Mientras los sufridos aficionados a la
ópera esperábamos con impaciencia el anuncio del contenido de la programación
del Palau de les Arts para el próximo ejercicio 2018/19 y el ansiado nombramiento
de un nuevo director artístico en sustitución del dimitido Davide Livermore, una nueva noticia ha vuelto a estremecer el
eternamente convulso panorama operístico valenciano, con la publicación de la dimisión irrevocable de Fabio
Biondi como codirector musical de Les Arts.
Desde que Livermore anunció su marcha como director artístico, pocos eran los
que apostaban por la continuidad futura de Fabio
Biondi, dado su estrecho vínculo con el dimitido intendente, quien parecía
ser su principal y, si se me apura, casi único apoyo. No obstante, todo parecía
indicar que tanto Biondi como Roberto Abbado aguardarían a tomar una
decisión sobre su permanencia en el foso de Les Arts hasta el vencimiento de
sus contratos en 2019 y al menos hasta conocer quién será el nuevo director
artístico del coliseo valenciano y sus perspectivas.
De hecho, en una reciente entrevista
publicada el día 6 de abril, Biondi,
que reconocía expresamente estar recibiendo ofertas de otros teatros, se declaraba
con ganas de continuar en Valencia si el nuevo director artístico que se nombrase
mostrara su confianza en él. Además, los buenos resultados obtenidos por el
maestro palermitano en el reciente Il
Corsaro, parecían contribuir a dar cierta estabilidad a la situación, dentro
de la incertidumbre casi perenne que se vive en Les Arts prácticamente desde
sus inicios.
Pero el caso es que la aparición el pasado martes
10 de abril en el diario Las Provincias
de los datos de una encuesta interna de la Orquestra
de la Comunitat Valenciana, facilitados por el Comité de Empresa de la
misma, en los que se ponía en evidencia la total falta de apoyo de sus miembros
a los actuales directores musicales de la agrupación, parece haber sido
determinante para el repentino anuncio de dimisión efectuado por Fabio Biondi. En esa encuesta, en la
que se preguntaba a los componentes de la orquesta por sus preferencias acerca
de quién pudiera ser su director musical, ni Biondi ni Abbado obtuvieron
un solo voto entre todos los integrantes de la actual plantilla orquestal,
siendo los más votados Gustavo Gimeno
y Henrik Nánási.
Pienso que, ante esa situación, el anuncio
de Biondi es comprensible e incluso
le honra. Si no cuenta con el apoyo de los miembros de la orquesta, si el
director artístico que apostó por él se ha largado y si desde la administración
autonómica no sólo no se toma iniciativa alguna, sino que se permanece en una indecente
parálisis mental que no ayuda precisamente a despejar incertidumbres, lo más
honesto y razonable es dimitir.
Quienes me conocéis sabéis bien que admiro
al maestro Biondi como músico y que
reconozco su tremenda valía dentro de un cierto repertorio, aunque nunca acabó
de convencerme su nombramiento como codirector musical de Les Arts. Dicho eso,
creo que ha dejado trabajos relevantes como en Silla, Idomeneo o el
último Il Corsaro, pero no creo que
sea el director que necesita la Orquestra
de la Comunitat Valenciana. Esta dimisión es una gota más que hace rebosar
el vaso de los despropósitos del teatro valenciano, pero creo que demuestra la
honestidad del maestro Biondi, a
quien sólo cabe agradecer su labor y su integridad moral.
Mientras tanto, las lumbreras y chupópteros
varios que calientan los sillones en despachos oficiales presumiendo de regir
la política cultural valenciana, siguen sin resolver el vacío de poder en el
Palau de les Arts. Dijeron que en marzo se anunciaría el Paella Got Talent ese o concurso a la valenciana que quieren
convocar para elegir al nuevo director artístico. Estamos ya a mediados de
abril y siguen más callados que Harpo
Marx mientras el teatro continúa sin director artístico, ahora además sin
uno de sus directores musicales, sin que se conozca el contenido de la presunta
temporada próxima, con el Cor de la
Generalitat anunciando posibles acciones de protesta por su situación
laboral, y con la administración del Estado escupiéndonos nuevamente en la cara
con una aportación económica humillante y vejatoria…
Si estuviéramos en un teatro normal y serio
parecería claro que esto sería el principio del fin y que la temporada próxima
de ópera en Valencia sería la que veríamos cada uno en casa por el canal Mezzo;
pero con todos los terremotos a los que lleva sobreviviendo Les Arts desde su
inauguración, ya ni siquiera me atrevo a apostar por una defunción que parece
avecinarse y que casi da que pensar que sea deseada por quienes deberían
evitarla.
Seguiremos atentos al culebrón. Desde luego
diversión y emociones no nos faltan. Y para reírnos más, el próximo día 6 de
mayo se estrena Tosca con Davide Livermore como director escénico,
regresando a Les Arts en medio de este follón y al que veremos si se le escapa alguna
sonrisa malévola.
Hola Atticus.
ResponderEliminarPara dar más emoción a todo este sinsentido, los rumores apuntan que Potenciano no será el próximo Director general del Palau. Sabe que en conselleria no lo quieren, y está disfrutando sus últimos días viviendo como un Rey; asiste a todos los eventos de ocio que hay en la ciudad, monta sus reuniones en el restaurante de el grupo Gourmet, Little Queen, en vez de en su despacho nuevo, se apoltronó en el de Davide cuando se marchó.
Sólo viaja y trabaja para temas de Ópera XXI. Cualquier dislate, menos buscar capital privado que garantice la supervivencia de la Fundación.
Ya veremos en qué condiciones se presenta la nueva Temporada.
Miguel.
Pues sí, Miguel, desde luego prescindir de Potenciano le daría todavía mayor emoción a este disparate y lo haría más surrealista. Ignoro lo que estará haciendo ahora y si cuenta o no con la confianza de la conselleria. A mí siempre me ha parecido un tipo que, viniera de donde viniera, ha procurado cumplir siempre con lo que le encargaban hacer. Al menos conoce al dedillo la problemática económica de Les Arts. Pero bueno igual también aquí quieren colocar a dedo algún amiguete como gerente (ya dijeron que el concurso era sólo para el director artístico).
EliminarPor lo menos hubiese podido tener la consellería la educación de convencer al maestro Biondi para que no renunciase a dirigir La clemenza y poder recibir creo que una merecida ovación por su dedicación al teatro y su amor por nuestra tierra. Una vez más, el talante del gobierno se asemeja a la barra de un bar. Qué vergüenza
ResponderEliminarEsta conselleria, lamentablemente, hace poca gala de la educación y cultura que lleva en sus competencias.
EliminarEl maestro Biondi, efectivamente, merecía algo más que el mirar para otro lado y el ninguneo del señor Girona que se ha limitado a decir que ellos van a seguir su hoja de ruta... como si aquí no pasara nada. Eso demuestra lo poco que les importa en realidad el proyecto cultural de Les Arts.
INCERTIDUMBRE....PENA ....TRISTEZA.......
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