El Descendimiento - Roger van der Weyden - Museo del PradoTan típico de la Semana Santa como las torrijas, el potaje de vigilia, los capirotes en procesión y las películas “de romanos”, es asistir a alguna de las interpretaciones de "La Pasión según San 
Mateo", que suelen ser habituales en estas fechas.
Este año no he podido acudir al Palau de la Música a cumplir con mi cita anual con la maravillosa música de J.S.Bach, así que he decidido desquitarme trayendo aquí algunos de los fragmentos más conocidos. Y ahí ha estribado la principal dificultad, porque tener que hacer una selección de un conjunto tan redondo, es realmente complicado, sobre todo si, además, decides ajustarte a lo que encuentres en Youtube.
Pocas músicas como ésta son capaces de lograr una vinculación tan perfecta entre lo terrenal y lo trascendente, y es imposible no emocionarse ante su majestuosa belleza.
Mateo", que suelen ser habituales en estas fechas.Este año no he podido acudir al Palau de la Música a cumplir con mi cita anual con la maravillosa música de J.S.Bach, así que he decidido desquitarme trayendo aquí algunos de los fragmentos más conocidos. Y ahí ha estribado la principal dificultad, porque tener que hacer una selección de un conjunto tan redondo, es realmente complicado, sobre todo si, además, decides ajustarte a lo que encuentres en Youtube.
Pocas músicas como ésta son capaces de lograr una vinculación tan perfecta entre lo terrenal y lo trascendente, y es imposible no emocionarse ante su majestuosa belleza.
Comenzaremos por el principio, con el Coro que abre la obra, "Kommt, ihr Töchter", en la interpretación de English Baroque Soloists y los Coros Monteverdi y London Oratory Junior, dirigidos por John Eliot Gardiner:
video de csheff1014
A continuación podemos escuchar al inmenso tenor alemán Fritz Wunderlich en el aria con coro "Ich will bei meinem Jesu wachen", con la Stuttgarter Kammerorchester y el Coro de niños de Stuttgart Hymnus, dirigidos por Karl Münchinger:
video de Ablacsia
Otra alemana genial, Christa Ludwig, junto a la Orquesta Philharmonia, dirigidos por Otto Klemperer, interpretan uno de los fragmentos mas conmovedores jamás compuestos, el aria "Erbarme Dich, mein Gott":
video de go9zu
Y otra alemana más, Elizabeth Schwarzkopf, afrontando el aria: "Aus Liebe will mein Heiland sterben":
video de Lohengrin
video de WinGeorgia
Y por último, el impresionante Coro final, "Wir setzen uns mit Tränen nieder", interpretado por The Brandenburg Consort, y los Coros del King's College y Jesus College de Cambridge, dirigidos por Stephen Cleobury:
video de bacholoji
Feliz semana a todos/as.
Entradas
Atticus:
ResponderEliminarConfieso que Bach es muy duro para mi, pese a haberle dado infinidad de oportunidades para ablandarlo, sin embargo la selección que has puesto es de las que me llega. Ludwig me parece extraordinaria y a Wunderlich podría escucharlo eternamente. Mañana me haré una segunda parte. El cuadro El descendimiento es el preferido de mi gran amigo y co-blogger Enric y, como le encanta Bach, voy a llamarlo ahora mismopara que se deleite con tu elegante y adecuado post.
Saludos!
Glòria: Celebro haber conseguido "ablandarte" a Bach y que hayas podido disfrutar de su música.
ResponderEliminarDesde luego Wunderlich es impresionante, hasta cantando los números del Bingo emociona ese hombre.
Ole, ole y ole.
ResponderEliminarY por ese descendimiento, ole también.
Feliz semana, guapo :-)
Efectivamente, Atticus, como te comentó mi buena amiga y “co-blogger” Glòria soy un apasionado de la música de Bach, y entiendo la dificultad que has tenido para componer este “trailler” de una obra tan sublime como compacta. Al entrar y mientras leía, no he podido resistir la tentación de escuchar inmediatamente el estremecedor “Erbarme dich”, y es con esta música celestial que te escribo para felicitarte por el magnífico bloc, que pienso visitar con la asiduidad que merece.
ResponderEliminarY sí, como también dijo mi buena amiga, siento una gran admiración por el “Descendimiento”, de Van der Weyden, con el que ilustras este “post”, para mí gusto la joya más preciosa del Museo del Prado, un cuadro que he visto bastantes veces cuando, debido a mi trabajo, tenía que ir a menudo a Madrid y no desaprovechaba nunca la más mínima oportunidad de entrar para poder contemplarlo. Nunca he encontrado ninguna fotografia en la red que le haga justícia.