El viernes se levantó el telón del Palau de les Arts tras el descanso veraniego. Este año no ha habido que esperar casi a Navidad para empezar a disfrutar de ópera en nuestro teatro, pues, aunque la temporada oficial se inaugure con Macbeth el 5 de diciembre, el Intendente Davide Livermore ha decidido incluir previamente unos espectáculos a precios populares, a modo de pretemporada, que además servirán para conmemorar el décimo aniversario del coliseo valenciano.
Yo también quisiera hacer una pre-crónica, antes de entrar a compartir mis impresiones concretas de la función inaugural, para intentar aclarar algunas cosas. Lo primero que me gustaría dejar sentado es que me parece una muy buena idea construir una pretemporada como la que ahora comienza. Por un lado, es una magnífica forma de acercar la actividad de Les Arts al público joven a unos precios más que asequibles; y por otro, permite dar oportunidades a cantantes menos conocidos y más actividad al teatro y a la orquesta. Si además se programa un título tan popular como La Bohème, el lleno está garantizado, tal y como ocurrió el viernes.
Y, por último, también me gustaría aclarar por enésima vez que este blog no es la voz de la crítica especializada, ni mucho menos. No hay que tomárselo tan en serio. Es mi página personal, en la que, como un mero aficionado a la ópera que soy bastante ignorante, decidí hace tiempo compartir mis subjetivas, y posiblemente erradas, impresiones. Así que, como bien dice el señor Livermore, una cosa son los blogs de apasionados a la ópera y otra la opinión fundamentada de los músicos, cantantes y profesionales que viven de ello. Por ello, espero que no se dé tanto valor a lo que yo pueda expresar aquí. Empezando por el propio Intendente de Les Arts, quien parece enfadarse bastante a veces con lo que escribo.
Pero bueno, entrando ya en mi análisis de lo visto y escuchado el viernes, empezaré por decir que creo que se obtuvieron unos resultados más que dignos, confirmándose que nos encontramos ante una producción que escénicamente funciona de maravilla, y que seguimos teniendo un coro y una orquesta espectaculares, capaces incluso de brillar cuando la batuta no hace justicia.
Una escenografía mínima se ve reforzada por proyecciones de famosas obras pictóricas que van enmarcando la acción. El paisaje de invierno de Monet en el acto III me sigue pareciendo uno de los momentos más bellos, junto a la fuerza emocional que se obtiene en la escena final, con el cuadro de Jean Beraud “Après la faute” dominando el escenario, reflejando la imagen de una mujer en un sofá rojo, similar al que hay en escena. Ese cuadro puede verse ya desde antes de la entrada de Mimí en el cuarto acto, vaticinando la tragedia mientras los amigos bromean, y cuando Mimí muera, la mujer desaparecerá del lienzo y el sofá quedará vacío.
Como también manifesté en su día, lo que destacaría principalmente es el efectivo trabajo de dirección de actores que desprende la propuesta. Luego, la mayor o menor habilidad de los cantantes ofrecerá mejores o peores resultados, pero es indudable que hay una estudiada labor dramatúrgica. Menos conseguido me pareció el primer acto y bastante más los siguientes, aunque el segundo resulte sobrecargado a veces, sobre todo por unos camareros bailarines demasiado presentes distrayendo de una acción escénica ya bastante concurrida.
Haber tenido la oportunidad de escuchar en 2012 esta Bohème, en la magistral versión dirigida por Riccardo Chailly, era un problema. Quienes tenemos la suerte o la desgracia de poseer cierta memoria musical, sabíamos que si íbamos con intención de hacer comparaciones, lo pasaríamos mal. No fue mi caso. Os aseguro que me acomodé en mi butaca preparado a escuchar y ver una obra nueva. Simplemente dejándome llevar por las emociones que naturalmente pudiesen brotar, sin comparar cantantes ni direcciones musicales. Así lo hice y me encontré con unos jóvenes cantantes de buen nivel general, y en algún caso muy bueno; pero con un trabajo de batuta plano, insulso y blando, que contó con la ventaja de ir arropado por unos músicos formidables y una partitura de Puccini que es pura emoción y gusta hasta interpretada con dolçaina y tabalet.
