La prensa valenciana de hoy (ver enlace)
hace oficiales los títulos operísticos que se prevé que integren la programación
del Palau de les Arts en la próxima temporada 2013-2014.
Lejos de los fastos y oropeles que antaño acompañaban,
con artistas invitados, las presentaciones de las nuevas temporadas, en esta
ocasión el anuncio se ha limitado a la colocación de un panel informativo a la
puerta del teatro valenciano, reflejo evidente de las aguas revueltas que
actualmente corren en el edificio de Calatrava, sin saber con cuánto
presupuesto van a contar el año que viene y habiéndose anunciado hace escasos
días que se va a iniciar un ERE que podría afectar al 35% de la plantilla
actual de Les Arts, mientras doña Helga
parece que había dado los primeros pasos para negociar el nuevo convenio. Pero
bueno, de momento que se anuncie una programación medio decente ya es mucho.
No ha habido sorpresas y prácticamente se
confirman los títulos que ya corrían en todas las apuestas.
La sesión operística se iniciará el 19 de
octubre con “La Traviata”, de Giuseppe
Verdi, bajo la dirección musical de Zubin
Mehta. El maestro indio reservó hace tiempo fechas en Valencia para dirigir
la reposición de la tetralogía “El Anillo
del Nibelungo”, que se suponía que iba a abrir esta temporada en homenaje al
bicentenario del nacimiento de Richard
Wagner y que las dificultades económicas echaron atrás.
El único título que se representará de esa
tetralogía será “La Valquiria”, en noviembre, también bajo la dirección de Zubin Mehta y, se supone, que con la
producción propia de Les Arts con dirección escénica de La Fura dels Baus.
Desde noviembre no aparece reseñada ninguna
otra ópera hasta febrero, donde se anuncia el estreno de “Manon Lescaut”, de Puccini, con el movimiento de batuta
desde el foso de Plácido Domingo.
El turno del belcanto llegará a continuación, con “La italiana en Argel”, de Gioacchino
Rossini, bajo la dirección musical de todo un experto, Ottavio Dantone.
De nuevo el incombustible tenor-barítono-director
madrileño Plácido Domingo se espera
que haga acto de presencia sobre el escenario de Les Arts protagonizando el
siguiente título programado, “Simon Boccanegra”, de Giuseppe Verdi, intuyo que en la
producción que ya pudo verse en el teatro valenciano en una de sus primeras
temporadas. Aquí no se dice quién dirigirá, pero parece que podría ser Omer Meir Wellber, quien, no lo
olvidemos, de momento sigue siendo el director musical titular del coliseo,
pese a que, como vemos, no se cuenta con él en absoluto. Las relaciones del director
israelí con la Intendente son nefastas y todo apunta a que se está esperando
que concluya su contrato en 2014 para proceder a su relevo. Posiblemente por Domingo.
La temporada oficial concluirá en abril con
el peaje a CulturArts del estreno de
una ópera valenciana, “Maror” (que rima con horror) del
compositor Manuel Palau (1893-1967),
bajo la dirección del también valenciano Manuel
Galduf.
Del Festival
del Mediterrani nada se ha hecho oficial. Si de aquí a junio seguimos
vivos, parece que la idea sería programar “El Caballero de la Rosa”, de Richard Strauss, obviamente bajo la
dirección de Zubin Mehta y,
probablemente, con la producción que ya dirigiese hace unos años el maestro
indio en Florencia.
En el apartado sinfónico destaca un
concierto de Zubin Mehta en
noviembre y, sobre todo, la presencia de nuevo en nuestra ciudad de Riccardo Chailly, en esta ocasión en
diciembre con el colosal “Réquiem” de Verdi, con Carmen Giannattasio,
Veronica Simeoni, Giorgio Beruggi y Liang Li como solistas. Tengo que decir en este sentido que me ha decepcionado
comprobar que no se ha contado con la mezzosoprano María José Montiel, una habitual en los “Réquiem” dirigidos por Chailly.
No sé si se deberá a una decisión del milanés o una imposición de la superintendenta-que-todo-lo-controla.
Pues nada, esto es todo de momento. Nombres
de intérpretes, salvo el Simón de Domingo, nada de nada. A estas alturas
ponerse a buscar cantantes de cierto nivel con agendas libres parece
complicado. No obstante, si por algo se ha caracterizado siempre la gestión de
la superintendenta Vicenta, digo Helga,
ha sido por su capacidad de atraer nombres relevantes cuando menos se esperaba.
Ahí tenemos el ejemplo del reciente “Otello”.
Aunque las arcas no están como para permitirse muchas alegrías.
Pero bueno, como he venido repitiendo, de
momento que se hable de previsiones de próxima temporada, tal y como está la
cosa, ya es algo positivo. Después ya vendrá la
realidad a despertarnos. O no.
A la espera de repartos, yo ya me apunto para seguir la tradición, al Rosenkavalier, y dependiendo del cast, Die Walküre.
ResponderEliminarDepende todo mucho de los repartos, aunque ese Rosenkavalier me hace muchísima ilusión.
EliminarAquí os esperamos. Un abrazo.
María? Cuota valenciana al canto. Me alegra, o más bien lo contrario, comprobar que hay lugares tan provincianos como mi Jerez natal...
ResponderEliminarMaror, digo. Perdón por el corrector automático.
EliminarLlega CulturArts, desempolven las boinas.
EliminarLo peor es que dirija Plácido! Las dos veces que lo he oído dirigir ha sido nefasto.Prefiero mil veces al teleñeco Omer que por lo visto ha caído en desgracia.
ResponderEliminarPor lo menos tendremos temporada, que no las tenía yo todas conmigo.
Plácido dirige poco (de momento). Se espera que sólo "Manon Lescaut". Otra cosa será la próxima temporada (si la hay y finalmente se confirma su nombramiento como director musical de la casa sustituyendo al teleñeco).
EliminarA mi tampoco me gusta Domingo como director, pero puede ser un reclamo importante para que puedan venir nombres de nivel.
Plácido es un director desconcertante. Yo le he escuchado en directo, entre otras cosas, una Carmen discreta, una Traviata del montón... y una Butterfly sensacional. Quizá si se tomara las cosas con más calma para desarrollar ideas sobre las partituras que dirige, las cosas podrían salir mejor. No sé. En principio, le prefiero a Omer.
ResponderEliminarYo artísticamente no sé si prefiero Malaga o Malagón, pero desde luego la designación de Plácido nos ayudaría a mirar la supervivencia del coliseo con más optimismo. Aunque no sé las consecuencias que pudiera tener en la orquesta...
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