
Me alegra que os haya gustado esta aproximación a Duparc y Baudelaire. La verdad es que Norman hace una grandísima interpretación.
ResponderEliminarLo mío con Helga, Tag, como todas las grandes pasiones, tiene mucho de amor y de odio. Al final no la invito en Nochebuena porque es capaz de traerse a la Voulgaridou para cantar el "chiquirritín" y celebrar su particular misa del "gallo". Felicidades para tí también.
Gracias a todos por vuestros comentarios
Genial
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