El trabajo del director jienense Manuel Coves sin duda merece reconocimiento, pero lo que a mí, como espectador, me transmitió, fue poquísima emoción. Hubo pasajes donde la orquesta debía brillar y hacer tambalearse el teatro, poniéndonos los pelos de punta, como al final del segundo acto, o en el tercero, y, sin embargo, casi se pasaba por allí de forma rutinaria. Los tempí del segundo acto no fueron vivos sino casi atropellados en ocasiones, imponiendo unas exigencias brutales al coro. Se observaron demasiados desajustes entre foso y escena y poca capacidad de corregirlos. Apenas hubo matices, más allá de hacer tocar más fuerte o más bajito, pero sin un juego de dinámicas enfocado al realce de la emoción. La orquesta se comió a los cantantes, quienes en muchos momentos, entre sus propias carencias y los volúmenes de Coves, parecían mudos. Hubo estupendas intervenciones individuales de concertino, flauta, oboe, arpa; pero se echó de menos un conjunto orquestal brillante, bien amalgamado y poderoso. Aun con todo, la orquesta sonó estupendamente, pero faltó alma.
Tanto el Cor de la Generalitat como la Escola Coral Veus Juntes de Quart de Poblet y la Escolanía de la Mare de Déu dels Desamparats, obtuvieron unos resultados magníficos y sobrevivieron a la batuta, con una entrega escénica formidable. Espero que en la próxima función el Cor de la Generalitat no tenga bajas en sus filas, pues llegué a preocuparme seriamente cuando, en el segundo acto, Musetta arrojó uno de sus zapatos como si fuese un ramo de novia, hacia su espalda y a lo alto, cayendo en picado e impactando cual kamikaze en toda la crisma de una de las integrantes del Cor.
En el reparto vocal hubo un poco de todo, pero, en general, pienso que los resultados fueron buenos. Es verdad que podemos pensar que hay muchísimos cantantes de un nivel parecido a los que no se le han dado estas oportunidades, pero se trata de juzgar únicamente lo ofrecido en escena, y, al menos yo, salí más satisfecho de lo que pensaba cuando llegué al teatro.
Sobre todo por el gozoso descubrimiento que fue para mí la Mimí interpretada por la soprano norteamericana Angel Blue, una cantante que ya está pisando importantes recintos operísticos y que, tras lo escuchado el viernes, creo que puede tener un futuro realmente prometedor. Sorprendió por una voz lírica, rica, con cuerpo y grande, muy timbrada y con explosividad luminosa en el registro agudo. Me pareció especialmente relevante en el tercer acto y, pese a que en la zona grave perdía algo de presencia, solventó el cuarto con buen sentido dramático. Sólo le reprocharía una dicción mejorable y un fraseo que pedía mayor variedad de matices. En cualquier caso, fue la justa triunfadora de la noche.
Del Rodolfo de Giordano Lucà, que ya cantó en El Escorial con Coves este papel, destacaría su valentía y facilidad en el registro agudo. Su voz, demasiado ligera para mi gusto, presenta un vibratillo corto pero que no llega a molestar. El canto fue muy correcto, pero monótono, sin matices, y tampoco destacó por su expresividad escénica. Fue quien más desajustes mostró con el foso, lo cual, dado que ha venido a sustituir al tenor inicialmente previsto, no sé si tendrá que ver con una falta de ensayos. De todas formas el resultado final fue muy digno.
Germán Olvera fue un buen Marcello. En Les Arts ya ha representado varios papeles este barítono que destaca por una voz de bello timbre que maneja con eficiencia en la zona central, pero que cuando la tesitura se empina (con perdón) roza el gallo y parece que vaya a quebrarse. Sus mejores prestaciones las obtuvo en el acto tercero y, como siempre, destacaron sus dotes actorales, aunque tienda a la sobreactuación.
