domingo, 12 de septiembre de 2010

AU REVOIR, MONSIEUR CHABROL


Hoy ha fallecido en París, ciudad en la que nació, el cineasta francés Claude Chabrol.

Cuando se cumplían exactamente ocho meses de la muerte de Eric Rohmer, ha llegado la noticia del fallecimiento de Chabrol, otro de los críticos-cineastas que trabajaban en la revista “Cahiers du Cinema” y que junto a Rohmer, Truffaut, Godard o Rivette formaban el grupo de los llamados “jóvenes turcos”. Como críticos se propusieron defender la condición de “cine de autor” respecto a la obra de directores como Hitchcock, Howard Hawks, Fritz Lang o Jacques Becker, y como realizadores conformarían el germen de lo que se denominaría Nouvelle Vague, constituyendo una auténtica revolución técnica y artística en el lenguaje cinematográfico.

Se suele admitir que el inicio oficial de la Nouvelle Vague se produce precisamente con el estreno el 10 de enero de 1959 de la película dirigida por Claude Chabrol “El Bello Sergio”, su ópera prima, y con la que conseguiría el premio al mejor director en el Festival de Locarno. Con su siguiente película, “Los Primos”, aún llegó más lejos y obtuvo el Oso de Oro en el Festival de Berlín.

Siempre he sido un enamorado del cine francés, y Claude Chabrol ha tenido un lugar destacado en mi filmoteca. Me gusta del cine de Chabrol la acidez corrosiva con la que radiografía a la sociedad francesa pequeño burguesa y las violentas relaciones de clases. Sus películas se suelen desarrollar en pequeñas ciudades de provincias donde la apariencia de normal cotidianeidad de lo que sucede, esconde unos oscuros comportamientos marcados por la ambición, la mezquindad y los bajos sentimientos que acabarán desatándose. Su mirada se centra más en el fondo de sus personajes y sus ambiguos comportamientos, llenos de contradicciones morales, que en el mero espectáculo de la narración de los hechos que suceden. Él mismo decía que era partidario de “tramas simples con personajes complicados”.

La influencia de algunos de los directores que él alabó como crítico, como Hitchcock o Lang, es palmaria en muchas de sus obras, sin embargo Chabrol consigue dotarlas de un lenguaje particular que las hace reconocibles a pesar de la variedad de temas que puedan tratar y que le convierte a él también en un director-autor indiscutible.

Reputado director de actrices, en la mayor parte de su filmografía nos encontramos con mujeres de fuerte personalidad que se convierten en protagonista central de algunas de sus principales películas como “Las ciervas” (1968), “La Mujer Infiel” (1969), “El Carnicero” (1970), “Violette Nozière” (1978), “Pollo al Vinagre” (1985), “Un asunto de mujeres” (1988), ”Madame Bovary” (1991), “La Ceremonia” (1995), “Gracias por el Chocolate” (2000), o su penúltimo trabajo, “Borrachera de Poder” (2006). Para estos papeles ha contado siempre con dos actrices fetiche de enorme talla interpretativa, su segunda esposa en la vida real, Stephane Audran, y la extraordinaria Isabelle Huppert.

Otros colaboradores habituales han sido el director de fotografía portugués Eduardo Serra, con quien consigue un inteligentísimo empleo de la luz y del color, o su hijo Matthieu Chabrol, que ha compuesto la banda sonora de todas sus películas desde los años 80, caracterizándose por no ser música descriptiva que acompaña a la acción, sino música creada a partir de lo que el guión sugiere al compositor y colocada luego por Chabrol (padre) donde éste consideraba oportuno. Sus ritmos seriales y la chirriante atonalidad presente en las bandas sonoras de Chabrol (hijo), constituyen el complemento perfecto a los ambientes opresivos y desasosegantes en que suele desarrollarse la acción de las películas de su padre.

Gastrónomo exquisito, la comida siempre ocupa un lugar importante en los films de Chabrol y eran famosos en sus rodajes los banquetes que se organizaban en lugar del socorrido bocadillo. Se llegó a comentar incluso que elegía las zonas de rodaje en función de que en ellas se pudiese comer bien.

Para finalizar este modesto recuerdo a otro nombre clave de la cinematografía europea que nos ha dejado un poco más huérfanos de talento, aquí podemos ver el tráiler de “Pollo al Vinagre”, con una aparición del propio Chabrol en un gesto muy a lo Alfred Hitchcock, ese director al que tanto admiraba:


video de pablomaia54

2 comentarios:

  1. ¡Vaya artículazo para Cahiers! Me gustaría haberlo firmado pero,como no puede ser, me contento y mucho añadiendo un: "yo también" a todas tus aseveraciones sobre Chabrol y el maravilloso cine francés.

    ResponderEliminar
  2. Amiga Glòria, estaba convencido que al menos tú sí harías también un huequecito en tu blog a Monsieur Chabrol. Entrañable recuerdo que desde aquí recomiendo a todos:

    http://arbredefoc.blogspot.com/2010/09/claude-chabrol-cap-mes-imatge.html

    ResponderEliminar