La brasileña Lina Mendes compuso una correcta Musetta, si bien ligera en exceso, lo que se puso en evidencia en el cuarto acto. En su vals cumplió con solvencia y resultó divertida y provocadora en escena. Menos me gustaron Felipe Bou como Colline, reservando sus mejores momentos para el aria “Vecchia Zimarra”; y el Schaunard de Aldo Heo que, aunque mejoró en el último acto, se mostró inaudible en la primera mitad y con graves carencias expresivas.
Al finalizar la representación se ovacionó con fuerza a todos los intérpretes, especialmente a la soprano Angel Blue, que recogió el mayor número de bravos. Menos efusividad hubo en la salida del director musical, aunque cuando la orquesta se puso en pie las ovaciones fueron unánimes. También fue muy aplaudida la dirección escénica de Davide Livermore.
Me gustaría volver a pedir a la gente que se espere a aplaudir hasta que la música deje de sonar. En cuanto se mueve el telón hay algunos que tienen una prisa terrible por empezar a dar palmas. Así, el viernes fueron completamente inaudibles los últimos quince segundos del primer acto.
Antes de finalizar, me gustaría recomendaros a todos que acudáis el próximo jueves 8 al concierto conmemorativo del décimo aniversario del Palau de les Arts, donde Fabio Biondi dirigirá Davidde Penitente, de Mozart, una obra bellísima que contará además con la presencia, si Livermore no nos la sustituye, de la estupenda soprano Jessica Pratt.
Para terminar, y sin mala intención, os dejo un video con breves fragmentos de La Bohème que dirigió Riccardo Chailly en 2012…
Estupenda crónica. Enhorabuena.
ResponderEliminarPersonalmente creo lo peor fue la dirección musical, estoy segura de que bajo otra batuta las prestaciones habrían sido muy diferentes.
Aún así, disfruré muchísimo, fue una noche muy agradable
Gracias, Assai.
EliminarEstoy convencido de que con otra batuta, por ejemplo de alguno de los 2+1 directores titulares, la cosa hubiera salido mejor. Pero efectivamente el resultado final conjunto es positivo
Acabamos de llegar a casa de ver la obra de hoy 4-10, y he de decir que ha sido una replica exacta de tu comentario anterior, todo más o menos igual, hasta los aplausos antes de de terminar el sonido musical. A ver si ya de una vez la gente se espera un poquito más a que baje el telón, que es lo que toca.
ResponderEliminarUna bonita representación donde el Coro, la Escola Coral Veus , Mimi, y Marcello fueron los más aplaudidos.
Lo del aplauso en cuanto el telón se mueve roza la enfermedad mental, quizas el teatro debería plantearse, vista la estulticia humana, no bajar el telón hasta que la música finalice.
EliminarYo tambien vi anoche la representacion y parece mentira que diga esto, pero lo que menos me gusto fue la musica, y no creo que sea por la pretemporada porque a la orquesta salvo en Maror siempre habia estado acertada. No se para que tenemos tres magnificos directores que ya lo demostraron la temporada pasada.
ResponderEliminarYo pensaba que lo dificil seria encontrar a una buena Mimi y demas y es de anoche lo que puedo salvar.
Una verdadera lastima lo de la musica.
Espero que Livermore lo entienda y lo solucione aun quedan tres funciones mas.
Rafa
La verdad que la dirección dejo mucho que desear, no actúo en consecuencia en muchos instantes de la representación dejando mudos en más de algún momento a los interpretes.
EliminarSolución no va a tener, Rafa. El problema es el director musical y Livermore no lo va a cambiar.
EliminarVeremos cómo suena en los proximos espectáculos con otras batutas (Biondi, Abbado...); presumo que bastante mejor.
Tuve la oportunidad de asistir a un ensayo de esta ópera. La producción es igual de vistosa que siempre, la orquesta y coro los mismos y aunque los cantantes no tienen el nivel de la vez anterior lo que me dejó francamente de piedra fue el director musical. En todo el ensayo no dio NI UNA sola indicación musical a nadie. Bueno, lo único que repetía continuamente a todos era: "vais detrás" o sea que nadie estaba cómodo con sus tempos.. Era muy triste sentir tanta música que hay en la orquestación (y en la orquesta) y no pedir nada. Solo un gesto único, monótono y rígido marcando el pulso (ni siquiera el compás) y bajar un poco su posición corporal para indicar "aquí hay que tocar menos fuerte". Vaya, espero que la puntería de la dirección del Palau sea más cuidada y más afinada para los próximos invitados. No poner gente excelente en podio del Palau de les Arts es un desperdicio...
ResponderEliminarPues sí... un poco triste
EliminarAtticus:
ResponderEliminarFui el Lunes pasado a ver la ultima funcion de la Boheme y sinceramente sali encantado con la soprano ( Irina) que hacia el papel de Mimi.
En el primer acto empezo un poco dubitativa, pero el duo del segundo acto con Musseta me gusto mucho.
Pero sinceramente para mi y es una opinion muy personal en el tercer acto se salio.
En el ultimo acto me parecio que bajo un poco, pero sinceramente de las tres funciones que vi (Domingo, Miercoles y Lunes) me parecio la mejor, hasta la direccion me parecio la mas acertada.
No se si es una opinion personal y me gustaria saber si tu opinion si la viste.
Saludos
Rafa
Pues no puedo confirmar tus impresiones ya que no tuve oportunidad de asistir a esa función, pero es verdad que me han llegado comentarios muy positivos de la actuación de Irina Levian.
EliminarHola, perdón que me salga del tema, pero quiero recomendarte a una soprano, que, seguramente desconoces, pero que acá en México es una soprano legendaria, su nombre es alicia Torres garza, (o bien alicia Garza) y durante su larguísima carrera de mas de 55 años canto en diferentes ciudades, como la Ciudad de México, barcelona, Berlín, viena, Nueva york, salzburgo, milan entre otras, acá te dejo unos vídeos de ella:
ResponderEliminarhttp://youtu.be/m1gsrReTVkY
En el video anterior interpreta a antonia de los cuentos de Hoffmann, uno de sus personajes más alabados.
En el siguiente como musetta, en esta actuacion plácido domingo realizó su primer rodolfo pero la crítica elogiaria mas a alicia Torres garza.
http://youtu.be/VRm1M5iVn30
Y en este último el aria de la traviata sempre libera en el carnegie hall de Nueva York lugar donde ganó el concurso de la fundación liederkranz en 1966 de entre mas de 100 sopranos de todo el mundo:
http://youtu.be/b7kk12JMuWw
Gano a lo largo de su carrera numerosos premios en Estados unidos, en salzburgo y viena, en México, y en Milán (premio amigos de la música), a sido alabada por su excelente tecnica, gran música,idad y bello timbre vocal, su voz era de soprano lirico ligero y es poseedora de unos agudos, agilidades y pianisimos excelentes. Y me gustaría saber tu opinión sobre esa soprano.
Como extra te dejo tres vídeos mas, unl interpretando estrellita de ponce, de quien según la crítica especializada ella es la mejor intérprete:
http://youtu.be/R-7GOwxzvMw
Y otro más, de una reciente Presentacion de un disco que, sin ánimos de lucro intenta rescatar la memoria sonora de esta soprano, el fragmento que intento recomendarte inicia en el minuto 42:05 y culmina en el minuto 48:30 aproximadamente y se trata del aria Depuis le jour en el gran teatro del liceo de barcelona, el audio, al ser una presentación de una grabación en vivo se encuentra algo viciado, pero vale la pena, pues alicia hace lo que la crítica especializada llama un verdadero alarde de sus famosos pianisimos
http://youtu.be/-dxpBSZTSt4
Y concluyó esta muestra con un video del aria de Micaela donde nos demuestra una vez mas lo que he comentado:
http://youtu.be/1ABnq_F7e1c
Sin mas por el momento espero tu opinión sobre esta soprano. Saludos cordiales y felicidades por tu blog, es excelente y siempre lo leo!
Mil gracias, Rubén. Por las grabaciones me parece una soprano más que interesante que, reconozco, no conocía.
EliminarVoy a indagar más sobre ella.
Gracias, otra vez y un fuerte abrazo.
Oportuna posdata: la interpretación de depuis le jour en el liceo, se llevo a cabo en 1972, cuando el teatro cumplía 125 años, en esta gala también canto el famoso Lauri Volpi con 80 años el aria nessun dorma.curioso: solo es posible escuchar en internet de esa gala a dos cantantes. lauri volpi alicia Torres garza, y a ella únicamente en el video que te proporcione, las demás interpretaciones no se si hayan quedado preservadas o no. Saludos.
ResponderEliminarLa misma producción que disfrutamos con Chailly a la batuta ahora, a mi entender, ha sido bastante desastrosa, salvándose la Mimí de Angel Blue (todo un descubrimiento para mí); el resto del reparto eran voces sin proyección, no conseguían traspasar el foso; la dirección musical fue inexistente. Una pena.
ResponderEliminarY las esperanzas que nos quedan, al menos a mí se me esfumaron en cuanto a Fabio Biondi. Asistí a Davidde penitente de Mozart y al concierto de violín que biondi dio al día siguiente.
El Mozart fue un fiasco; la magnífica orquesta de Les Arts sonó, por primera vez mal, desajustada; los cantantes apenas entonaron una nota, salvo el barítono; y el Cor de la Generalitat gritó más que cantó, cosa que viene haciendo últimamente con frecuencia (Perales debería hacer algo); la dirección de Biondi fue plana, sin pasión, al igual que su concierto de violín, pero él es así, lo he escuchado varias veces en el Palau de la Música y siempre hace lo mismo; es un gran especialista y recuperador de música barroca, pero no tiene sangre en las venas.
A mí sólo me queda la esperanza de Roberto Abbado. Veremos.
Respecto a Bohème coincido básicamentte en cuanto dices.
EliminarSobre Biondi, a medias. Su Davidde me defraudó bastante. Esperaba más. Sin embargo en el recital de violín me gustó bastante más y le encontré más cómodo.
Creo que Abbado puede ser un buen director para esta orquesta. El próximo concierto de Berlioz del día 5 será una buena prueba que tendrá que confirmar con Sansón.
Y yo espero que Biondi también pueda hacer una buena labor en otros repertorios.
Gracias por tus comentarios
Mañana tendremos la primera prueba de Abbado con Berlioz, y espero que sea un éxito y podamos recuperar algo de la perdido. Saludos
ResponderEliminarEsperaré a tu comentario para decir algo más, si procede; pero ya puedo decir que la Orquestra de la Comunitat sigue siendo magnífica, qué maravilla la Sinfonía Fantástica de Berlioz con Abbado a la batuta; y qué decepción Lélio, para mí sobre todo por el mal hacer de Nacho Fresneda. Ya seguimos, que es tardísimo.
ResponderEliminarPues mi opinión es que Abbado hizo un excelente trabajo en unas obras complejísimas y con mil trampas que supo sortear con éxito, haciendo brillar a la orquesta como esperábamos muchos.
EliminarHa de pulir cosas y acoplarse mejor a ese espléndido conjunto que a veces parecía querérsele escapar, pero finalmente consiguió domar el potro y llevarlo por el camino deseado, con dos movimientos finales de la Fantástica prodigiosos.
Lélio a mí me entusiasmó, aunque reconozco que el que Fresneda no llevase el papel memorizado, unido a una escasez de ensayos y que el hombre, no nos engañemos, tampoco es Laurence Olivier, deslució un tanto el conjunto; pero la obra es modernísima y con algunos momentos sublimes que el tenor y la dirección de Abbado se encargaron de potenciar.
En cualquier caso, una velada para recordar y que hace que tengamos motivos para ser optimistas.
Un saludo y gracias por dejar tu comentario